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SEXUALIDAD EN PSICOANALISIS


Enviado por   •  8 de Octubre de 2014  •  2.466 Palabras (10 Páginas)  •  211 Visitas

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Sexualidad en Psicoanálisis – Concepto de Pulsión.

Reseña curricular: Lic. en Psicología (U.B.A). Psic

oanalista. Docente de las Asignaturas “Psicología”

y “Métodos y

Técnicas de la investigación científica I y II” en

UAJFK. Docente de “Clínica de Adultos” Cátedra I en

UBA.

Maestrando en Psicoanálisis UAJFK. Contacto: paulas

oledad@hotmail.com

Para hablar de sexualidad en Psicoanálisis, es nece

sario comprender la época histórica de su

conceptualización. La sociedad del 1900 tenía una v

isión particular de la sexualidad, que Freud

va a subvertir desde la postulación del concepto de

pulsión.

En principio y contra todo principio naturalista, F

reud va a decir que la sexualidad es algo

constitutivo de la historia de cada sujeto y de las

vicisitudes del Complejo de Edipo. ¿Qué

quiere decir esto?

En primer lugar, que la anatomía sexual que cada un

o porta en tanto seres humanos, no define

nuestra sexualidad. Esto es lo mismo que plantear q

ue no es una cuestión necesaria que por

ser del sexo femenino elegiremos sujetos del sexo m

asculino y viceversa.

Freud, en “Tres ensayos de teoría sexual” (texto es

crito en 1905), plantea lo que él llama

“aberraciones sexuales” como aquellas desviaciones

que se producen en las elecciones de

objeto (volveremos sobre esta cuestión más adelante

), es decir aquellos sujetos “invertidos”

son quienes no eligen a una mujer por ser hombres n

i a un hombre si son mujeres.

Pero también Freud va a plantear que la elección se

xual, es decir, asumir una posición sexuada

y poder elegir a otro sujeto, depende de lo que hay

a ocurrido en el Complejo de Edipo,

podemos decir, referido a la relación con los proge

nitores, y sus vicisitudes.

Para plantear el concepto de pulsión, concepto cent

ral en su teoría de la sexualidad, Freud

investiga sobre la concepción de su época. En este

momento histórico la sexualidad era

circunscripta exclusivamente a la genitalidad, es d

ecir a la unión de los genitales en el coito. A

su vez, se decía que la misma tenía el fin de la re

producción exclusivamente, que el objeto (a

través de lo cual se consigue el fin) es el sexo op

uesto, y su comienzo se puede localizar en la

pubertad.

Ahora bien, Freud va a decir que este concepto impe

rante en su época no es una definición

científica, sino que es un concepto moral, vulgar,

que no alcanza para definir correctamente lo

que ocurre en la sexualidad humana. Recordemos que

Freud escribió “Tres ensayos de teoría

sexual” en donde observa estas llamadas “desviacion

es de la meta sexual”, es decir, que no

siempre se alcanza la satisfacción a través del sex

o opuesto, incluso el sujeto puede prescindir

de otro para obtener la satisfacción.

Lo que Freud observa a partir del tratamiento de su

s pacientes (en su mayoría histéricas) es

que hay algo de la sexualidad en juego. En principi

o es un enigma para él, y esto lo llevará a

indagar sobre la cuestión de la sexualidad en el se

r humano, un ser atravesado por el lenguaje

y la cultura, y que por tal motivo ha perdido toda

“naturalidad”.

Primero va a decir que la sexualidad es más amplia

que la genitalidad, dado que se pueden

observar muchas manifestaciones en donde está en ju

ego el placer sexual y no se incluye el

acto sexual en sí mismo.

En segundo lugar nos dirá que no existe, para el se

r que habla, un objeto predeterminado para

nuestra satisfacción sexual. Así lo observa en los

fetichistas, por ejemplo, que prescinden

completamente de otro para alcanzar la satisfacción

. Basta con un zapatito o cualquier objeto

que cause el deseo para obtener el fin de la sexual

idad. Freud observa que cada sujeto realiza

una “elección de objeto” para alcanzar la satisfacc

ión, y que no siempre (como dijimos

anteriormente) deberá ser el sexo opuesto.

Por otro lado plantea que el fin de la sexualidad n

o es únicamente la reproducción, cuestión

que sí se observa en los animales, que poseen ciclo

s de apareamiento. Para Freud el fin de la

sexualidad es la satisfacción. Veremos qué quiere d

ecir esto a partir de su texto “Pulsiones y

destinos de pulsión” (escrito en 1915).

Y finalmente ¿por qué no? una de sus postulaciones

más revolucionarias para su época: la

sexualidad no comienza en la pubertad, sino en el n

acimiento. Decimos que es una de las ideas

más revolucionarias si nos situamos en la época Vic

toriana, en donde plantear la sexualidad

infantil le ha traído grandes problemas a este auto

r.

Freud concluye entonces que la concepción de la sex

ualidad de su época no alcanza para

definir lo que efectivamente ocurre con la sexualid

ad humana, por lo que reservará la misma al

concepto de “instinto” (instinkt), que es aquel com

portamiento animal fijado por los esquemas

filogenéticos hereditarios y planteará su “concepci

ón psicoanalítica” a partir del concepto de

“pulsión” (trieb).

Concepto de Pulsión.

Para definir este concepto, tomaremos dos referenci

as de Freud que pertenecen a dos

momentos diferentes en su obra: la primera es “Tres

ensayos para una teoría sexual” (1905) y

la segunda es “Pulsiones y destinos de pulsión” (19

15).

En “Tres ensayos...” Freud define a la pulsión como “

la agencia representante (representación)

psíquica de una fuente de estímulos intrasomática e

n continuo fluir”(p153).

¿Qué podemos decir de esto? En primer lugar, que la

coloca en relación con lo psíquico y lo

corporal, así la pulsión es la representación psíqu

ica de una fuente de excitación que proviene

del propio cuerpo (zonas erógenas).

Freud aquí está hablando de una cierta transformaci

ón de la energía somática en energía

psíquica. En este texto plantea que la “fuente” de

la pulsión es “un proceso excitador en el

interior

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