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Adolescencia


Enviado por   •  28 de Abril de 2014  •  5.026 Palabras (21 Páginas)  •  239 Visitas

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El síndrome de la adolescencia normal

Por Arminda Aberastury y Mauricio Knobel El síndrome de la adolescencia normal. Un enfoque psicoanalítico. Capítulo 2. Editorial Paidos. Buenos Aires. 1977. Texto establecido por Daniel Verde

 CAPÍTULO 2: NORMALIDAD Y PATOLOGÍA EN LA ADOLESCENCIA

Hay una importancia de los factores socioculturales en la determinación de la fenomenología expresiva en esta edad de la vida (como cualquier otra etapa vital). Pero hay un problema básico de la de la circunstancia evolutiva que significa esta etapa, con todo su bagaje biológico individualizante.

Lo sociocultural influye determinando las manifestaciones específicas de la adolescencia, pero existe un basamento psicobiológico que le da características universales.

Es un período de transición entre la pubertad y el estadio adulto del desarrollo.

En las diferentes sociedades puede variar como varía el reconocimiento de la condición adulta que se da al individuo, y habrá condiciones culturales que favorecerán o dificultarán este proceso de cambio. Pero la característica básica, es que es un periodo que obliga al individuo a reformularse los conceptos que tiene sobre sí mismo y que lo lleva a abandonar su auto imagen infantil y a proyectarse en el futuro de su adultez.

El sino de la adolescencia es integrarse en el mundo del adulto donde tendrá que aceptar su nueva configuración de ser humano, su morfología adulta y la capacidad del ejercicio de su genitalidad para la procreación.

Adolescencia: etapa de la vida durante la cual el individuo busca establecer su identidad adulta, apoyándose en las primeras relaciones objetales parentales internalizadas y verificando la realidad que el medio social le ofrece, mediante el uso de los elementos biofísicos en desarrollo a su disposición y que a su vez tienden a la estabilidad de la personalidad en un plano genital, lo que solo es posible si se hace el duelo por la identidad infantil.

Normalidad.- La estabilización de la personalidad no se logra sin pasar por un grado de conducta patológica  inherente a la evolución normal de esta etapa.

El concepto de normalidad varía con el medio socioeconómico, político y cultural. Se establece sobre las pautas de adaptación al medio, y significa el utilizar los dispositivos existentes para el logro de las satisfacciones básicas del individuo en una interacción permanente que busca modificar lo displacentero o inútil a través del logro de sustituciones para el individuo y la comunidad.

La personalidad integrada: tiene la fuerza para advertir el momento en que una aceptación temporaria del medio puede estar en conflicto con la realización de objetivos básicos, y puede modificar su conducta según sus necesidades circunstanciales. Este es el aspecto de la conducta en que el adolescente puede fallar (adaptación e integración).

Sería anormal la presencia de un equilibrio estable durante el proceso adolescente.

Las luchas y rebeldías externas son reflejo de los conflictos de dependencia infantil que persisten. Los procesos de duelo obligan a actuaciones con características: defensivas, psicopáticas, fóbicas, contrafóbicas, maníacas o esquizo-paranoide según su estructura y experiencias. Por eso se habla de una “patología normal de la adolescencia”.

En la adolescencia hay una exteriorización, modificada por la experiencia previa, de los remanentes de las fantasías psicóticas del bebé. La crisis es tan severa que se reviven las crisis más tempranas.

Síndrome normal de la adolescencia.- La menor o mayor normalidad de este síndrome se deberá a los procesos de identificación y duelo que haya podido realizar el adolescente. En la medida en que haya podido elaborar los duelos que llevan a la identificación, verá su mundo interno mejor fortificado y esta normal anormalidad será menos conflictiva.

Sintomatología que integra el síndrome.-

Búsqueda de sí mismo y de la identidad. El poder utilizar la genitalidad en la procreación es un hecho biopsicodinámico que determina una modificación esencial en el logro de la identidad adulta y caracteriza la inestabilidad de la identidad adolescente.

La maduración genital (psicodinámicamente considerado), la reactivación de las etapas pregenitales de la evolución libidinal y la interacción de los procesos psicológicos de disociación, proyección, introyección e identificación, irán estableciendo la personalidad. Se logra una cristalización del proceso de individuación.

El niño entra en la adolescencia con conflictos que se magnifican en ese momento, para salir luego a la madurez estabilizada con determinado carácter y personalidad adultos. Se logra una entidad yoica, una entidad personal y la autocognición. Ésta se relaciona con el “sí mismo”, la consecuencia final de la adolescencia sería el conocimiento del sí mismo como entidad biológica en el mundo, el todo biopsicosocial de cada ser en ese momento de la vida. También se une el conocimiento del substrato físico y biológico de la personalidad, el cuerpo y el esquema corporal son dos variables en el proceso de definición del sí mismo y la identidad.

En la pubertad ocurren cambios físicos en tres niveles: modificación sexual, producción de óvulos y espermatozoides maduros, desarrollo de las características sexuales primarias (agrandamiento del pene, testículos, útero y vagina) y el desarrollo de las características sexuales secundarias (maduración de los pechos, modificación de la cintura escapularia y pelviana, crecimiento del vello pubiano y cambios de voz).

Se agregan las modificaciones fisiológicas del crecimiento en general y de los cambios de tamaño, peso y proporción del cuerpo.

Esquema corporal: la representación mental que el sujeto tiene de su propio cuerpo como consecuencia de sus experiencias. Los procesos de duelo por el cuerpo infantil obligan a una modificación del esquema corporal y un reconocimiento físico de si mismo en una forma muy característica.

Se logra un autoconcepto a medida que el sujeto va cambiando y esto se va integrando con las concepciones que tienen sobre él personas, grupos, instituciones, y asimilando los valores del ambiente social.

Concomitantemente se va formando el sentimiento de identidad. El adolescente necesita darle a todo esto una continuidad dentro de la personalidad, por eso se busca un sentimiento de continuidad y mismidad. La identidad es esta capacidad del yo para mantener la mismidad y la continuidad frente a lo cambiante, un sentimiento interno de mismidad y continuidad, una unidad de personalidad sentida por el individuo y reconocida por otro.

De la infancia se pasa a “la moratoria psicosexual”, donde no se requieren roles específicos y se permite experimentar

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