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Principios Eticos


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2012  •  6.062 Palabras (25 Páginas)  •  1.095 Visitas

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PRINCIPIOS ÉTICOS GENERALES

¿Qué son los principios?

Los principios éticos son aquellos imperativos de tipo general que nos orientan acerca de qué hay de bueno y realizable en unas acciones y de malo y evitable en otras.

El principio moral más bien nos obliga a actuar obedeciendo a ese principio; más bien apuntan a los temas y metas que no hay que perder de vista a la hora de actuar y sobre todo a la hora de formular normas o prescripciones morales.

Los principios se distinguen de las normas por ser aquellos más genéricos o comunes que éstas; es decir los principios ponen ante los ojos los grandes temas y valores del vivir y del actuar, mientras que las normas aplican los principios a las situaciones presentadas.

La persona que quiere actuar éticamente en el ejercicio de su profesión debe buscar criterios que le permitan discriminar entre actuaciones aceptables y otras que no lo son.

Es un principio universal o una expresión de valor que “Todos los seres humanos nacen iguales en dignidad y derechos” esto implica un principio orientador de la acción en términos universales.

El precedente de la bioética

Albert Jonsen en su cónica del nacimiento y consolidación de la bioética, nos cuenta que fue Karen Lebacqz la que introdujo el tema de los principios de una forma algo más tentativa y plural que aquella en la que luego vinieron a quedar conforme a reglas establecidas y a ser repetidamente invocados.

En un principio los cuatros principios fueron tres; las que se tienen en consideración son: el principio de respeto a la persona, de beneficencia y justicia. El principio de beneficencia hace referencia en primer término al sujeto individual al que se supone que beneficia la investigación; el principio de autonomía se refiere sobre todo al respeto a la autodeterminación de las personas; el principio de justicia se refiere tanto a la justicia distributiva como la compensatoria; y el principio de no maleficencia trata de evitar o al menos minimizar el daño que se causa a los sujetos individuales de la investigación.

¿Cómo se justifican los principios?

La justificación de los principios remite a los fines inscritos en la energía activa y propulsora de los deseos humanos.

Desde la perspectiva de la base cognoscitiva que los justifica los principios pueden entenderse en tres formas:

- Metas generalizadas en base a la prudencia y la experiencia moral adquirida.

- Los propósitos o prioridades que se necesitan para que sea posible y tenga sentido cualquier experiencia moral y planeamiento ético.

- Las aspiraciones más básicas que estructuran y legitiman la forma de vida; es decir los principios de la ética de las profesiones.

¿Cómo se aplican los principios?

Los principios para poder ser aplicados han de ser especificados, interpretados y por sobre todo examinar con atención el pro y el contra de un asunto a la vista de las situaciones y de los casos a los que se los pretende aplicar; por eso más que prescribir o prohibir acciones concretas, orientan acerca de algo valioso que debe ser tomado en consideración.

Casos y casuística

La ética se propone orientar, justificar o cuestionar las actuaciones y decisiones humanas.

Esto lo hace al menos en tres niveles de mayor o menor concreción, de menor o mayor generalidad:

• En el nivel más general la ética se ocupa de reflexionar acerca de los elementos constitutivos de la vida moral, esos que están presentes y son vinculantes en toda ocasión o circunstancia.

• En el otro extremo está la reflexión ética que acompaña y busca iluminar y orientar el proceso de toma de decisiones en casos concretos y que en ocasiones ha recibido el nombre de casuística que es la aplicación de los principios morales a los casos concretos de las acciones humanas.

• En el medio están las llamadas éticas aplicadas o éticas especiales, la legitimidad de estas éticas se deriva de que sirven para orientar, justificar o cuestionar las actuaciones y decisiones de los agentes morales en estos ámbitos.

El Principio de Autonomía

Hacer el bien propio oficio en orden a proporcionar los bienes y servicios que cada profesión se esfuerza en realizar; que acompaña el quehacer profesional y este se encarga de reflexionar sobre el mismo, de interpretarlo al ritmo de los cambios tecnológicos y las demandas sociales.

El segundo principio el de autonomía tiene una base social más amplia y menos especifica; hunde sus raíces en el conjunto de la sociedad moderna, a él se apela en casi todos los proyectos y conflictos de la misma

Otros seres están sometidos a la ley de su propia naturaleza, cada uno podrá definir su propia naturaleza a su arbitrio será alfarero y escultor de sí mismo, esta idea empieza a ser social y políticamente operativa en los comienzos de la modernidad mediante la solución que se va dando al tema de la libertad de conciencia en una sociedad.

Nada es verdaderamente humano si es impuesto a los hombres por otros hombres. La misma fe, religión y la moral solo son verdaderas y valiosas, solo merecen formar parte del propio proyecto de vida si son libremente elegidos o aceptados y son degradadas tan pronto que no respondan a las convicciones de conciencia para obedecer a leyes y autoridades extrañas a uno mismo.

La autonomía en la cultura moderna es lo que llama Taylor un "hiperbien", Hay bienes que son bienes porque son deseados y a esto se llama una valoración débil.

La libertad y la conciencia no valen porque responden a nuestros deseos; valen en el sentido fuerte porque marcan la diferencia entre una vida que merece ser vivida y otra que no.

Cada uno es dueño de sí mismo, de su capacidad de trabajo y de sus propiedades, puede hacer con ellas lo que quiera mientras no imponga coactivamente nada a nadie, ya que los demás también están dotados de razón, conciencia y libertas y tienen la misma dignidad y derechos

La libertad y la razón son propias de todos los seres humanos, en ellas radica y consiste su dignidad. La voluntad racional y libre de cada persona es la única fuente de la ley moral en esto consiste la autonomía y la moralidad. Mediante la autonomía el ser humano no obedece a ninguna instancia externa sino a su propia voluntad racional que le convierte en legislador junto con todos los

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