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Ensayo De Inteligencia Emocional


Enviado por   •  23 de Abril de 2014  •  2.659 Palabras (11 Páginas)  •  325 Visitas

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El concepto de inteligencia es uno de los más complejos en el ámbito de la psicología. En este ensayo me enfocare en la inteligencia emocional, sin embargo es necesario comenzar por explicar lo que es la inteligencia y la manera en la que se relaciona con las emociones tanto neurológicamente como psicológicamente.

La inteligencia ha sido muy importante en la vida de la mayoría de las personas al verse envueltas en una sociedad, ya sea en el contexto de selección educativa u ocupacional y a pesar del acuerdo entre científicos y profanos sobre diferentes atributos que constituyen la inteligencia, no existe ninguna definición de inteligencia universalmente aceptada. La mayoría de las conductas inteligentes podían ser agrupadas en tres categorías; capacidad para resolver problemas prácticos (identificar la conexión entre diferentes ideas), habilidad verbal (sabe leer con un alto grado de comprensión) y competencia social (piensa antes de hablar o de actuar). La inteligencia entendida como capacidad de estudiar constaba de tres categorías básicas citadas, con un énfasis mayor en las habilidades académicas, como el hecho mismo de estudiar mucho; la inteligencia en la vida diaria, por su parte, consiste en la capacidad para resolver problemas prácticos, competencia social, carácter e interés en aprender cosas nuevas e interés cultural.

No obstante, existe una especie de obsesión de parte de la sociedad occidental por medir y categorizar la inteligencia lo cual conlleva una carga emocional y es sensible en términos de la política a seguir, en especial con el debate “raza y CI”, que no es sino un debate naturaleza-crianza o herencia-ambiente asociado con los extremos de opinión política.

La manera en la que se entiende la inteligencia varía enormemente, las definiciones biológicas, la relacionan con la adaptación al ambiente. En EUA, James McKeen Cattell utilizó por primera vez el término “prueba mental”, separando la medición de la capacidad mental del campo filosófico, e indicó que la capacidad mental puede estudiarse de manera práctica y experimental. En Alemania, Kraepelin, desde el campo de la psicopatología, introdujo pruebas de percepción, de memoria, de atención y de funciones motoras para la medición del funcionamiento mental.

Lewis Terman (1921), uno de los primero investigadores psicológicos de la inteligencia, desarrollo la escala de inteligencia Stranford-Binet, el test que ha tenido mayor influencia y puso en marcha un importante estudio longitudinal sobre niños superdotados que todavía continua después de 60 años, el definió la inteligencia como la capacidad para pensar de manera abstracta.

Jean Piaget, psicólogo suizo que aplico su conocimiento a observaciones meticulosas sobre los niños y construyo una teoría de como los niños adquieren el conocimiento, se interesó por los aspectos cualitativos de la inteligencia indicando que para él esta significaba en esencia un sistema de operaciones vivas y actuantes, es decir, un estado de balance o equilibrio logrado por la persona cuando puede lidiar de manera adecuada con los datos que tiene ante ella, pero no es un estado estático, es dinámico en cuanto a que continuamente se adapta a los nuevos estímulos ambientales. En contraste, el enfoque psicométrico busca medir las diferencias individuales en inteligencia a través del uso de pruebas de coeficiente intelectual (CI) y por tanto, enfatiza sus aspectos cuantitativos, este es el enfoque que se asocia con psicólogos como Burt, Vernon, Thurstone y Guilford. El enfoque de procesamiento de información de Sternberg y la teoría de inteligencias múltiples de Gardner son alternativas importantes al enfoque psicométrico.

Antes de 1960, la prueba Stanford-Binet calculaba el CI por medio de la expresión de la edad mental (EM) como razón de la edad cronológica (EC) y multiplicando por 100 (a fin de producir un numero entero). De aquí que el primer CI fue un CI de razón. Esto sugiere que mientras que la inteligencia es un concepto psicológico, el CI es puramente estadístico, es posible que a la misma característica de una persona (inteligencia) se le asignen diferentes valores de acuerdo con cual prueba se utiliza para medirla, entonces en lugar de preguntar “¿Qué tan inteligente es este individuo?”, se debe preguntar “¿Qué tan inteligente es este individuo según la medida de esta prueba en particular?”.

Un aspecto muy importante en cuestión de los desarrollos hechos a lo largo del tiempo por uno de los primeros autores en proponer un enfoque analítico-factorial de la inteligencia quien fue Spearman (1927) el cual propuso una teoría de dos factores acerca de la inteligencia: un factor general (factor-G), que influye en la ejecución general de las tareas, y uno o más factores específicos (factor o factores S), que representan el aspecto “reproductivo” de la capacidad mental.

Trabajando con este enfoque, Horn y Cattel (1967 y 1982) propusieron un modelo en el que afirman que el factor g se puede subdividir en dos dimensiones principales: inteligencia fluida y cristalizada.

La primera se refiere a la capacidad para resolver problemas abstractos de relación, del tipo que no se enseña y que está relativamente libre de influencias culturales. Aumenta de manera gradual a través de la infancia y adolescencia a medida que madura el sistema nervioso, se nivela durante la adultez temprana y posteriormente comienza a declinar de modo firme.

En cuanto a la segunda tiene que ver con la incrementación a través del ciclo vital y en primer término es un reflejo de la experiencia acumulativa de aprendizaje del individuo, implica la comprensión de las relaciones o la solución de problemas que dependen del conocimiento que se adquiere como resultado de la escolaridad y otras experiencias vitales.

En la versión más reciente de esta teoría, Horn (1985) se propone un modelo jerárquico de la inteligencia en cuatro niveles: el nivel más bajo incluye funciones de recepción sensorial; un segundo nivel se relaciona con los procesos de asociación; un tercer nivel hace referencia a los procesos de organización perceptual; y en el cuarto nivel, el más alto, la capacidad fluida y la capacidad cristalizada, orientadas a la deducción de relaciones.

Sin embargo, ya desde que se comenzó a explicar la inteligencia como una serie de procesos cognitivos, comienzan a surgir diferentes teorías que nos encaminan hacia el enfoque de la inteligencia emocional. Uno de los tópicos o “mitos” de la inteligencia, es el de considerar la inteligencia como algo unitario, es decir, como una capacidad general de adaptación y de resolución de todo tipo de problemas (de lógica, de la vida cotidiana, de tipo social, de tipo emocional, etc.). Sin embargo, es evidente que unas personas tienen más

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