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Integración Regional Latinoamericana


Enviado por   •  22 de Marzo de 2013  •  2.230 Palabras (9 Páginas)  •  379 Visitas

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La integración regional latinoamericana en el Siglo XXI,el camino al desarrollo.

Introducción:

La vorágine con que se desarrollan actualmente las relaciones internacionales, condicionadas por un modelo de producción económica imperante el cual abarca y determina en gran parte todos los aspectos de las distintas sociedades, exige cada vez más a los principales actores internacionales, el desarrollo de la capacidad de adaptación a los diferentes escenarios (político, económico, social, cultural) en los cuales se plantea el orden establecido.

Frente a este desafío, los Estados deberán manejar las diferentes opciones y los posibles espacios por los cuales puedan navegar, dependiendo siempre de sus características propias, limitaciones y potencialidades, a saber, nivel de desarrollo económico, político, social, cultural, económico, de infraestructura, así como características geográficas y disponibilidad de recursos naturales.

Tomando en cuenta estos elementos, así como también la observación de experiencias anteriores aplicadas por otros actores, es que la integración surge como la opción más plausible para las economías de menor escala a la hora de afrontar la realidad mundial actual, “Globalización-mundialización”.

Integración desde todo punto de vista, no solo de carácter político-económico, sino también social y cultural. El reforzamiento de los lasos entre los países integrantes de una misma región no solo resulta positivo para el desarrollo de sus economías y sus sociedades, si no que también, resulta la mejor herramienta a la hora de afrontar los diferentes embates de la Globalización y sus esfuerzos por la supresión de las barreras nacionales, obteniendo como contra partida un reforzamiento de las identidades locales, así como de su papel en el escenario mundial.

En el caso particular de América Latina podemos distinguir varios proyectos -muchos de ellos actuales- de integración en el correr de las últimas décadas, cada uno de ellos con mayor o menor éxito en cuanto a la aplicación practica de sus políticas. Ejemplos claros son La Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) la cual fue un organismo regional latinoamericano creado el 18 de febrero de 1960 por el Tratado de Montevideo y reemplazado posteriormente por la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) creada el 12 de agosto de 1980. La Comunidad Andina de Naciones (CAN) creada el 26 de Mayo de 1969.El Mercado Común del Sur (MERCOSUR) creado el 26 de marzo de 1991 con la firma del Tratado de Asunción.

El Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política, conocido como Grupo de Río, el cual derivó en el año 2010 en la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, (CELAC).

Es en esta nueva generación de sistemas integracionistas surgidos en las ultimas tres décadas donde aparecen nuevos proyectos aun mas ambiciosos y comprometidos como es el caso de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), constituida el 23 de Mayo de 2008 en Brasilia, la cual defiende la intención de hacer participes a todos los Estados latinoamericanos de un nuevo modelo de integración basado no solo en el aspecto económico (fundamental) sino también haciendo un fuerte hincapié en los aspectos culturales y sociales, en busca de una identidad suramericana.

-¿Es el modelo integrador la mejor herramienta de que dispone América Latina para afrontar los nuevos desafíos?

-¿Existen otras alternativas?

“El éxito en el proceso de integración por parte de un Estado dependerá tanto de su fortaleza institucional y política, como de la capacidad de su sociedad de pensarse como una única unidad de identidad nacional, participativa y consensuada”.

Desarrollo:

- Para responder a dichas interrogantes es necesario establecer primeramente los conceptos básicos sobre los que se asienta un sistema de integración. El mismo surge como respuesta frente a las distintas demandas y desafíos del escenario mundial, la aparición de nuevas necesidades a satisfacer así como el surgimiento de nuevos compromisos asumidos por los diversos actores. Los nuevos avances en el campo de la comunicación, la interconexión constante de las distintas sociedades, el acceso a la información en tiempo real (TICS), los choques culturales, el surgimiento de nuevos actores a escala mundial, así como la predominancia de las actividades económico-financieras (con su modelo actual desregulador y expansionista) sobre el resto de los demás campos, con todas sus consecuencias negativas y positivas; son las características que aparecen en la actualidad como las “reglas de juego”, las cuales delimitan las posibilidades de acción de los Estados.

Frente a semejante escenario en el cual entran en juego las capacidades de operación particulares de cada Estado, el nivel de desarrollo económico, político y social se vuelve un imperativo para la consecución de las metas trazadas, a la vez que es innegable la disparidad de “realidades” que afrontan cada uno de ellos en particular.

Es en este proceso de adaptación al contexto global donde surgen diferentes sistemas de organización, los cuales apuntan siempre al desarrollo de las distintas sociedades. Los mismos son producto de su tiempo así como del contexto en el que se despliegan. Para el caso particular de América Latina en la segunda mitad del SXX, pudimos observar la implementación de un sistema aislacionista basado en la idea de autosuficiencia como plataforma para catapultar a las naciones involucradas al desarrollo. Este modelo de industrias por sustitución de importaciones (ISI), fue el primer intento “palpable” planteado por las sociedades latinoamericanas para dar respuesta a las necesidades de las mismas así como también plantarse como la nueva alternativa frente a los desafíos que el denominado sistema de centro-periferia imponía a las naciones menos desarrolladas.

Fue la CEPAL el organismo encargado de llevar a cabo dichas políticas desde la década del 50

quien logró implementar en un primer momento el nuevo sistema alcanzando niveles de desarrollo positivos pero desatendiendo el carácter social y concentrándose en el aspecto económico, hecho que, transcurridas las dos primeras décadas de vida de dicho modelo, fue volviéndose cada vez más notorio. A medida que las industrias se incrementaban, de igual manera surgía la dificultad de distribuir equitativamente el ingreso en la población lo que demandó un reestructuramiento de las políticas aplicadas en miras a una mejor distribución de las riquezas dentro del tejido social.

Durante el transcurso

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