Modelo Agroexportador Argentino Respecto De Los Siguientes Aspectos: A. Proceso Económico Que Implicó B. Proceso Político Que Impuso C. Mundo Del Trabajo En Tal Contexto

el Modelo Agroexportador argentino implicó la adaptación de un tipo de liberalismo clásico; la organización del Estado-nación, en términos de proceso político; y la inserción de la República en el contexto de la División Internacional del trabajo.

Respecto de lo económico, el Modelo Agroexportador respetó el principio de no injerencia del Estado sobre las relaciones del mercado, regido por sus propias leyes (que algunos teóricos creyeron “naturales”), sobre todo aquella de oferta/demanda. El Estado, en alianza con las elites de poder (terratenientes, hacendados, militares), procura avanzar hacia el progreso en términos de libre comercio y defensa de la propiedad privada.

El proceso político que acompañó las necesidades del liberalismo en términos mundiales fue en la Argentina la consolidación del Estado-nación, en tanto centralización del poder y organización de la República como un sistema político fundamentado en el imperio de la ley, la protección de los derechos fundamentales como el de la propiedad privada, y de las libertades civiles, como la libertad de culto o de libre tránsito. Ahora bien, al mismo tiempo que el Estado argentino procuró un liberalismo civil, en cuanto a lo político se observó un estricto conservadurismo: se trató de una República altamente restrictiva, en donde el poder era detentado y decidido de manera autoritaria, y eventualmente fraudulenta, por la oligarquía (tanto civil como militar), en detrimento del resto mayoritario de la sociedad, imposibilitado de expresar su voluntad mediante sufragio, relegado a la expropiación, la explotación y la pobreza.

Este proceso político fue el resultado de un panorama socio-económico mundial, el de la División Internacional del Trabajo. Determinado por los requerimientos de Gran Bretaña, cuyas necesidades definieron los lineamientos del mercado internacional, la Argentina forjó un Modelo Agroexportador, en el que los asalariados, generalmente en condiciones paupérrimas, trabajaban los enormes latifundios, en manos de la oligarquía terrateniente. Se favoreció la exportación de materias primas y la entrada de bienes manufacturados y capitales extranjeros, enriqueciendo a los sectores de poder y generando un sistema económico subsidiario de las potencias europeas, es decir, periférico.

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