Revaloración De Los Simbolos Patrios

REVALORACIÓN DE LOS SÍMBOLOS PATRIOS

Los Símbolos Patrios son los que representan a nuestro país, forman parte de nuestra historia y en nuestra patria son el rostro de la tierra que nos vió nacer, por lo que nos unifican como nación.

La patria tiene como grandes Símbolos a la Bandera, el Escudo y el Himno Nacional, a los que, desde muy pequeños se nos debe de enseñar a valorar, pues estos Símbolos nos enaltecen como verdaderos mexicanos.

De acuerdo con una de las culturas nahuatecas y según el mito contado por algunos historiadores, éstos buscaron por más de trescientos años de peregrinar la señal que su Dios Huitzilopoztli les había encomendado y donde la encontraran tendrían que levantar un gran imperio. Esta cultura en su constante búsqueda pasó por hambres, enfermedades, miserias, amarguras; varios murieron en el camino pero había algo en ellos que los mantenía en pie. Un día encontraron la señal que su Dios les había mencionado; hallaron en un islote un águila devorando una serpiente posada sobre un nopal, ahí se hincaron, lloraron de alegría, pues habían encontrado el lugar indicado. Trabajaron arduamente y levantaron con el paso del tiempo la “Gran Tenochtitlan”, y a esta cultura llamada Azteca, se le reconoce como la que dió origen a uno de los Símbolos Patrios: El Escudo Nacional.

La Bandera Nacional ha tenido diferentes modificaciones en relación a la posición del águila, ya que existió en nuestro país un poder imperialista a través de Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero cuando ambos firmaron el Plan de Iguala el 27 de septiembre de 1821, quedando así toda América libre e independiente. Es importante mencionar, que la Bandera estaba formada por un lienzo de tres colores verticales dando a cada color un significado: el verde simboliza la independencia, el blanco la pureza y el rojo la unión. En el centro, un águila que a su vez tenía en la cabeza una corona en representación del poder imperial. Con algunos presidentes nuestro Escudo ha tenido diversos cambios como lo fueron en los gobiernos de Porfirio Díaz, Francisco I Madero, Venustiano Carranza, entre otros.

En uno de los periodos de Antonio López de Santa Anna se cantó por primera vez el Himno Nacional, siendo éste creado por Francisco González Bocanegra en la letra y Jaime Nunó en la música y su estreno fue el 15 de septiembre de 1854. El Himno Nacional Mexicano está considerado por muchos críticos y expertos entre los más bellos del mundo, pero sobre todo, cada vez que lo entonamos se refrenda el compromiso que cada uno de nosotros tenemos con la tierra que nos vió nacer.

Sin embargo, a pesar de todos los hechos gloriosos que rodean a nuestros Símbolos Patrios y de la opinión que expertos nacionales y extranjeros puedan expresar de ellos, valdría la pena dedicar un tiempo para cuestionarnos: ¿Existe realmente amor y respeto hacia nuestros Símbolos Patrios por parte de la sociedad mexicana actual? ¿Se puede apreciar una pérdida de valores cívicos?

Hoy en día, observamos que en muchas instituciones educativas no se llevan a cabo los honores a la Bandera y en aquellas donde sí se realizan ceremonias cívicas, una gran parte de los estudiantes no guardan el respeto que corresponde a los Símbolos Patrios, aun delante de los profesores, quienes parecen haber renunciado a su responsabilidad en la formación de niños y jóvenes orgullosos de sus raíces, comprometidos con la patria. La familia, como institución, también desempeña un papel importante en el fomento de los valores cívicos, pues en su seno se empieza a formar desde la edad temprana a los niños y niñas que más tarde como jóvenes, se irán insertando en la sociedad, pero ¿tendrán tiempo los padres de esta época para educar a sus hijos? Y de ser así, ¿tendrán ellos la formación cívica que se requiere para predicar con el ejemplo?, pues no hay que olvidar que debe existir congruencia entre lo que se dice y lo que se hace, de lo contrario es como querer sembrar en un suelo estéril. No se puede esperar que se fortalezcan dichos valores en los niños o jóvenes, cuando ellos observan que los adultos no los practican. Este tipo de educación dentro de las familias de hoy, parece reducirse a entonar el Himno Nacional “con mucho fervor”, durante un partido de la selección nacional de fútbol.

Por otra parte, es lamentable apreciar como nuestras autoridades de cualquier nivel, carecen también de formación cívica y por tanto, se comportan irrespetuosamente hacia los símbolos que nos distinguen universalmente como nación. ¿Cuántas veces nos hemos dado cuenta que quienes presiden un acto cívico no saludan a la Bandera y hasta desconocen la letra correcta del Himno Nacional? Sin embargo, al ser interrogados al respecto le restan importancia. En una ocasión a la que escribe se le ocurrió cuestionar a

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