Raíces Historicas De La Enseñanza Reflexiva. Jhon Dewey

Raíces históricas de la enseñanza reflexiva.

Dewey fue uno de los primeros teóricos educativos en los Estados Unidos que consideró a los maestros como profesionales reflexivos con la capacidad de desempeñar papeles muy activos en el desarrollo de programas y en la reforma educativa.

Según Dewey, el proceso de reflexión empieza para los maestros cuando se enfrentan con alguna dificultad, algún incidente problemático o una experiencia que no se puede resolver de inmediato, los maestros tratan de tomar distancia para analizar sus experiencias.

Los maestros que son irreflexivos sobre su enseñanza con frecuencia aceptan esta realidad cotidiana sin protestar en sus escuelas y se dedican a encontrar los medios más efectivos y eficientes para resolver los problemas.

La acción reflexiva también es un proceso que requiere de ir más allá de los procesos racionales y lógicos de resolución de problemas.

Creemos que podemos influir de forma importante en las vidas de nuestros estudiantes y cuando reflexionamos sobre ello en nuestros salones de clases, tenemos que aprender a escuchar y aceptar muchas fuentes del entendimiento.

En la acción reflexiva, al contrario que en la rutinaria, se usan simultáneamente la razón y la emoción. Para Dewey, hay tres actitudes básicas para esta acción:

Mente abierta. La mente abierta implica tener un deseo activo de escuchar varios puntos de vista, prestar atención a las alternativas y reconocer la posibilidad de estar equivocado incluso en nuestras creencias más arraigadas.

Responsabilidad. Implica considerar con mucha atención las consecuencias de cada acción.

Honestidad. La mente abierta y la responsabilidad deben ser los componentes centrales de la vida profesional del maestro reflexivo.

Las actitudes de mente abierta, responsabilidad y honestidad, combinadas con el dominio de las capacidades de investigación como la observación y el análisis, definen para Dewey al maestro reflexivo.

Como estudiante, ¿sería usted capaz de distinguir estas cualidades en sus maestros? como nuevo maestro o como estudiante practicante, sería usted capaz de distinguir estas cualidades en usted o en sus colegas?

R. Sí, pero no con toda la seguridad, hay maestros que se nota el esfuerzo que hacen para que entiéndanos algún tema, planean alguna actividad didáctica para hacer mas amena la clase, reflexionan sobre nuestras características, en comparación con maestros que tal ves hacen las actividades rutinarias, utilizan siempre las mismas estrategias de aprendizaje, por lo general se ve en maestros de edad mas avanzada, en los compañeros me puedo dar cuenta cuando vamos a practicar, que hay compañeros que solo hacen las actividades por cumplir como requisito y no por querer impactar y dejar un aprendizaje en los alumnos.

¿De qué forma la organización de los salones de clases y las escuelas contribuye a desalentar y/o alentar la reflexión de los maestros?

R. Como una estrategia de buena organización, será mas fácil darse cuenta de las características de los alumnos, aunque también es importante reflexionar en toda situación que pueda surgir en la escuela.

Hay quienes señalan que la enseñanza es una tarea demasiado rigurosa y compleja como para exigir a los maestros que sean muy reflexivos sobre su trabajo. ¿Cuál es su opinión?

R. Aquí tiene que ver mucho el gusto que se tenga por la docencia, pienso que a una persona que le gusta su trabajo y las actividades que tiene que desarrollar, no lo verá como una tarea rigurosa y no se le tendrá que exigir para que realice su trabajo.

De verdad es posible pensar las cosas demasiado, como cuando una persona no puede llegar a una conclusión definitiva y vaga sin rumbo entre la amplia gama de elecciones que le presenta una situación.

Por otra parte, afirmar que el mundo atareado y complejo del salón de clases hace imposible la reflexión para los maestros, es distorsionar las ideas de Dewey sobre la práctica reflexiva.

Los buenos maestros son necesariamente autónomos en su juicio profesional No necesitan que se les indique qué hacer. No son profesionalmente dependientes de los investigadores o los superintendentes, de los innovadores o los supervisores. Esto no significa que no estén abiertos a ideas generadas por otras personas, en otros lugares o en otros momentos. Tampoco rechazan los consejos, consultoría o apoyo. Sin embargo, saben que las ideas de la gente no son muy útiles sino hasta que se digieren al punto en que el maestro puede aplicar su propio juicio.

¿Está de acuerdo o en desacuerdo?

R. Estoy de acuerdo, ya que el maestro debe conocer las necesidades de sus alumnos, si debiera depender de otro profesor que le da ordenes y le diga como debe trabajar con sus alumnos, no sería tan efectivo el aprendizaje, el profesor autónomo tiene la iniciativa de cumplir con sus alumnos y es por eso que dentro de sus satisfacciones debe estar el avance de sus alumnos.

¿Qué implicaciones específicas se ve usted sobre su propia técnica de enseñanza en los puntos de vista de Stenhouse?

R.

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