La Especificidad Del Diagnostico Psicopedagogico

“LA ESPECIFICIDAD DEL DIAGNÓSTICO PSICOPEDAGÓGICO”

La especificidad del diagnóstico psicopedagógico debe pensarse en torno al objeto de estudio de la psicopedagogía, el sujeto en situación de aprendizaje. ¿Cómo conceptualizamos sujeto? ¿Cómo conceptualizamos aprendizaje?

La idea de sujeto nos remite a su constitución subjetiva y es a partir de esta que podemos pensar en el aprendizaje. Ahora bien, no hay un sujeto desde los orígenes ya que él es “a advenir”; hablar de sujeto precipita la idea de sujeción a Otro primordial, responsable de hacerlo ingresar en el lenguaje, en la cultura. Primero, transforma el grito del niño en palabras (tiene hambre, sueño); por lo que es la madre (función materna) quien se pregunta cada vez ¿qué quiere mi niño? Y, al no responder siempre de la misma manera, lo hace entrar en el mundo del lenguaje ya que de esta manera aprenderá a pedir lo cual implica comenzar a hacer uso de las palabras.

Asimismo, el niño comienza a encontrarse con lo que le demandan y en un primer momento lo que se espera es que se acomode como pueda a esa demanda. Entonces, si la demanda de ese Otro primordial es alimentarlo, dejarse alimentar es la respuesta que espera.

Estas demandas que se producen entre el niño y el Otro dan lugar al “circuito de la demanda”, el cual implica diferentes tiempos. En un primer momento debe producirse la inscripción de la huella de la vivencia de satisfacción, lo cual habilita a un tiempo de alienación y posteriormente un tiempo de separación.

Alienación – separación. Dos operaciones que se juegan en la constitución subjetiva, implicando la primera un proceso de identificación al deseo del Otro, con lo que le falta al Otro, ser su objeto maravilloso que la completa; adviniendo luego otro tiempo en el que el deseo de la madre se dirige a otros lugares y no sólo al niño.

En este circuito quedan jugados los primeros aprendizajes del niño ya que, primariamente, aprende a lidiar con el deseo materno y, de esta manera, aprende a dejar de ser objeto para pasar a ser sujeto.

No hay aprendizaje sin separación y esta separación implica la constitución del niño como sujeto deseante. Por lo tanto, “el resultado del encuentro del S (sujeto indeterminado, no barrado) y el Otro es una escisión” (Baraldi; 1992), jugándose de este modo algo que tacha una completud posibilitando el surgimiento del deseo en el niño. Entonces, FALTA – DESEO – APRENDIZAJE

Para poder aprender, el niño debe partir de la falta de saber, lo cual posibilita el deseo ya que en la medida en que nos falta algo podemos ir en su búsqueda.

Al referirnos sobre el aprendizaje aparece rápidamente su contratara, el no – aprender. ¿Por qué un niño se ve imposibilitado en el aprendizaje?

Los primeros aprendizajes que se juegan en el circuito de la demanda van a servir de base a los otros aprendizajes, esto es, van a ser la base para que los conocimientos puedan tener cabida en el deseo del niño. Sin embargo, si el Otro ha demandado de manera desproporcionada, si el niño no ha podido lidiar bien con el deseo materno, transferirá este malestar al ámbito escolar. Es así que insistentemente pretenderá dejar en falta al docente, demostrando de este modo estar en conflicto con poder definir en que lugar queda, como objeto o como sujeto. Por lo cual comienzan a aparecer manifestaciones sintomáticas que perturban el normal desarrollo de su vida cotidiana escolar: no pueden prestar atención, no se quedan quietos en clase.

El diagnóstico psicopedagógico en un proceso diagnóstico que comienza cuando se pide la intervención

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