Cuantitativo

Actividad 3:

Competencias docentes en el siglo XXI

En los últimos años, la labor de los profesores se ha ido volviendo cada vez más compleja, ardua, y desafiante, en especial frente a la falacia de que los maestros pueden ser desplazados eventualmente por el vertiginoso avance en las tecnologías de la información y la comunicación.

El mundo globalizado del siglo XXI presenta muchos retos en la cotidianidad de los niños y los jóvenes, como los ha definido la UNESCO: saber ser, saber hacer, saber convivir.

Elena Lucchetti propone una nueva matriz de formación docente que responda a las exigencias de la educación contemporánea que implica formarse en y para:

a) La diversidad de la sociedad que está cada vez más interconectada.

b) La educación permanente: por la actualización constante que requiere el progreso acelerado del conocimiento.

c) El trabajo por competencias en un mundo laboral en continua especialización

d) La selección de contenidos: en la maraña de una red de información no siempre veraz y confiable, adecuados a las necesidades actuales del conocimiento

e) El empleo de otros espacios curriculares, además de la clase magistral.

f) Favorecer la autonomía, o la capacidad de estudio independiente.

g) Fomentar la participación que lleva el aprendizaje colaborativo y el compromiso social.

h) Articular internarías, interciclos e interniveles, para romper con los modelos curriculares automizados.

i) La resolución de problemas y el trabajo por proyectos, puesto que el desarrollo más justo por todas las naciones requieren la solidaridad y la cooperación.

j) La resolución de conflictos en un mundo caracterizados por más contactos interculturales, y por ello, propenso a ciertos desencuentros entre personas y comunidades de orígenes diversos.

Álvaro Marchesi explica que en la figura docente se intersecta tres esferas: la de las competencias profesionales, la de las emociones, y la de la responsabilidad moral y social.

Por lo que se refieren a las competencias profesionales:

a) Fomentar el deseo de los alumnos por ampliar sus conocimientos.

b) Cuidar la adecuada convivencia escolar.

c) Favorecer la autonomía moral de los alumnos.

d) Desarrollar una educación multicultural.

e) Cooperar con la familia.

f) Trabajar en colaboración y en equipo con otros compañeros.

En cuanto a las emociones del profesorado, marchesi señala que, si bien se espera que el docente vele por el desarrollo efectivo de los estudiantes, no se ha dado la misma atención al hecho evidente de que el profesor es un ser humano que requiere bienestar emocional para desempeñarse de manera adecuada y efectiva en su labor educativa.

El ejercicio de cualquier profesión exige responsabilidad y sentido moral.

La evolución del encargo docente

...