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Enfoque Humanista


Enviado por   •  28 de Octubre de 2013  •  1.869 Palabras (8 Páginas)  •  452 Visitas

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Enfoque humanista de la personalidad: Carl Rogers

Por

Diana Pino

Universidad Central del Ecuador

Quito-Ecuador

2013

El presente ensayo hace referencia a teoría humanista de la personalidad según Carl Rogers intenta dar una explicación concisa y pequeña de las definiciones básicas en la que se desarrolla su teoría. También se dan datos bibliográficos del autor; el material del cual fue tomado en el ensayo está inclinado hacia el aspecto psicológico de este autor, con respecto a la formación de la personalidad de un individuo, viendo al ser humano como un ser completo, capaz de solucionar a través de sus capacidades inherentes, los problemas que puedan llegar a surgir a lo largo de su vida. “La vida buena es un proceso, no un estado del ser. Es una dirección, no un destino”. (Carl Rogers 1961)

Carl Rogers creo y propago la terapia “centrada en el cliente”, fue el pionero del movimiento de los grupos de encuentro y uno de los fundadores de la psicología humanista.

La conducta del hombre es exquisitamente racional y avanza con una complejidad sutil y ordenada hacia las metas que su organismo lucha por conseguir. La tragedia, para la mayoría de nosotros, consiste en que nuestras defensas no nos permiten estar al tanto de nuestra racionalidad, de ahí que caminamos conscientemente en una dirección mientras que orgánicamente vamos hacia otra. (Rogers, 1969, p. 29)

Nació en Oak Park, Illinois, USA, el 8 de enero de 1902, cuarto de seis hermanos, de una familia religiosa. Al terminar sus estudios básicos, estudió historia en la universidad de Wisconsin, e ingreso luego en Nueva York al Seminario de Unión Teológica. Después de dos años de estudios teológicos se traslado a la universidad de Columbia y se dedico a la psicología clínica y educacional. Recibió su doctorado en 1931. Carl Rogers fue profesor de varias universidades: Ohio, Chicago, Wisconsin, y en el transcurso del tiempo dio vida a la ya mundialmente conocida terapia no directiva o terapia centrada en el cliente. Rogers, trabajo en el Western Behabioral Sciences Institute of the Person de La Joya, California.

La teoría de Rogers, debido en parte a la gran empatía de su autor, suscitó gran entusiasmo en Europa y América, y hasta la actualidad se ha aplicado a diversas áreas de la psicología: clínica, consejería, educación, relaciones humanas, industria, relaciones matrimoniales, etc. En unión de otros psicólogos, formo en 1968 el Centro de Estudios de la Persona, en La joya, desde donde ha influenció vastamente el desarrollo de la psicología, especialmente de la terapia. La teoría de Rogers se origino principalmente de sus propias experiencias clínicas; una de sus premisas fundamental es la suposición de que la gente utiliza su experiencia para definirse a sí misma. En sus principales trabajos teóricos (1959) define varios conceptos de base con los cuales esboza teorías de la personalidad y modelos de terapia, cambios de la personalidad y las relaciones interpersonales estos modelos teóricos establecen que las personas pueden idear y modificar la opinión que tienen de sí mismas.

Rogers habla sobre la naturaleza del hombre, dice que el hombre es esencialmente un ser racional, social, progresivo y realista. La tendencia fundamental del hombre es una predisposición a la autorealización, crecer, a actuar en su propio organismo. Por eso el hombre tiene en si toda la suficiencia de autorealización y las dilatará si las condiciones son propicias. Expone que el sostén de toda la experiencia es el organismo y este se actualiza mediante la experiencia, cuya totalidad forman el campo fenomenológico del individuo. Ente campo fenomenológico forma el “marco de referencia” de la persona y en ese cuadro hay experiencias conscientes con una connotación simbólica y experiencias inconscientes no simbólicas. El precepto máximo de mí actuar debe ser un amplio encuentro con mi propio organismo.

El yo desarrolla a medida que el organismo se va actuando en el niño, paso a paso este se va dando cuenta de que existe, de que obra y en comunicación con el ambiente, especialmente en el ambiente de las otras personas, la consciencia que existe se configura en una concepción de sí. Por lo tanto el yo tiene elementos de percepciones del Yo personal y de percepciones de cómo ese yo personal se vincula con los demás. A medida que se va desarrollando el concepto de sí mismo, el individuo advierte la una necesidad progresiva de ser estimado, de sentirse a sí mismo como el motivo de una experiencia firme y provechosa en otros sujetos. Esta necesidad de apreciarse estimado se manifiesta de la siguiente forma, si alguien se siente estimado por un aspecto de su conducta, se siente al mismo tiempo estimado en toda su persona, de igual manera seria en el caso de la no estima. Es tan significativa la necesidad de ser estimado que la experiencias se valúan no fundamentados en la regla “del encuentro con el propio organismo” si fundamentándose en la apreciación de las personas del ambiente que son relevantes y de las que se espera aprecio. De esta necesidad de ser estimado, valorado se orina la necesidad de estimarse, valorarse auténticamente y esto se hace integrando las valoraciones que los otros hacen sobre uno mismo.

Cuando un individuo se percibe mas o menos digno, valorado, estimado por las personas significativas para el fomenta una estima de si correspondiente a esa percepción y algunas conductas o impulsos se evitan específicamente porque afectarían a esa estima de sí , es en este en que la dignidad personal alcanza ciertas condiciones no es total no es incondicional por parte de otros y esto marcaría una gran diferencia en el individuo,

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