Conceptos En Materia De Seguridad Y Defensa En Sudamérica

Conceptos en materia de seguridad y defensa en Sudamérica:

Orígenes, evolución, y su reflejo en Constituciones y leyes de Argentina y de otros países de la región.

José Manuel Ugarte.

Pasto, 25 de febrero de 2010.

Conceptos en materia de seguridad y defensa en América del Sur: Orígenes, evolución, y su reflejo en Constituciones y leyes de Argentina y de otros países de la región.

Resumen

En la ponencia se realiza un análisis de de los conceptos jurídicos y políticos vigentes en dichas materias en Sudamérica y particularmente en Argentina, incluyendo sus orígenes históricos, y sus causas. Se analiza además el modo en que estos conceptos se reflejan en las normas constitucionales y legales argentinas en materia de seguridad, defensa e inteligencia, su evolución, efectuándose una comparación con otros conceptos y normas vigentes en Sudamérica, extrayéndose conclusiones respecto de las grandes tendencias existentes en esta materia, incluyéndose también perspectivas en relación a UNASUR y su Consejo de Defensa.

1.Conceptos en seguridad y defensa en América del Sur.

Introducción. Normas jurídicas y conceptos políticos y doctrinarios en materia de defensa y seguridad: su relación.

Las normas jurídicas relativas a seguridad, defensa y seguridad pública, cualquiera sea su jerarquía normativa –Constitución, leyes, reglamentos- reflejan casi invariablemente los conceptos políticos y doctrinarios imperantes en el país que las adopta en los aspectos indicados, a la época de su sanción.

Hemos sostenido en un libro publicado hace pocos años, y en un trabajo anterior, la tesis relativa a que los conceptos antes mencionados, en América Latina, tienen peculiaridades que los diferencian de los vigentes en otras regiones .

Ello, por cuanto mientras la expresión defensa nacional supone, en la generalidad de los países, la preservación de la soberanía, independencia y capacidad de autodeterminación de un Estado ante el riesgo o amenaza representado por ataques armados de otros Estados, empleando para prevenirlos, disuadirlos, conjurarlos o rechazarlos, la fuerza militar apoyada por otras fuerzas materiales y morales de que dispone el Estado, tal expresión en América Latina, tiene frecuentemente un significado diferente.

En efecto; tal expresión, en Latinoamérica, suele tener un significado mucho más amplio, abarcando, además de los aspectos referidos en el párrafo precedente, otros sustancialmente diversos: política interna, seguridad interna, inteligencia interior, lucha contra el narcotráfico, el terrorismo, las migraciones, la problemática ambiental e incluso la delincuencia organizada –especialmente dentro del propio país-, o mitigación de la pobreza y el hambre. Para tales aspectos, suelen también ser empleadas –entre otros recursos del Estado- las fuerzas armadas.

Tales significados se reflejan frecuentemente en normas constitucionales y legales.

1.2 Orígenes de los conceptos en seguridad y defensa vigentes en Sudamérica.

¿Cuál es el origen de las indicadas peculiaridades?

Las indicadas hallan origen a nuestro criterio,, en primer lugar, en las tradiciones históricas españolas y portuguesas en materia militar, en cuanto a la asignación de amplios roles a las fuerzas armadas.

En España, tales fuerzas estaban caracterizadas como lo señala un profundo estudio de Fernando López Ramón por la obediencia ciega a la persona del Rey –obediencia a la persona del Rey, más que al Estado- por medio de una rígida jerarquía, -plasmada en las Reales Ordenanzas de Carlos III, que rigieron por muchos años las fuerzas armadas de muchos países latinoamericanos, y su utilización plurifuncional.

Así …La organización territorial del ejército, basada en los Virreinatos o Capitanías Generales y en las plazas militares, desempeñaba ordinarias funciones de administración y gobierno, e incluso de tipo judicial, junto a las propiamente militares...a esos elementos se añadían otros rasgos definitorios, como la existencia de un fuero militar de amplísima extensión, los privilegios fiscales y personales de que disfrutaban los militares, la vinculación de los cuadros de mando a la nobleza, el sistema de quintas, con sus desigualdades notorias en las exclusiones del sorteo o por vía de sustituciones... Características similares en cuanto al carácter polifuncional del Ejército, a la amplitud de las facultades de sus jefes, y al ejercicio por parte de éstos de funciones administrativas y políticas, tuvo, en ese aspecto, la colonización portuguesa de Brasil, bien que en otros aspectos fuera diferente.

Tales características, combinadas con la constitución por parte de Carlos III de milicias en sus colonias, para afrontar los riesgos a la seguridad del imperio colonial español, organizadas generalmente bajo el mando de criollos, y beneficiadas –con relación a la sociedad colonial- con las prerrogativas que cabían a las fuerzas armadas peninsulares, determinaron que producida la independencia, frecuentemente caudillos militares ocuparan el lugar de la autoridad real española . En otros supuestos, como fue el caso de la Argentina, un gobierno de naturaleza civil constituido bajo la égida cultural, política y económica de la Ciudad de Buenos Aires y apoyado por jefes militares prestigiosos, entre los que descollaron José de San Martín y Manuel Belgrano, fue sustituido diez años después por caudillos provinciales –tanto militares de carrera como militares improvisados, pero basando su poder fundamentalmente en la fuerza armada, en el marco de una anarquía y lucha civil que perduró por espacio de tres décadas. En otros países latinoamericanos, las luchas entre facciones políticas también fueron habitualmente definidas por las armas, caracterizándose también dichas luchas por la presencia del caudillo, dirigente político o militar, que adquiría o conservaba el poder por la fuerza de las armas, representando frecuentemente a movimientos políticos o sociales, o aspiraciones de poder o autonomía local.

Así, sobre el fenómeno del caudillismo en

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