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Contaminación por la basura

Hay una realidad que avanza de forma silenciosa, pero que puede afectar peligrosamente a nuestra calidad de vida. Hablamos del gran incremento en la generación de desechos que se observa en todo el planeta, tanto en forma sólida como líquida o gaseosa. De esta manera, la contaminación de los suelos y los cursos de agua aumenta en gran medida, con consecuencias que pueden llegar a ser realmente comprometedoras para la vida en el planeta.

La acumulación de residuos de distinto tipo es una problemática urbana que la mayoría de las ciudades del mundo no puede resolver de forma orgánica. Esto provoca inmensos focos de contaminación, capaces de reproducir enfermedades de toda clase y de trasladar esa contaminación a las corrientes subterráneas de agua e, incluso, introducir nuevos elementos tóxicos en la cadena alimentaria.

Un gran inconveniente en las ciudades es la mezcla de los residuos industriales con los desechos del hogar. Peligrosos fluidos contaminantes se combinan con los residuos familiares, para luego dejarse a cielo abierto en precarios vertederos o eliminarse en cursos de agua. En muchas ciudades con litoral marítimo hasta se eliminan directamente en el mar, prácticamente sin ningún tratamiento.

Contaminación que avanza

Con el tiempo, estos vertederos irán sufriendo una fuerte degradación ambiental, que afectará al suelo, al agua y al aire. Así se eliminará la capa vegetal originaria del lugar, se producirá un profundo proceso de erosión del suelo y se liberarán microorganismos contaminantes.

El terreno irá perdiendo parte de sus características más importantes, como sus condiciones de porosidad, permeabilidad o textura. Asimismo, cuanto más se contamine la zona, mayor será la complejidad para lograr posteriormente una rehabilitación ecológica ante la acumulación de metales pesados y otras sustancias altamente peligrosas.

Procesos necesarios para reducir la basura

Para reducir estos inconvenientes es necesario que los ayuntamientos de las ciudades de todo el mundo lleven a cabo programas de reciclado y separación de residuos, estimulándose al mismo tiempo la producción con tecnologías limpias y sostenibles, que de esta forma registren un menor coste ambiental.

Además, los lugares destinados a la acumulación de residuos deben poseer todas las condiciones necesarias para evitar la contaminación del suelo, el agua y el aire del lugar. En el mismo sentido, debe propiciarse un consumo más responsable por parte de la población, para acumular así menores cantidades de residuos.

Es lógico que el desarrollo de estos avances signifique un coste extra para las ciudades, pero habría que pensar si este dinero no está bien invertido, al asegurar la calidad de vida de las próximas generaciones

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