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Enviado por   •  10 de Julio de 2014  •  1.171 Palabras (5 Páginas)  •  293 Visitas

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Los Comechingones: Las Sierras Centrales constituyen un peculiar ámbito geocultural, limitado hacia el norte y el nordeste por el Chaco; hacia el noroeste la llama da Área Andina Meridional y hacia el sur por las llanuras de la Pampa. Sabemos que las Sierras Centrales estuvieron habitadas desde hace unos 8.000 años y también podemos afirmar que tanto los comechingones como sus hermanos zonales, los sanavirones se fueron configurando como una cultura definida desde el año 500 a.C.

Los comechingones son la etnia correspondiente a las sierras del oeste de la provincia de Córdoba y estaban organizados en dos parcialidades: los henia al norte y los camiare al sur.

Los primeros cronistas nos hablan de “barbudos como nosotros” o también de “la provincia de los comechingones, que es la gente barbuda... Parecería que el atributo de la barba llamó la atención de los españoles, peculiaridad que pasó a través del tiempo como uno de los rasgos identificatorios de estas comunidades.

Los comechingones eran agricultores de maíz, porotos y zapallos. Utilizaban el regadío artificial sobre campos de cultivo de gran extensión que también impresionó a los conquistadores. Practicaban la conservación del cereal en silos subterráneos. Aunque sin el grado de desarrollo alcanzado por las comunidades diaguitas, la vida agrícola de esta cultura ofrecía un patrón similar a al cultura del Asca Andina Meridional. Fueron pastores, practicando la crianza de llamas y en menor medida cazadores y recolectores.

En lo que se refiere a las principales industrias, la cerámica no tuvo un gran desarrollo; sí, en cambio, el tejido, la piedra y el hueso. La metalurgia es casi inexistente.

RECURSOS ECONÓMICOS Y TÉCNICOS: El cultivo de maíz, de quinua y de porotos; la cría de llamas y la caza de guanacos, ciervos, vizcachas y tucutucus constituyeron los principales recursos económicos de estos indios. Sabían mejorar sus cultivos regándolos mediante acequias; pero frecuentemente se les malograban con las sequías y grandes mangas de langostas. La recolección de frutos silvestres, especialmente de chañar y algarroba, constituía también un buen recurso para la vida económica de los comechingones. Con algarroba elaboraban aloja, bebida fermentada con la que acostumbraban embriagarse.

Para la cocción de alimentos utilizaban vasijas alfareras sobre fogones que encendían por el difundido procedimiento de fricción, haciendo girar una varilla de madera dura sobre una tabla de madera blanda. También tenían hornos subterráneos.

En el cuenco de morteros de piedra hechos en grandes cantos rodados, u horadados en la roca viva, trituraban el maíz y los frutos silvestres, con una piedra alargada, a manera de majadero.También utilizaban para la molienda, conanas: consisten en una piedra tabular con una depresión alargada dentro de la cual se molía deslizando a lo largo un canto rodado con una cara plana. También se utilizaron pequeños morteros y conanas para triturar especias y para substancias colorantes.

Su alfarería era pobre en formas y en decoración (guardas geométricas incisas). Parte de dicha alfarería ha sido modelada sobre cestos, a manera de hormas, y utilizando mallas de fibra de caraguatá; circunstancia que nos permite conocer su cestería y la técnica de sus redes.

Algunos testimonios documentales se refieren a los tejidos de lana de estos indígenas; industria cuya difusión confirman multitud de torteros o "fusaiolas", generalmente de barro cocido, muchos de ellos decorados con dibujos geométricos incisos, hallados en las sierras de Córdoba.

En la industria líctica, las piezas talladas de mayor perfección son las puntas de flechas (de pedernal o "sílex"); también se encuentran raspadores, cuchillos, perforadores, raederas y adornos. Abundan especialmente las hachas finamente pulidas.

La metalurgia parece haberse reducido

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