Embarazo Subrogado

Embarazo Subrogado

Introducción

El embarazo subrogado consiste en que una mujer con capacidad reproductiva queda embarazada y entrega el niño a otra pareja con una mujer que carece de la capacidad física para hacerlo.

Justificación

El embarazo subrogado es susceptible a análisis desde el punto de vista ético ya que conlleva situaciones de esta índole, ya sea desde la perspectiva de la madre biológica o desde la de los futuros padres. La primera porque el bebé se formó en su vientre y esto la vincula profundamente a el, pero, ¿Es moralmente correcto haber hecho esto con algún fin de lucro, aunque esto hubiese sido por necesidad?. Y, ¿Es aceptable que los futuros padres recurran a “comerciar” con la vida de un humano, cuando se tiene acceso a muchos otros medios para obtener un hijo?.

Tesis.

El embarazo subrogado no debe ser permitido ya que trae consigo demasiados problemas de diferentes índoles.

Argumentación

Debido al hecho de que en un embarazo subrogado una tercera persona está involucrada en la reproducción de una pareja, la maternidad gestacional es un tema complejo. Se encuentran afectadas cuestiones éticas, morales, legales y psicológicas.

Problemas Psicológicos

La subrogación va de la mano de muchas consideraciones psicológicas, tanto para los futuros padres como para la madre sustituta. Siempre está el riesgo, por ejemplo, de que la madre sustituta se vincule tanto emocionalmente con el niño que está llevando, que no desee desprenderse de él, incluso cuando no es suyo genéticamente. La madre sustituta debe estar preparada para actuar como sustituta completamente por voluntad propia y sin ninguna presión moral.

Problemas Legales

La subrogación se asocia a procesos legales muy complicados. Por lo tanto, los obstáculos legales también son meritorios de exhaustiva atención. Se requerirán muchos acuerdos y, por ejemplo, deberá completarse el proceso de adopción para que el niño sea finalmente el hijo legal de los futuros padres.

Otros problemas

Debido a que una tercera parte está involucrada en el embarazo y el nacimiento del niño, la pareja se enfrenta con un desafío único, ya no son más dos personas las que toman las decisiones, sino tres. Si bien debe llegarse a acuerdos claros con antelación, aún así hay cuestiones que la pareja no tiene completamente bajo control y que tendrán que hablar con la sustituta en caso de que surjan. Por ejemplo, la pareja y la madre sustituta podrían tener opiniones opuestas sobre el curso del embarazo y del parto. La

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