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El hombre en busca de sentido

Este libro está en modo autobiográfico, el escritor “Viktor Frankl” habla sobre la experiencia que vivió en los campos de concentración en Alemania. Y habla también de la forma que los soldados maltrataban a los prisioneros y a su vez explicaba como indicaban la vida en el campo de concentración.

Muchos de aquellos prisioneros ya habían perdido la esperanza y la voluntad de vivir que lo que hacían era disfrutar de sus últimos días, ya que cuando se veía un grupo de prisioneros fumar cigarrillos en vez de cambiarlos por comida se sabía que habían renunciado a confiar en su fuerza para seguir adelante y que, una vez perdida la voluntad de vivir, rara vez se recobraba..

En el campo de concentración había dos tipos de prisioneros uno era el más débil que era el que llevaba los trabajos máspesados y recibía maltratos de los soldados y de los capos , estos capos eran prisioneros con mayor privilegio y a veces ellos solían maltratar peor que los mismos soldados. Los capos nunca padecían de hambre de hecho muchos de ellos la pasaron mucho mejor en los campos que en toda su vida.

Ya llegando al campo de concentración en este caso a Auschwitz,al prisionero se le quitaban sus objetos personales y sus documentos de identidad y se les identificaban con número, después se hacía una primera selección agrupaban a los enfermos, deformes, débiles en conclusión a los que tenías algo que les impedía trabajar y los enviaban a alguno de los campos centrales, provistosde crematorios y cámaras de gas.

Viktor Frankl decía que él era un númeromás el número119.104. , de hecho el la mayor parte estuvo cavando y tendiendo traviesas para el ferrocarril y en una ocasión le toco cavar en un túnel sin ayuda, y este hecho lo ayudo a que le dieran como regalo los famosos cupones de premio.

De hecho no cabe duda que todas estas personas sufrieron muchísimo y para poder aliviar su sufrimiento se llegó a crear una especie de terapias de grupo basadas en el humor.

También en el campo no estaba permitido impedirle a alguien que se suicidara, por ejemplo, no se permitía cortar la cuerda de quien se iba a ahorcar. Por eso mismo había que impedir que se llegara a tal extremo, para ellos se usaba un método y se le buscaba a la vida del individuo una meta, con el fin que le diera sentido de no suicidarse y luchar contra la adversidad del campo de concentración.

En la segunda fase de internamiento en el campo concluye con un análisis de los guardas en el que pueden comprender que no todos los guardas eran gente cruel.

Fase tres Después de ser liberados, el prisionero, por extraño que parezca, no se sentía feliz, habían perdido el sentimiento y tenía que ir recuperando poco a poco.

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