Guerra De Texas

Guerra de Texas.

CAUSAS:

Pretensión expansionista de los americanos.

Demanda de indemnización al gobierno mexicano por los daños causados en Texas durante la guerra de independencia del territorio de Coahuila.

Interes estadounidense por adquirir Alta California y Nuevo México.

CONSECUENCIAS:

Dejó la semilla de un nacionalismo más extendida, ayudó a la maduración de la política mexicana, que vio aparecer partidos políticos durante las décadas siguientes librarían la batalla final para dirimir el futuro político de la nación. La guerra dejó, pues, a México en una encrucijada, pero el país, después de la toma de conciencia, había de defender su soberanía con mayor seguridad.

Por su parte, los Estados Unidos salieron de la guerra convertida en una potencia continental. Su futuro progreso material fue en gran medida un resultado de ella, pero al consolidar sus afanes expansionistas se aceleró la lucha que desde años atrás se veía perfilado entre el norte y el sur. Así, a pesar de ser los victoriosos, se encontraron profundamente divididos y fueron víctimas de una guerra muy sangrienta. Vista con la perspectiva, se puede afirmar, contra la tradicional creencia mexicana, que la guerra fue esencial para el desarrollo de los países y que, a pesar del trauma de la derrota y de la pérdida de territorio, no dejó de haber resultados positivos para los mexicanos. Una nueva generación más consciente había vivido el desastre y se empeñaría en lograr una nueva actitud.

Reclamaciones Extranjeras

Mexico contrajo deudas y compromisos con algunas potencias europeas y se convirtió en destino de compromisos con algunas potencias europeas y se convirtió en destino de muchos inmigrantes. Estas circunstancias convirtieron a Mexico en blanco de reclamos por parte de otras naciones, ya fuera por disputas territoriales, afectación a los intereses de ciudadanos extranjeros.

Intervención: acción disuasica, tanto para los estados considerados hostiles, como para todos los que se encuentran a su alcance con el fin de hacer prevalecer interés de las potencias.

Una de las causas de la intervención francesa en México fue la suspensión del pago de la deuda externa de México. Las potencias acreedoras, España e Inglaterra además de Francia, apoyadas por los acreedores internos del gobierno mexicano, decidieron ocupar el territorio nacional, aunque las dos primeras finalmente desistieron del propósito.

Los conservadores mexicanos apostaron a que con un monarca extranjero recuperarían su influencia y el clero sus bienes confiscados, pronóstico que resultó equivocado, pues el emperador Maximiliano conservó vigentes

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