Análisis "El Enjambre"

Han refleja en su libro En el Enjambre el impacto que la tecnología, en concreto las redes sociales e internet, han tenido en nuestra sociedad. Según el autor, la revolución digital ha originado una pérdida de respeto hacia los demás, se han acabado las distancias y ahora nuestra vida es cómo un espectáculo que todos pueden observar. La destrucción de las distancias espaciales origina a su vez la desaparición de las distancias mentales, siendo las redes sociales un lugar de exposición de nuestra vida privada. Como dice Roland Barthes, “la esfera privada es una zona del espacio, del tiempo en la que no soy una imagen, un objeto”, esto ha sido destruido por las redes sociales, que han eliminado cualquier esfera privada.

La falta de respeto también va unida al anonimato que nos propician las redes sociales, que nos permite faltar el respeto o realizar cualquier comentario sin manchar nuestro nombre.

Otro aspecto a destacar es cómo el mundo digital favorece la simetría, y esta a su vez perjudica al poder y la autoridad. Para que exista el poder, es necesario que exista una cierta desinformación, y que la comunicación se produzca de manera unidireccional, mediante medios de comunicación analógicos (como la televisión), en los que la sociedad es solamente espectadora de lo que quieren mostrarle quienes tienen el poder. En la actualidad, las redes sociales han favorecido la transparencia en la comunicación, permitiendo que todo el mundo tenga acceso a una información lisa, plana y abierta.

A continuación, hablaré sobre el llamado “Fenómeno de la Indignación”, Han hace referencia a una sociedad indignada, incapaz de llevar a la acción pública sus ideas de cambio y/o mejora, lo que hace que estas se queden en un plano emocional, sin pasar a la acción transformadora.

En 1985, Gustave Le Bon, definía la modernidad como “la época de las masas”, ve a estas como un fenómeno capaz, incluso, de suplantarle el poder al Rey. Estas masas se movían en conjunto por unos mismos intereses o una ideología común, que tenía por objetivo conquistar el poder. Hoy en día el fenómeno de las masas ha sido sustituido, como denomina Han, por “el Enjambre”. Este está formado por individuos aislados, sin un alma común, que, al no manifestarse como una voz, son percibidos como simple ruido, este enjambre carece de solidez y de esa ambición de poder característica de las masas, lo que se resume en una indignación carente de un discurso común. De aquí surge el llamado homo digitalis, un ser que se expone y pide una atención constante, y que vive, además, al margen de la sociedad, aislado por los medios digitales.

Otro factor que se vería afectado por la sociedad digital sería el contacto físico, y el hecho de que nadie pueda mirarse a los ojos, esta tecnología nos permite estar conectados y sentirnos cerca de las personas que queremos, pero a la vez nos hace sentirlas distantes, perdiendo la magia y esa conexión que nos produce el contacto directo con otra persona.

Además, vivimos en un mundo en el que las imágenes deben ser perfectas, esto es reflejado en el llamado síndrome de París, se trata de un trastorno psicológico que afecta en su gran mayoría a turistas japoneses que visitan la ciudad de París, al descubrir que la realidad de la ciudad no se asemeja a las imágenes que habían visto antes de viajar a ella, haciendo que sus expectativas sobre su visita sean inferiores a lo esperado, lo que les produce síntomas como ansiedad, alucinaciones y mareos entre otros. Esto podríamos resumirlo con la frase “la imagen es perfecta, la sociedad es imperfecta”.

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