Marx Para Principiantes, De Rius

Un tema que llamó mucho mi atención, en este libro, fue la idea de que la composición de las sociedades humanas y su evolución histórica tienen su motor en la lucha de clases. A medida que avanzaba en la lectura, diferentes puntos abordados por el autor me recordaban que hoy en día, la lucha de clases es lo que está moldeando el nuevo orden mundial, que se empezó a instaurar en el mundo desde los años 80’s y principalmente 90’s del siglo XX; y que este fenómeno se encuentra también enmarcado en un contexto histórico de la humanidad de, por decirlo de forma coloquial, un “estira y afloja” entre clases sociales. También me volví a convencer de que lo que estamos presenciando en el mundo y en nuestro país (en los ámbitos legal, político, económico y social) son consecuencia de una transición entre 2 variantes dentro del modelo económico capitalista, frutos ambos de 2 puntos de equilibrio en la lucha de clases entre el gran capital y los ciudadanos trabajadores, en dos momentos históricos diferentes. El primero, en el contexto la necesidad de control del estado sobre las economías, de reconstrucción después de la segunda guerra mundial y de fomento al consumo en una economía de tipo keynesiana; así como de contención, en lo político, del avance de la amenaza comunista durante la guerra fría; todo lo cual implicaba cierto mejoramiento del nivel de vida de los trabajadores. El segundo, ante la perspectiva de la desaparición del bloque socialista en Europa; es decir frente el fin de la necesidad de ofrecer concesiones sociales a las clases trabajadoras. Estas dos variantes del modelo económico capitalista; el del modelo keynesiano de la postguerra y el del modelo neoliberal de finales del siglo XX, necesitan ambas de un marco legal para poder funcionar económica, política y socialmente; ya que implican la existencia de concesiones sociales o la desaparición de las mismas, como condiciones necesarias para el funcionamiento de cada una.

En el caso de nuestro país, por ejemplo, se pueden reconocer en el sistema legal, leyes o fenómenos legales que obedecen a la necesidad de implementar uno u otro de estos dos modelos económicos. Por una parte, la nacionalización de los recursos naturales, de la infraestructura industrial y la creación misma de un estado nacional fuertemente interventor en la economía, a principios de siglo, obedeció a la necesidad de una industrialización que fomentara el nacimiento y crecimiento de un empresariado nacional, poco interesado o en escasas condiciones de invertir en la creación de infraestructura industrial nacional cara y poco rentable de forma inmediata. Por otra parte, la creación de leyes de bienestar social (leyes de protección al trabajador, de seguridad social, de escolaridad pública, o incluso de derechos sociales y humanos, etc.) se explican por la necesidad de atender, al menos en parte, las demandas sociales surgidas durante la revolución mexicana, con el fin de contenerlas, y darles un cauce a conveniencia del capital (por medio del sindicalismo oficial); y por darle de esta forma al régimen, una cierta estabilidad que evitara la irrupción en México de revoluciones socialistas. Hoy en día, sin embargo, las reformas legales emprendidas en el mundo y en México, indican la aparición de un nuevo equilibrio en la lucha de clases,

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