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EL PRÓCER LIBERTARIO: PEDRO PABLO CASTILLO


Enviado por   •  30 de Noviembre de 2011  •  3.065 Palabras (13 Páginas)  •  867 Visitas

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EL PRÓCER LIBERTARIO: PEDRO PABLO CASTILLO

Nació en el barrio de Candelaria el 29 de julio de 1780, de cuna humilde, desde joven muy creativo e inteligente y no se dejaba influir por la doctrina española de sometimiento, su amor por los explotados y los pobres lo llevó a convertirse en líder de la lucha independentista, murió olvidado por los lideres pro-españoles salvadoreños en una cárcel de la isla caribeña de Jamaica el 14 de agosto de 1817.

Cohetero de oficio, en 1805 se caso con Francisca Alegría Aquino, con ella procreó cuatro hijos. Residieron por algún tiempo en Cojutepeque y en el barrio capitalino de La Merced, lugar donde el gran artesano, prestó su casa para las reuniones y se involucró de lleno en el movimiento popular que lanzó el grito rebelde independentista del 5 de noviembre de 1811.

Castillo participó activamente como preparador de líderes, organizador y coordinador general de la revuelta, y fue el vínculo de la unidad de todos los sectores en el movimiento independentista frustrado del 5 de noviembre de 1811, llamado el Primer grito de independencia de Centroamérica.

Ese primer Grito de Independencia de Centro América se dio en San Salvador, y participaron los próceres: Pedro Pablo Castillo, José Matías Delgado, los hermanos Aguilar (Nicolás, Vicente y Manuel), Bernardo y Manuel José Arce, Juan M. Rodríguez, Domingo Antonio de Lara y muchos otros. Los hermanos Aguilar fueron unos grandes lideres populares de la Iglesia que fueron capturados por tal motivo. Dos fueron encarcelados y después de un tiempo liberados.

El movimiento del 5 de noviembre fue de gran avance en el logro de la independencia. En ese acto se desconoció la autoridad española, se proclamó la autonomía de la Intendencia. Con ese movimiento fue depuesto el intendente provincial don Antonio Gutiérrez y Ulloa y se cambió a casi todos los empleados gubernamentales nominados por la corona española y se puso en su lugar a las autoridades católicas y oligarcas criollos que le dieron la espalda a España al ver que el movimiento insurrecto estaba avanzando en toda la región, y palparon la posibilidad de libertarse del dominio mercantil, de impuestos y explotador al que eran sometidos por la corona.

El prócer Manuel José Arce, pronunció un emocionado discurso el día 5 de noviembre de 1811 y en él proclamó solemnemente la independencia de Centro América, dijo: No hay Rey, ni intendente, ni Capitán General, sólo le debemos obediencia a nuestro Alcalde. Sus palabras fueron recibidas con grandes demostraciones de júbilo por todos los patriotas.

La batalla armada se inició cuando obreros, estudiantes y campesinos organizados por Pedro Pablo Castillo confiscaron 3,000 fusiles y los fondos de las cajas reales, y con esto armaron un buen grupo para prepararse a luchar por la independencia.

Un mes más tarde después de una reunión, casi todos los lideres independentistas no le vieron futuro al proceso y abandonaron el intento, aceptaron el guante pacificador que les envió España desde Guatemala. Uno de los factores que culpaban eran los pocos fondos con que contaban las cajas reales y otro, las pocas armas, en comparación de la aplanadora española.

Con esas posturas, el movimiento en esa época se opacó. Castillo insinuó en proseguir la lucha y el consideraba que el único peligro para no lograr la independencia era el no lograr la unidad de las distintas gestas libertarias que ya soplaban otros sectores de las provincias. Ante las agresiones y amenazas de los españoles, aquel grito que buscaba ser la llama que incendiaría y unificaría las luchas soberanas y justas, se apagó y fracasó en su primordial objetivo, pero marcó en claro el camino que debían proseguir para lograr la victoriosa independencia centroamericana de España.

Castillo no se equivocó, a solo días que habían considerado algunos como no viable el proceso de independencia, en diciembre de ese mismo año, León, Granadas, Rivas y otras localidades de Nicaragua se insurreccionaron, lo que vino a fortalecer el sueño de Castillo, un mes más tarde, enero del l812 estalla Tegucigalpa, y Juan Manuel Rodríguez junto a Castillo trabajan arduamente en un nuevo intento insurreccional, y en diciembre de 1813 se descubrió en Guatemala la Conspiración de Belén, acto que estaría coordinado con otros movimientos centroamericanos.

El "fracaso político" del 5 de noviembre hizo que muchos lideres desmayaran y se abrazaran a la corona, pero en Castillo no disminuyó el espíritu independentista.

Nuevos lideres y perspectivas para reorganizarse se buscaron, y el incansable trabajo de Castillo, su liderazgo y capacidad entre todos los ciudadanos lo llevó a ser electo alcalde segundo de San Salvador en 1814, junto con el primer alcalde Juan Manuel Rodríguez (Alcalde constitucional). En esta posición Castillo no descansó para organizar un nuevo intento y el ser Alcalde segundo le facilitó organizar junto al grupo que lideraba Manuel Rodríguez, el siguiente intento independentista que mostró un potencial avance de unidad y soporte de distintos sectores en la intentona del 24 de enero de 1814. Castillo fue señalado por las autoridades españolas como "el principal autor de la infame insurrección". La urgencia de lanzar el movimiento era que se había jurado en ese año la Constitución Española en el 1812, y las autoridades del país y la región centroamericana, prácticamente quedaron vendidas al aceptar sin tapujo la imposición.

El Alcalde constitucional de San Salvador Juan Manuel Rodríguez a través de diálogos y la influencia que tenía con los sectores de la iglesia, se metió a buscar conseguir el apoyo de otros líderes y sectores provinciales. En organizar la hora y los últimos detalles estaban, cuando la rebelión fue detectada por los jefes españoles y un poderoso ejército se abalanzó contra el movimiento. A causa de los ataques sobre el nuevo movimiento unitario de independencia y los nuevos líderes natos, y en especial en contra los líderes de San Salvador, Pedro Pablo Castillo, al mando de unos 150 hombres ocupó la parroquia de San Francisco (ahora Mercado Ex Cuartel, en San Salvador).

Con esa gesta San Salvador comenzó a arder, la gente salió a las calles gritando libertad!! Y luego las tropas españolas y servilitas centroamericanas llegaron a buscar la rendición de Castillo, pero no se entregó, y desde la parroquia San Francisco un grupo de jóvenes heroicos y combatientes por la independencia de El Salvador opusieron fiera resistencia militar a las tropas que intentaban sofocar la revuelta. La parroquia fue el centro de toda la atención. Castillo batido en duelo de balas con el jefe militar español Zaldaña, logró superar la lucha

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