Análisis de fotografía

Laura Carrillo Torres.

Introducción al arte fotográfico.

La exposición Waste Lands / Tierras Devastadas presenta el trabajo de diez artistas, todas ellas mujeres de muy diversa procedencia que tienen en común precisamente eso: el hecho de pertenecer a ámbitos culturales muy distintos. A travéde la obra de éstas diez mujeres la exposición aborda los paisajes y entornos urbanos, sociales, antropológicos y arqueológicos en países destruidos y empobrecidos por las guerras, la herencia postcolonial, la voracidad depredadora de las campañas de gas y de petróleo y la especulación energética de las potencias mundiales, el terrorismo y la violencia de los estados y de las luchas locales, políticas y religiosas.

War Remains, 2012

En esta fotografía de Tamara Abdul Hadi podemos apreciar un escenario donde los protagonistas son cuatro soldados y una montaña de obuses de guerra. En ella se pueden distinguir solo tres elementos con claridad, aunque la imagen muestre un escenario de tres dimensiones. Estos tres elementos son: cuatro militares, un muro y los obuses.

A pesar de que la obra a tratar está aparentemente encabezada por los soldados, éstos quedan en un segundo plano en la fotografía, estando detrás de los obuses que forman una diagonal hasta el muro, el cual es lo que nos hace centrarnos en las personas que se sitúan encima del mismo. Al mismo tiempo, el muro nos sirve para diferenciar el cambio de color en la imagen, siendo un color rojizo propio del óxido el que protagoniza la escena, hasta que se encuentra con este elemento, donde podemos apreciar otros colores como puede ser el verde en los uniformes de los militares, el del cielo o el de la propia pared, pero siempre manteniendo un tono grisáceo.

Penélope, 2010

En la fotografía a tratar, cuya autora es Raeda Saadeh, observammos a una mujer sentada tejiendo en unas ruinar de lo que intuimos que antes era una vivienda. En la imagen, la mirada recae directamente sobre la protagonista, quien se encuentra perfectamente centrada en la composición. La mujer se encuentra sentada sobre los escombros simulando lo que podría ser un sillón en el que poder relajarse mientras mantiene la mirada perdida y un rostro carente de expresión. Entretanto, teje a partir de un gran ovillo de lana.

Aunque en la imagen somos capaces de diferenciar varios colores, llaman la atención los que se encuentran en el centro de la misma: el rojo, en el ovillo, y el negro, en la vestimenta de la modelo.

Por el título y la postura de la mujer en sí podemos ver una especie de representación moderna de Penélope, la reina de Ítaca y esposa de Odiseo en el mito griego que lleva su nombre. Ésta también se vio afectada por la guerra, la de Troya en este caso, que se llevó a su esposo durante veinte años en los que la intentaron forzar a casarse con otro hombre. En el mito, Penélope decía que cuando terminara el tapiz que estaba tejiendo decidiría con qué pretendiente casarse pero por las noches lo deshacía para postergar el momento lo máximo posible ya que tenía la esperanza de que Odiseo regresara. La forma en que esto se refleja en la imagen, aparte de en lo obvio, es en que las mujeres son las grandes perjudicadas en una guerra ya que, aparte de perder a sus seres querido, quedan a cargo de una familia y un hogar destrozado, sin nada que las ayude a recuperar todo lo que han perdido.

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