Lecturas De Valores

MERGEN Y SUS AMIGOS

Cerca del río Amur vivía Mergen, el cazador, un hombre bondadoso que nunca cazaba más de lo necesario. En una ocasión se internó en el bosque, encontró a un hermoso ciervo atrapado en una ciénaga. Cuando estaba a punto de dispararle, el ciervo le dijo:

-- Sácame de aquí, por favor.

Mergen lo hizo de buena gana y el ciervo respondió:

-- Te agradeceré esto toda mi vida. Cuando me llames, acudiré de inmediato.

Mergen continuó su camino y se sentó un rato. Alcanzó a ver a una hormiga atrapada bajo

una rama.

-- Ayúdame –- pidió la hormiga.

Mergen la liberó y ella le dijo:

-- Te agradeceré esto toda mi vida. Cuando me llames, acudiré de inmediato.

Pasos más adelante, se detuvo junto al río.

-- Llevo tres días fuera del agua y voy a morir – le dijo un esturión atorado entre los juncos.

Mergen lo regresó al agua. Nadando feliz, el pez le dijo:

-- Te agradeceré esto toda mi vida. Cuando me llames acudiré de inmediato.

El cazador llegó a una ciudad y se acercó al imponente palacio. Un anciano lo invitó a pasar.

En el interior se hallaba la muchacha más dulce del mundo.

-- ¿Qué te parece mi hija? – preguntó el anciano.

-- Me gustaría casarme con ella – respondió Mergen.

-- Cientos de cazadores han querido su mano y ahora son mis esclavos, pues no lograron

realizar tres tareas –- explicó el anciano.

-- Quiero correr el riesgo – dijo Mergen.

-- Ésta es la primera. Toma este par de botas y gástalas en una noche.

Al recibir las botas con suela que habían traído los esclavos, Mergen no dijo nada y caminó al

bosque. Estando allí, llamó al ciervo:

-- Amigooo, ven en mi ayuda.

El ciervo se calzó las botas. Se fue corriendo por el bosque y, cuando regresó, al amanecer,

de ellas sólo quedaban rastros.

Mergen las entregó al anciano, quien pidió a los esclavos que le llevaran cinco costales de mijo. Los dispersó por el campo e indicó.

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