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El Politico Y El Cientifico


Enviado por   •  7 de Agosto de 2014  •  2.681 Palabras (11 Páginas)  •  268 Visitas

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Introducción

Max Weber (1864-1920) es tal vez el teórico más importante de la sociología del siglo XX. Su obra no puede reducirse al estrecho marco de la sociología, ya que abarca un amplio espectro en el cual se incluyen la economía, el derecho la historia y el análisis político. Esta obra en su conjunto ha ejercido una influencia determinante en la sociología y en la antropología contemporánea, especialmente en el funcionalismo norteamericano, y hoy continúa en el centro del debate metodológico y epistemológico de las ciencias sociales.

Dentro de la antropología la influencia de Weber es clave, especialmente en los campos de antropología económica, antropología industrial y antropología política.

Max Weber nació en Erfurt, la capital de Turingia en 1864 Hijo de una familia perteneciente a la burguesía liberal, Weber no escapó a un ambiente doméstico formado por un padre, destacado político y jurista, con una estricta autoridad y una madre calvinista y puritana con una fuerte vocación religiosa.

Al entrar en la universidad, Weber ya había demostrado una notable erudición en cultura clásica e historiografía. Tras doctorarse a los 25 años, comenzó una brillante carrera académica. Enseñó Derecho en la Universidad de Berlín y Economía en Friburgo; y realizó una investigación empírica sobre el campesinado en Alemania.

Junto a E. Jaffé y W. Sombart fundó la revista Archiv fur Sozialwissenchaft und Sozialpolitik, en la cual publicará algunos de sus más importante trabajos. En 1918, Weber fue invitado a dar clases en la universidad de Viena y Munich. En la misma época, y poco antes de su fallecimiento en 1920, formó parte de la delegación alemana que negoció la paz en Versalles y también participó de la comisión redactora de la Constitución de Weimar.

El estudio sobre la ética protestante y el espíritu del capitalismo es una de las principales aportaciones de Weber a las ciencias sociales.

Entre su amplísima obra pueden citarse: Historia agraria romana (1891); Historia económica general (1923); El político y el científico (1918); Ensayos de sociología contemporánea (1911-1918); Escritos Políticos (1906-1918); Sobre las teorías de las ciencias sociales (1904 y 1917); Sociología de la religión (1904-1918); La ética protestante y el espíritu del capitalismo(1904);Ensayos de metodología sociológica (1904 y 1917).

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Contenido del libro

El libro empieza diciendo, que por política entenderemos solamente la dirección o la influencia sobre la dirección de una asociación política, es decir, en nuestro tiempo, de un Estado.

Dicho estado sólo es definible sociológicamente por referencia a un medio específico que él, como toda asociación política, posee: la violencia física.

La violencia no es, naturalmente, ni el medio normal ni el único medio de que el Estado se vale, por sí es su medio específico. Hoy, precisamente intíma la relación del Estado con la violencia.

Max Weber también define el estado como aquella comunidad humana que, dentro de un determinado territorio ( el territorio es elemento distintivo), reclama (con éxito) para sí el monopolio de la violencia física legítima. Lo específico de nuestro tiempo es que a todas las demás asociaciones e individuos sólo se les concede el derecho a la violencia física en la medida en que el Estado lo permite. El Estado es la única fuente del derecho a la violencia.

Existen tres tipos de justificaciones internas, de fundamentos de la legitimidad de una dominación. En primer lugar, la legitimidad del “eterno ayer” de la costumbre. En segundo término, la autoridad de la gracia (Carisma) personal y extraordinaria, y por último tenemos, una legitimidad basada en la “legalidad”, en la creencia en la calidez de preceptos legales y en la “competencia” objetiva fundada sobre normas racionalmente creadas,

Max Weber se centra principalmente en el segundo de estos tipos: la dominación producida por al entrega de los sometidos al “carisma” puramente personal del “caudillo”. En ella arraiga, la idea de vocación. Esta figura es vista como la de alguien que está internamente “ llamado” a ser conductor de hombres, los cuales no le prestan obediencia porque lo mande la costumbre o una norma legal, sino porque creen en él.

Max Weber, también habla de todas las organizaciones estatales y las clasifica en dos grandes categorías según el principio a que obedezcan. En unas, el equipo humano posee en propiedad los medios de administración, en otras, el cuadro administrativo está “separado” de los medios de administración, en el mismo sentido en que hoy en día el proletario o el empleado “están” separados de los medios materiales de producción dentro de la empresa capitalista.

En el Estado moderno se realiza, pues, al máximo la “separación” entre el cuadro administrativo ( empleados y obreros administrativos) y los medios materiales de la administración.

Max Weber en su estudio define al Estado moderno como una asociación de dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de un territorio la violencia física legítima como medio de dominación y que, a este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de su dirigente y ha expropiado a todos los funcionarios estamentales que antes disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías supremas.

Max Weber también hace una distinción entre políticos ocasionales y políticos semiprofesionales.

Políticos “ocasionales” lo somos todos nosotros cuando depositamos nuestro voto, aplaudimos o protestamos en una reunión “política”, hacemos un discurso “político” o realizamos cualquier otra manifestación de voluntad de género análogo. Políticos “semiprofesionales” son hoy, todos esos delegados y directivos de asociaciones políticas que, por lo general, sólo desempeñan estas actividades en caso de necesidad, sin “vivir” principalmente de ellas y para ellas, ni en lo material ni en lo espiritual.

Max Weber también nos define las comunidades libres, que no son libres en el sentido de toda dominación violenta, sino en el de que en ellas no existía como fuente única de autoridad el poder del príncipe, legitimado por la tradición y, consagrado a la religión.

Según dicho sociólogo hay dos formas de hacer de la política una profesión. O se vive para la política o se vive de la política.

La política según el pensamiento de nuestro sociólogo puede ser “honorario”, y entonces estará regida por personas que llamaríamos

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