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LA MANIFESTACIÓN IDEOLÓGICA DE JOSÉ HERNÁNDEZ EN EL MARTÍN FIERRO


Enviado por   •  19 de Septiembre de 2014  •  2.279 Palabras (10 Páginas)  •  250 Visitas

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En el presente trabajo trataré de argumentar, a través de la lectura, análisis e interpretación del material al alcance de mis manos, qué intereses (políticos, económicos, sociales, culturales, etc.) defiende José Hernández en su obra. Porque sin duda, se puede sostener que todo pensamiento del hombre responde o pertenece a una línea ideológica. En este caso Hernández al escribir el Martín Fierro no es la excepción.

Para llevar a cabo este análisis y, consecuentemente, un planteo teórico es fundamental dividir a dicha obra en sus dos partes porque ambas pertenecen a contextos socio-político y económico diferentes de la vida de José Hernández. La primera parte fue publicada en 1872 y la segunda en 1879.

En definitiva el tratado del papel que José Hernández cumple en estos contextos, permitirá establecer cuáles y el porqué de los intereses que defiende. A su vez, esto se irá aclarando junto a la explicación de la obra.

Parte I

El gaucho Martín Fierro

En esta primera etapa será necesario explorar en su vida pre-adolescente y adolescente, y su papel en el contexto socio-político y económico que comprende desde 1852 hasta la fecha en que fue publicada esta parte, es decir, 1872.

La experiencia vivida en la pre-adolescencia y adolescencia fue vital para que luego de unas décadas escribiera el Martín Fierro. Vital porque, más allá de que el destino lo determinara, sufría de una enfermedad que obligó a su familia trasladarse al campo para que pueda curarse. Es allí donde Hernández culmina su niñez y comienza su vida adolescente. Y es allí también donde empieza a interesarse por la cotidianeidad de este lugar alejado de la vida urbana.

En tal sentido se interesó por observar los rudos trabajos de ganadería que, bajo la dirección de su padre, practicaban los gauchos. Es así como Hernández asimila los conocimientos de la vida gauchesca. Al respecto Hernández afirma:”por asimilación, por la cuna, soy hijo de gaucho. Hermano de gaucho, he sido gaucho. He vivido en los campamentos, desiertos y bosques, viéndolos padecer, pelear y morir; abnegados, sufridos, humildes, desinteresados y heroicos”. Y de ahí viene la vitalidad de esta etapa, que mencionaba anteriormente, para que se inspirara en una obra como la del Martín Fierro.

Por tal razón Hernández describe al inicio de la primera parte de su obra cómo es la vida del gaucho, en este caso de Martín Fierro, en la estancia. Vida, tranquila, que se acabaría un día cuando en una pulpería fue obligado, entre otros, a ir a la frontera.

Pero resulta aun más necesario contemplar el papel de Hernández en el contexto que comprende desde los últimos tiempos de Juan Manuel de Rosas en el gobierno hasta la fecha de publicación de esta parte lo que, por un lado, nos permitirá apreciar el pensamiento que poco a poco va adquiriendo, y, por otro lado, nos llevará al enfrentamiento con Sarmiento. Todo lo que al fin guiará a enfocarse en el por qué Martín Fierro es llevado a la frontera, tratado de la manera en que describe y huye con su amigo Cruz al desierto, cuando escribe esta primera parte.

En cierta medida Hernández coincidió con las políticas de Rosas. Por ejemplo, con la autonomía de las provincias y, consecuentemente, con la descentralización de país. Por lo tanto iba en contra de las ideas unitarias. Entonces en un principio no coincidió con el Gral. Justo José de Urquiza con el hecho de derrotar a Rosas en la batalla de Caseros en 1852. Pero unos años más tarde, en 1858, de la revolución del 11 de septiembre de 1852, que dividió a buenos aires del resto del país, decide trasladarse a la provincia de Entre Ríos. Al encontrar en el Estado de Buenos Aires un grupo político al mando del poder que quería una hegemonía de dicho Estado, razón de esta revolución, y que tenía un ideal de persona europea por lo que despreciaban a los sectores más bajos de la sociedad que, en su mayoría, vivían en el campo y el interior. Es allí donde encuentra el lugar más adecuado para expresar sus ideales de federal reformista. Después de la derrota de la confederación argentina en Cepeda (1859) y Pavón (1861) se traslada a Corriente. Es aquí donde, tras la muerte de “Chacho”Peñaloza, caudillo riojano, escribe y publica “la vida del Chacho” con fuertes críticas hacia Sarmiento quien era en ese momento gobernador interino de San Juan. Como se puede apreciar, paulatinamente, se va delineando el enfrentamiento entre ambos.

En este marco se comienza a aplicar con mayor rigurosidad la ley de leva que se había creado con el fin de reclutar individuos por escases de mano de obra y de soldados para defender la frontera por los ataques de los indígenas. Esos individuos eran llevados por ser considerados “vagos”.

Ingresando, ahora, en el período de la presidencia de sarmiento, en 1868 Hernández deja corrientes y se traslada a Buenos Aires donde inicia una lucha periodística. Funda el diario “El Rio de la Plata” que lo utiliza para defender a los gauchos frente a las políticas de Sarmiento. Por criticarlo duramente el diario fue clausurado en 1870. En este año se produce el asesinato de Urquiza, lo cual lleva a un levantamiento militar liderado por Ricardo López Jordán contra el presidente. Esta situación es aprovechada por Hernández quien se suma a la causa. Sin embargo Jordán es derrotado lo cual obligó al defensor de los gauchos a huir a Brasil. Luego de un año, en 1871, vuelve a Buenos Aires y en 1872 publica la primera parte de su obra. De esta manera llegamos a tratar cuales eran los ideales de sarmiento.

En definitiva resulta evidente que, al analizar el contexto socio-político y económico del antes y del momento en que fue escrita la primera parte del Martín Fierro, hay un enfrentamiento claramente marcado entre Hernández y Sarmiento.

Esta diferencia se debe a que Sarmiento tenía un ideal de persona europeizada. Es decir que para el presidente de la Argentina en ese momento, basándose en las costumbres o forma de vida europea, el hombre (el argentino) debía ser culto y educado lo cual implicaba conocimientos, modales, ideales de superioridad, etc. En fin significaba ser civilizado. Decía: "Quisiéramos apartar de toda cuestión social americana a los salvajes por quienes sentimos sin poderlo remediar, una invencible repugnancia". En una carta le aconsejaba a Mitre: "no trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos esos salvajes".Ideales que lo llevaron a escribir civilización y barbarie.

Entonces es el rechazo a los ideales de Sarmiento

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