ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

De la educación a la buena cultura


Enviado por   •  22 de Octubre de 2016  •  Ensayos  •  1.533 Palabras (7 Páginas)  •  172 Visitas

Página 1 de 7

De la educación a la buena cultura

Muchas veces he creído comprender el significado “de ser Salvadoreño” y  me he sentido muy a gusto comportándome como tal. De hecho toda mi vida me he estado orgulluso de haber nacido, vivido en este país y de haber desarrollado a lo largo de mi vida gustos y conductas propias de este pueblo.

Ya que para mí todo este tiempo he gozado de las mejores tradiciones y costumbres pues es difícil no pensar que aunque existan otras culturas la nuestra siempre será la mejor. Y con razón ¿Por qué no sentir eso? si es gracias a ella que somos lo que somos y pensamos como pensamos, sería inaudito pensar que algún lugar del mundo exista algo igual.

Desde que nací vivo en El Salvador he tenido la oportunidad de viajar a otros países pero ciertamente nunca me tome el tiempo de ver más allá  y evaluar aspectos culturales de estos otros países, seguramente en ese entonces no tenía si quiera idea del significado de cultura ni mucho menos identidad cultural.

Si he podido notar diferencias pero no más allá de la educación de un conductor al cederte el paso en una autopista. Claramente esto dista mucho de las verdaderas costumbres de un país pero igualmente no deja de convertirse en referente que sirve únicamente para hacer comparaciones sin valor de un país a otro.

Es innegable que la gran mayoría nos sentimos a gusto siendo Salvadoreños y comportándonos como tal pues ¿de que otras cosas se siente orgulloso un Salvadoreño?, seamos honestos que como sociedad nunca hemos logrado algo lo suficientemente significativo de lo cual sentirnos orgullosos, por lo que nuestra cultura se convierte en nuestro principal orgullo que nos infunda un gran fervor patrio.

Vivimos arraigados a costumbres que han estado presentes desde siempre ¿pero qué significa siempre? ¿Cuándo nacieron todas estas costumbres? ¿En qué contexto aparecieron en nuestro país? Y es precisamente en este punto donde nace mi preocupación hacía lo que hemos decidido llamar “ser Salvadoreño”.

Nuestra sociedad desde siempre (su historia), se ha encontrado en momentos de caos, nunca en ningún momento hemos logrado la paz, y esto ha tenido repercusiones serias sobre el actuar de los que formamos parte de ella, ya que ha desarrollado en nosotros características muy especiales que nos han vuelto agresivos y con comportamientos siempre a la defensiva.

Es por estos motivos que muchas veces nos decimos “ser vivianes, pícaros y malacates”, costumbres que siempre nos han enseñado a vivir por sobre encima de los demás y que sobre todo nos han convertido en Salvadoreños egoístas.

Pero ¿será en realidad nuestra cultura un asco? Quizás para responder a esta pregunta tendremos que olvidar que somos salvadoreños y ver la realidad de una forma crítica y objetiva.

Es difícil intentar calificar o evaluar una cultura cuando no se tiene un precedente y solamente se conoce ese único contexto situación que  acontece a la mayoría de Salvadoreños que no tenemos la capacidad de determinar si nuestra cultura realmente nos está inculcando aspectos positivos o negativos a nuestras vidas ya que muchos solo hemos tenido la oportunidad de vivir aquí y desconocemos como es la vida en otro países. Por lo que insisto que por este motivo para nosotros lo nuestro siempre será lo mejor.

Es complicado afirmar que nuestras pupusas es el mejor platillo del mundo cuando nunca en nuestras vidas hemos probado algo diferente cuestión que es comprensible ya que (nuestro mundo), aquel que nace en nuestra mente está formado por esta única información y no conoce más allá de eso dándole así un primer lugar en sus gustos.

Este ejemplo solo nos sirve para contextualizar el punto central de este ensayo (acerca del pobre mundo que poseemos los Salvadoreños en nuestra mente), como nuestra carencia de conocimiento nos ha llevado a lo que con temor me animaría a decir en público “una cultura cruel y degradada”.

Si entendemos como salvadoreño a aquel individuo trabajador, honrado que día a día se despierta a las cuatro de la mañana para ir a trabajar que es muy solidario con sus vecinos y amigos, muy probablemente nos sentiríamos identificados y felices con esta descripción.

Pero si alguien intentará decirnos a que todos nosotros somos individuos alborotadores, desordenados que no nos gusta someternos y que además somos una sociedad hipócrita ignorante y egoísta es seguro que nos encontraríamos en un desacuerdo y nos sentiríamos sumamente ofendidos.

¿Pero acaso las personas no poseemos un lado positivo y negativo de nuestras personalidades? Y si sociológicamente somos un espejo de nuestra condición psicológica ¿No es de esperar que también una sociedad posea aspectos tanto positivos como negativos?, pero ¿somos capaces los salvadoreños de comprender esta situación?

Son preguntas que surgieron a la hora de elaborar este pequeño ensayo intentado dar respuesta a la última pregunta que considero más significativa me doy cuenta que vivimos cegados, porque todas aquellas cosas que logre enumerar como negativas, son todas aquellas cosas de las que hacemos chiste y nos sentimos orgullosos de hacerlas.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (9 Kb) pdf (92 Kb) docx (12 Kb)
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com