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“El principe” Maquiavelo Nicolás. Editorial Porrúa


Enviado por   •  9 de Septiembre de 2014  •  Tutoriales  •  5.544 Palabras (23 Páginas)  •  653 Visitas

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“EL PRINCIPE”

Maquiavelo Nicolás. Editorial Porrúa

Capitulo I

LAS DISTINTAS CLASES DE PRINCIPADOS Y LA FORMA EN QUE SE ADQUIEREN

Los principados son, o hereditarios, cuando una misma familia a reinado en ellos largo tiempo, o nuevos. Los nuevos, o lo son del todo, o son como miembros agregados al estado hereditario del príncipe que adquiere, los así adquiridos se adquieren por las amas o por las ajenas, por la suerte o por la virtud.

Capitulo II

LOS PRINCIPIADOS HEREDITARIOS

Es más fácil conservar un Estado hereditario, acostumbrado a una dinastía, que uno nuevo, ya que basta con no alterar el orden establecido por los príncipes anteriores, y contemporizar después con los cambios que pueden producirse.

Capitulo III

LOS PRINCIPADOS MIXTOS

Los estados que al adquirirse se agregan a uno más antiguo o son de la misma provincia, es muy fácil conservarlos, sobre todo cuando no están acostumbrados a vivir libres, y para afianzarse en el poder, basta con haber borrado de la línea del príncipe que los gobernaba porque siempre que se respeten sus costumbres y las ventajas que gozaban permanecen sosegados.

Solo con muchísima dificultad podrá perderlo.

Las colonias no cuestan, y son más fieles y entrañan menos peligro; y que los damnificados no pueden causar molestias, porque son pobres y están aislados.

El príncipe que anexe una provincia de costumbres, lengua y organización distintas a las de la suya, debe también convertirse en paladín y defensor, ingeniarse para debilitar a los de mayor poderío y cuidarse de que, bajo ningún pretexto, entre su estado un extranjero tan poderoso como él.

Capitulo IV

Todos los principados han sido gobernados de dos modos distintos; o por un príncipe que elige de entre sus siervos, que lo son todos los ministros que lo ayudaran a gobernar, o por un príncipe asistido por nobles, que no, a la gracia del señor, sino a la antigüedad de su linaje, deban la posición que ocupan. Estos nobles tienen Estados y súbditos propios, que los reconocen por señores. En los Estados gobernantes el príncipe goza de mayor autoridad; por que en toda la provincia no se reconoce soberano sino a él, y si se obedece a otro, a quien además no se le tiene particular amor, sólo se lo hace por tratarse de un ministro y magistrado del príncipe.

Capitulo V

MODO DE GOBERNAR LAS CIUDADES O PRINCIPADOS ANTES DE SER OCUPADOS, SE REGIAN POR SUS PROPIAS LEYES.

Hay tres modos de conservar un Estado que, antes de ser adquiridos, estaba acostumbrado a regirse por sus propias leyes y a vivir en libertad:

• Primero destruirlo;

• Depuse radicarse en él;

• Por último, dejarlo regir por sus leyes, obligando a pagar un tributo y establecer un gobierno compuesto por un corto número de personas, para que se encargue de velar por la conquista. Como ese gobierno sabe que nada puede sin la amistad y poder del príncipe, no ha de reparar con medios para conservar-una ciudad acostumbrada a vivir libre es destruirla. El único medio seguro de dominar una ciudad acostumbrada a vivir a vivir libre es destruirla. Quien se haga dueño de una ciudad así y no la aplaste, espere a ser aplastado por ella.

Capitulo VI

LOS PRINCIPIADOS NUEVOS QUE SE ADQUIEREN CON LAS ARMAS PROPIAS Y EL TALENTO PERSONAL

Estos se adquieren el principado con dificultades, pero lo conservan sin sobresaltos, las dificultades nacen en parte de las nuevas leyes y costumbres que se ven obligados a implementar para fundar el estado y proveer de seguridad. Los revolucionarios tropiezan con grandes dificultades, que todos los peligros surgen en su camino y que sólo con gran valor pueden superarlos; pero vencidos los obstáculos, y una ves que han hecho desaparecer a los que tenían envidia de sus virtudes, viven poderosos, seguros, honrados y felices.

El simple ciudadano llegó a ser príncipe sin tener otra deuda con el azar que la ocasión; y solo fue por los meritos que hizo para que lo eligieran príncipe.

Capitulo VII

El príncipe nuevo que crea necesario defenderse de enemigos, conquistar amigos, vencer por la fuerza o por fraude, hacerse amar o temer de los habitantes, respetar y obedecer por los soldados, matar a los que puedan perjudicarlo, remplazar con nuevas leyes antiguas, ser severo y amable, magnánimo y liberar, disolver milicias infieles, crear nuevas , conservar la amistad de reyes y príncipes de buen grado o lo ataquen con recelos; el que juzgue indispensable hacer esto.

Capitulo x

COMO DEBEN MEDIRSE LAS FUERZA DE TODOS LOS PRINCIPADOS

Si un príncipe posee un estado tal que pueda sostenerse por sí mismo, si tiene en tal caso, que recurrir a la ayuda de otros.

Un príncipe que gobierne una plaza fuerte y a quien el pueblo no odie, ni puede ser atacado pero si lo fuese, el atacante se vería obligado sin gloria, por que son tan variables las cosas de este mundo que es imposible que alguien permanezca con sus ejércitos un año sitiado ocasionalmente a una ciudad.

Capitulo XI

PRINCIPADOS ECLESIASTICOS

Los principados eclesiásticos son aquellos que todas las dificultades existen antes de poseerlos, pues se adquieren o por valor o por suerte, y se conservan sin el uno ni la otra dado que se apoyan en antiguas instituciones religiosas que son tan potentes y de tal calidad, que mantiene a sus príncipes en el poder sea cual sea

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