ALCOHOLISMO

ALCOHOLISMO

El alcoholismo es una dependencia con características de adicción a las bebidas alcohólicas. Se caracteriza por la constante necesidad de ingerir sustancias alcohólicas.

El alcohol que se consume tiene unos efectos inmediatos en nuestro organismo y nos produce una serie de transtornos, más graves cuanto mayor es la cantidad de alcohol requerida.

La adicción al alcohol puede desencadenar conductas violentas que llevan a un deterioro de las relaciones familiares, sociales y laborales.

CONSECUENCIAS DEL ALCOHOLISMO

El alcoholismo nos lleva a diversas consecuencias, desde las más simples, severas y hasta mortales.

El alcoholismo supone un serio riesgo para la salud que a menudo conduce a la muerte como consecuencia de afecciones de tipo hepática, hemorragias internas, pérdida del autocontrol, intoxicación alcohólica, accidentes o suicidio.

Cuando una persona desnutrida consume alcohol, sus efectos destructivos son aún más rápidos.

Al alcoholismo aparta a las personas de sus actividades cotidianas y de sus responsabilidades.

Entre los consumidores del alcohol son más frecuentes los accidentes laborales, la disminución del rendimiento y las bajas laborales repetidas.

La víctima directa del alcohol es el alcohólico, los afectados indirectamente son sus familiares, pero toda la familia sufre las consecuencias de esta enfermedad. El alcohólico suele ser agresivo con los parientes o familiares. Además de desconfiado, suele ser muy celoso con su pareja y violento con sus propios hijos de los cuales se desentiende. Muchos de los casos de muertes por violencia de género, se suelen producir bajo los efectos del alcohol; por lo cual constituye motivos de ruptura entre las parejas.

SUS EFECTOS EN EL CUERPO

El alcohol afecta al sistema nervioso, al sistema circulatorio y al hígado. Es muy peligroso durante el embarazo, ya que puede producir retraso en el crecimiento del feto y lesiones en órganos como el corazón y el cerebro.

A nivel nervioso: dependiendo de la cantidad y el tipo de persona, progresivamente se alteran las funciones superiores, sobre todo la praxis y la atención, es por eso que es recomendable no conducir en estado de embriaguez, otras alteraciones son el lenguaje y la memoria. En el consumo crónico se ha demostrado, que además de algunas alteraciones de las funciones superiores ya descritas, hay lesión en las células nerviosas, y muchas de ellas mueren, está demostrado que el cerebro de un alcohólico de muchos años pesa menos que el de una persona no alcohólica.

En el aparato digestivo: el órgano más afectado es el hígado, cerca del 20% de alcohólicos termina en cirrosis.

El consumo agudo es uno de los causantes de gastritis erosiva, que pueden terminar en una emergencia por hemorragia digestiva.

El páncreas también se puede afectar, el alcohol es el principal causante tanto de pancreatitis aguda como crónica.

En el sistema

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