Rogelio Díaz guerrero se considera un pionero de la psicología social mexicana

INTRODUCCION

Rogelio Díaz guerrero se considera un pionero de la psicología social mexicana, en primer plano este científico confiaba en la solidez del método neo-positivista como la base sobre la cual entender al universo y en segundo plano era un humanista optimista, convencido sobre el carácter positivo de la especie y finalmente, concebía a una psicología científica enraizada en la evolución y en la cultura como en la guía al bienestar humano. (Díaz, 2006).

Se considera que  Rogelio Díaz  impacto a la psicología en múltiples ámbitos. Por las investigaciones que publico desde la  década de los cuarentas, investigaciones que muestran su sesgo formativo al interesarse en la relación entre variables biológicas y del comportamiento. Publico el estudio electroencefalograma del sueño de los pacientes maniaco-depresivos en comparación con sujetos normales, más tarde en la década de los cincuentas él y su esposa transcultural dieron pie a la inclusión de la cultura en el entendimiento de la salud mental, es entonces cuando las investigaciones y publicaciones de esa época se centraron en la conceptuación y operalización de variables psicológicas enraizadas en la cultura como son los valores antropoculturales que fueron el antecedente inmediato de las premisas socioculturales, en esta misma década también realizo publicaciones de trabajos como Determinación del grado de salud mental personal y social del mexicano de la ciudad (1952) y neurosis and The Mexican family structure (1955).

Para la década de los sesentas Díaz Guerrero profundizo su interés en las bases socioculturales del comportamiento y en la necesidad de centrar conceptos  culturales en medidas validas, confiables y objetivas, así como la necesidad de realizar investigación a través de las culturas que dieron como resultado que la sociocultural en la que un individuo crece y se desarrolla es la base para la formación del carácter nacional, así como lo que delinea las normas y reglas de conductas aceptables y deseables en la interacción humana. (Diaz, 2006).

La idea básica es que las personas de culturas colectivistas comparten una representación, imagen o "construcción" del sí mismo interdependientes. La conducta se orienta a obtener una buena imagen de sí mediante la inserción, el sentido de pertenencia grupal, el cumplir con los deberes implicados en sus roles, la promoción de objetivos grupales y el mantenimiento de la armonía en el endogrupo. Todo esto implica la tendencia hacia una presentación de sí misma modesta y realista, más que de enaltecimiento, así como la tendencia a hacer converger fines personales y grupales, como maneras de tener una balanza afectiva positiva o para sentirse bien (Fiske,1998).

Por el contrario, las personas de cultura individualista comparten un sí mismo independiente y las tareas o fines que la persona asocia al bienestar afectivo son el sentirse único, defender sus derechos y la expresión de sus atributos internos. La necesidad de una consistencia de creencias, la tendencia al enaltecimiento del yo y una menor necesidad de veracidad en detrimento de una imagen de sí positivista, así como la motivación de logro y poder individual, serían un reflejo de la valoración de una imagen del sí mismo autónomo, coherente e independiente.

La correspondencia que guardan los síndromes con la cultura mexicana y la cultura estadounidense tiene mucho que ver con la cultura y la idiosincrasia de cada cultura. El mexicano caracteriza un complejo de inferioridad, que se muestra por su inclinación a imitar ciertos elementos de culturas extranjeras. Que esto también tiene que ver mucho con la identidad y alineación del mexicano, que infiere del proceso histórico y político de su país. Es decir, esto causa un problema de identidad nacional.

Díaz Guerrero señala el inevitable conflicto entre culturas tradicional, que significa conservadurismo y apego a la estructura heredada de vivir según premisas antiguas. Frente a estas ideas se encuentra la fuerza que denomina contraculturales, que representa la apertura hacia el cambio.

Díaz Guerrero conformo un sistema de creencias y valores que actúan como normas o mandatos que estipulan los roles de los individuos, prácticas sociales y estilos de confrontación de una sociocultural. Son aprendidas dentro un grupo, resultando aprendizajes culturalmente tempranos que los individuos internalizan y sostienen como verdades en un tiempo histórico. Se trasmiten como herencia cultural en el marco familiar, en grupo y en la sociedad.

En cada cultura se tiene maneras de enfrentar el estrés ya que por la educación, la costumbres, los valores, etc. Las personas tienden a afrontar de manera diferente este tipo de síndrome. Díaz guerrero nos da unas premisas el cual nos dice el como miembros afrontan el estrés el cual da en una manera muy general como los miembros de las culturas afectan este síndrome, pero en lo general así se comporta los miembros.

El síndrome activo y pasivo han impactado de forma considerable en cómo nos desarrollamos cada individuo en las relaciones interpersonales porque el entorno sociocultural en el que crecemos y nos desenvolvemos dependen nuestros comportamientos, actitudes, creencias valores. Y no todas las culturas son iguales por tanto adoptamos lo que somos dependiendo de nuestra cultura, en lo que respecta a lo general y en el campo laboral estas premisas también tienen impactos considerables en cuestión de lo social porque se anteponen las conductas y conocimientos personales en los grupos, es decir depende del marco laboral en donde se desenvuelva laboralmente el individuo y las personas con las que convive en ese entorno.

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