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Cartas Fianzas


Enviado por   •  29 de Mayo de 2015  •  892 Palabras (4 Páginas)  •  304 Visitas

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2. PARTES INTERVINIENTES Y OTROS ELEMENTOS

1. Partes intervinientes

En un aval bancario intervienen tres partes:

a) Avalista: Es la entidad financiera que emite el aval a petición de uno de sus clientes.

b) Beneficiario: Es la persona o entidad ante la que la entidad financiera se compromete, es decir, la que exigirá al Banco o Caja de ahorros que lo ha emitido que le pague su importe si el avalado no ha cumplido.

c) Avalado: Es el cliente de la entidad financiera que solicita a ésta que lo afiance ante un tercero. Normalmente, será el cliente el deudor del beneficiario, pero en ocasiones resulta posible que el cliente solicite que se avale a un tercero, el verdadero deudor (por ejemplo, un familiar o el cónyuge del cliente).

2. Elementos importantes

El aval bancario se formaliza en una carta o documento emitido por la entidad financiera y en el que deben constar con claridad:

a) Quién es el avalado y quién el beneficiario.

b) Cuál es concretamente la obligación garantizada (los suministros derivados de un contrato, el pago aplazado de un material, etc.)

c) El importe máximo que se garantiza: Los avales bancarios siempre fijan una cantidad máxima, que es la que la Entidad Financiera debe abonar en el supuesto de incumplimiento del avalado.

Esta cantidad debe figurar claramente indicada, junto a su divisa, y debería indicarse también si puede exigirse el importe del aval en un solo pago o también en varios.

d) Los requisitos que la entidad financiera exigirá para el pago (por ejemplo, si el beneficiario debe adjuntar documentación que acredite que el avalado no ha cumplido).

e) El vencimiento o fecha a partir de la cual el aval deja de tener vigencia.

3. VENTAJAS E INCONVENIENTES

Para el cliente de una entidad financiera la concesión de un aval tiene las siguientes ventajas:

• Coste: El coste de solicitar y obtener un aval es inferior al de solicitar un préstamo o inmovilizar dinero. Imaginemos, por ejemplo, que el propietario de un piso que deseamos arrendar nos exija que le garanticemos un importe equivalente a la renta de 6 mensualidades.

Podríamos solicitar un préstamo a corto plazo, pero el coste resultaría muy elevado; también cabría la opción de proporcionar una fianza al propietario por esos 6 meses, pero inmovilizar ese importe también sería muy costoso además de generar otros inconvenientes adicionales. En lugar de lo anterior, podríamos pedir un aval a una entidad financiera, lo que conllevaría un coste bastante más aceptable:

Por una parte el Banco o Caja nos cobraría unas comisiones periódicas mientras el aval se encontrase vigente; por otra, tendríamos que pagar los gastos notariales derivados de suscribir una póliza de contragarantía, pues con toda seguridad la entidad financiera nos exigiría que se documentase notarialmente que “una vez ésta hubiese pagado el aval, si se lo hubiera

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