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TERCERA ENTREGA PM HOSTALIA


Enviado por   •  3 de Septiembre de 2014  •  4.715 Palabras (19 Páginas)  •  278 Visitas

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62.-LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS SON DIEZ.

62,1. Los mandamientos son normas de conducta dictadas por Dios a la humanidad.

Estas normas son el camino que ha de conducir al hombre a la felicidad eterna. «Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos» , dijo Jesucristo.

«La división y numeración de los mandamientos ha variado en el curso de la historia. La actual es de San Agustín. Los ortodoxos tienen una división distinta» .

Las leyes que Dios ha puesto en la Naturaleza podríamos dividirlas así :

a) Ley eterna: es el plan de Dios para toda la creación.

b) Ley natural: es la ley eterna grabada en los seres racionales que está basada en la naturaleza del hombre, como, por ejemplo, la injusticia de la calumnia o la monstruosidad de la blasfemia.

c) Ley positiva: tanto divina (mandamientos) como humana (administración de los sacramentos).

d) Ley física: es la que dirige los seres irracionales.

Los mandamientos son preceptos de la ley natural impresos por Dios en el alma de cada hombre. «Contienen una expresión privilegiada de la ley natural» .

Por eso obligan a todos los hombres de todos los pueblos, y son valederos para todos los tiempos, constituyendo el fundamento de toda moral individual y social . «La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma» , dice la Sagrada Escritura.

Dios ha impreso los mandamientos en el alma de tal modo que, incluso los que se las dan de ateos y dicen que no hay Dios, reconocen esta ley impuesta por Dios al hombre, y se ofenden cuando se les llama ladrones o embusteros.

La moral católica no sólo obliga a los católicos, obliga a todos los hombres; pues se basa en la ley natural . Todo hombre, católico y no católico, está obligado a no matar, no robar, no explotar al prójimo, no calumniar, etc.

Esto no excluye que haya mandamientos exclusivos para los católicos, como el ir a misa, práctica de sacramentos, etc.

La ley natural «es algo que nos pertenece intrínsecamente, que está grabado en los más íntimo de nuestro ser. (...) Su seguimiento nos realiza auténticamente como personas humanas, su olvido y desobediencia terminan por rebajar al hombre en su dignidad. Los principios de la ley natural -los primeros y más comunes- que dicen relación a los bienes humanos básicos son evidentes y no requieren demostración alguna. Estos principios constituyen el primer nivel de la ley natural. Se trata de verdades cuyo conocimiento está al alcance de todos: “haz el bien y evita el mal”.

»El segundo nivel lo forman aquellos preceptos que a la razón de todo hombre (...) basta un poco de reflexión para derivar dichos principios de los pertenecientes al primer nivel: “no hurtarás, no matarás”. (...)

»El tercer nivel lo constituyen aquellos principios (...) cuya verdad ya no es tan clara; (...) nos llega a través de hombres sabios y prudentes» .

Los mandamientos de la Ley de Dios son la ley moral que Dios dio a Moisés en el Antiguo Testamento y que Cristo perfeccionó en el Nuevo . Se basan en que Dios es nuestro Dueño y nuestro Señor, y nos puede mandar. Pero es tan bueno, que lo que nos manda es para bien nuestro. Con los mandamientos, Dios protege nuestros derechos y también los de nuestros prójimos.

Los mandamientos «presentan valores trascendentes que nacen de la misma dignidad de la persona humana» .Los mandamientos no son prohibiciones caprichosas para poner trabas a la libertad del hombre. Es la ley justa y sabia con que Dios quiere gobernarnos para nuestro propio bien.

Las cosas no son malas porque Dios las prohibe, sino que Dios las prohibe porque son malas.

Todos los mandamientos son para todos: nadie puede dejar de cumplirlos, y es necesario cumplirlos todos para salvarse. No basta decir: «yo no robo ni mato».

Para salvarse hay que guardarlos todos. Para condenarse basta faltar a uno.

Para poder pasar por un puente es necesario que no se haya hundido ninguno de sus arcos . Dice el Apóstol Santiago el Menor que el que guarda los demás mandamientos pero quebranta uno solo, se hace culpable de todos .

62,2. Los mandamientos de la ley de Dios constituyen el programa más completo y más perfecto que se ha dado en el mundo, para conseguir la paz y la tranquilidad a los individuos, a las familias, a los pueblos y a las naciones.

En la guarda de ellos está el secreto de abrirse paso dignamente en la vida.

Si quieres que todo el mundo te estime y te respete, guarda los mandamientos. Además, te aseguro que tu vida será mucho más feliz que si no los guardases.

Las mayores tragedias que vemos en esta vida ocurren frecuentemente porque no se guardan los mandamientos. Por eso están las cárceles llenas de desgraciados, por eso el hambre de muchos hijos, por eso los disgustos en tantas familias, tantas lágrimas y tantas penas.

Si se cumplieran los mandamientos de Dios desaparecerían muchos problemas de hoy: delincuencia, terrorismo, violaciones, madres solteras, adulterios, hijos extramatrimoniales, abortos, homosexualidad, drogas, SIDA, etc. Si todo el mundo cumpliera los mandamientos, la vida en la Tierra sería un cielo.

Avelino de Luis, Profesor del Seminario de Astorga, dijo en el Congreso de Pastoral Evangelizadora, celebrado en Madrid en Septiembre de 1997:

«Hemos ido robando a Dios espacio en la familia, en la escuela, en la prensa, en la radio y en la televisión. Nos hemos empeñado en echarle de la economía, de la política, de la legislación, de la cultura. Empezamos arrinconándole, y acabamos por no tener ningún sitio para Él. Y así nos van las cosas» .

Por no cumplir los mandamientos de la ley de Dios ocurre, como dice Hobbes, que «el hombre es lobo para el hombre»

El Papa Juan Pablo II, en Georgia, en el 89º viaje internacional apostólico de su Pontificado, celebró una misa multitudinaria en el Palacio de Deportes de Tbilisi. «Durante la homilía, recalcó firmemente la dimensión teologal del ser humano al indicar que "sin Dios, el hombre no puede realizarse plenamente ni encontrar su verdadera felicidad. Sin Dios, el hombre termina yendo contra sí mismo, porque no es capaz de construir un orden social adecuadamente respetuoso de los derechos fundamentales de la persona y de la convivencia civil”» .

No

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