Los 7 Saberes De La Educación Para El Futuro

Ensayo “Los 7 Saberes de la Educación para el Futuro”

1. LAS CEGUERAS DEL CONOCIMIENTO : EL ERROR Y LA ILUSIÓN

Es necesario que como seres pensantes que somos estemos conscientes de que todo conocimiento conlleva riesgo de un error y de una ilusión. En este texto el autor cita que la educación, cuyo objetivo esencial es comunicar los conocimientos, debe permanecer a ciegas ante las imperfecciones, dificultades y tendencias así como tanto al error y a la ilusión que un conocimiento puede poseer. La preocupación debe ser, por lo tanto: conocer lo que es conocer, y así afrontar riesgos permanentes de error e ilusión que no dejan de estar presente en la mente humana. Es necesario introducir y desarrollar en la educación el estudio de las características cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano, de sus procesos y modalidades, de las disposiciones tanto síquicas como culturales que permiten arriesgar el error o la ilusión. Porque no debemos olvidar un alumno que se equivoca es un alumno que está aprendiendo, y si llegara a superar su error podrá lograr la racionalidad.

Por lo que Morín concluye que si la primera tarea es la de enseñar un conocimiento que forme a la humanidad para criticar el conocimiento; el primer objetivo de la educación del futuro será apropiar a cada uno de los alumnos de la capacidad para detectar y superar los errores e ilusiones del mismo, en un escenario social de reflexión, crítica y, sobre todo, de convencimiento ideológico.

2. LOS PRINCIPIOS DE UN CONOCIMIENTO PERTINENTE

Dentro de este saber se explica algo fundamental para la educación: la contextualización. El autor resalta tres aspectos importantes dentro de dicho aspecto:

• El contexto: El conocimiento de las informaciones de un modo aislado es insuficiente, debe estar ubicado en su contexto para que tenga un sentido.

• Lo global: las relaciones entre las partes y el todo en un mundo complejo.

• Lo multidimensional: Las unidades complejas son multidimensionales.

Para el autor la educación debe promover una "inteligencia general" apta para referirse al contexto, a lo global, a lo multidimensional y a la interacción compleja de los elementos. Digamos que es necesario desarrollar la aptitud natural de la inteligencia humana para ubicar todas sus informaciones en un contexto y en un conjunto. Es necesario enseñar los métodos que permitan aprender a establecer relaciones mutuas y las influencias recíprocas que hay entre las partes y el todo en un mundo complejo, logrando así una persona educada capaz de adaptarse.

3. ENSEÑAR LA CONDICIÓN HUMANA

El autor cita: “La educación del futuro deberá ser una enseñanza primera y universal centrada en la condición humana”, por lo inferimos que la educación del futuro deberá velar, también por que la idea de unidad de la especie humana no borre la de su diversidad, y viceversa.

Existe también una diversidad biológica en el seno de la unidad humana; no sólo hay una unidad cerebral sino mental, síquica, afectiva e intelectual. Además, las culturas y las sociedades más diversas tienen principios generadores u organizadores comunes. Es la unidad humana la que lleva los principios de sus múltiples diversidades. Comprender lo humano, es comprender su unidad en la diversidad, su diversidad en la unidad.

La educación deberá ilustrar este principio de unidad/diversidad en todos los campos, hay que restaurar de tal manera que cada uno, desde donde esté, tome conocimiento y conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad común a todos los demás humanos, y los educadores deben tomar conciencia del ser hipercomplejo que es el ser humano.

Por lo que Morín confirma que conocer el ser Humano es situarlo en el universo y, al mismo tiempo, separarlo de él: la humanidad debe reconocerse en su humanidad común y, al mismo tiempo, reconocer la diversidad cultural implícita en todo lo humano.

Así que la educación debería mostrar e ilustrar el Destino con las múltiples facetas del humano: el destino de la especie humana, el destino individual, el destino social, el destino histórico, todos los destinos entrelazados e inseparables. Así, una de las vocaciones esenciales de la educación del futuro será el examen y el estudio de la complejidad humana.

4. ENSEÑAR LA IDENTIDAD TERRENAL

El tesoro de la humanidad está en su diversidad creadora, pero la fuente de su creatividad está en su unidad. La perspectiva planetaria es imprescindible en la educación. Pero, no sólo para percibir mejor los problemas, sino para elaborar un auténtico sentimiento de pertenencia a nuestra Tierra considerada como última y primera patria. Es imprescindible para el desarrollo de la conciencia antropológica, ecológica, cívica y espiritual.

En la actualidad, la tecnología acerca la diversidad humana y contribuye para comenzar a caminar hacia un nuevo destino, el cual en la voz de Morin, es volver a relacionar las culturas, volver a unir lo disperso. Por lo que el reconocimiento de la identidad terrenal que será cada vez más indispensable para cada uno y para todos debe convertirse en uno de los mayores objetos de la educación.

5. ENFRENTAR LAS INCERTIDUMBRES

Vivimos en un mundo en el cual no se sabe que nos deparará el destino, incuso las relaciones afectivas se han desligado de "lo seguro", lo cual se ve reflejado en las relaciones de los concubinatos o convivencias de pareja que cada vez son más comunes.

El conocimiento que procuramos que los educandos desarrollen se da en un contexto de incertidumbre cerebral, (porque nunca es reflejo absoluto de lo real) psíquica (porque no hay conocimiento sin interpretación) y epistemológica (la certeza parece no existir).

Las ciencias nos han hecho adquirir muchas certezas, pero de la misma manera nos han revelado innumerables campos de incertidumbre. La educación debería comprender la enseñanza de las incertidumbres que han aparecido en las ciencias físicas, en las ciencias de la evolución biológica y en las ciencias históricas.

El autor apunta que una vez que tomamos una decisión, comienza a operar el concepto ecología de la acción y se desencadena una serie de acciones y reacciones que afectan al sistema global y no podemos predecir.

Por último debemos integrar la incertidumbre en la esperanza. Esto, en otras palabras, es la apuesta; por lo que nos invita a confiar en la aventura de la vida; la cual siempre

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