Análisis documental "dulce agonía"

La diabetes es también conocida como La Enfermedad Silenciosa debido a que la población carece de la educación y la información necesaria para su prevención. Se le considera la enfermedad del Siglo XXI ya que los niveles de obesidad en el mundo han ido en aumento en las últimas décadas en niveles alarmantes gracias al consumo masivo y desinformado de bebidas y alimentos con altos contenidos de azúcar y el abuso de estos trae consigo esta enfermedad.

Todavía hasta hace tres décadas, la diabetes, era una enfermedad casi exclusiva de aquellas personas que tenían una predisposición genética a contraer esta enfermedad (y se presentaba después de los 35 años de edad solamente), pero un estudio realizado en el 2012 demostró un incremento en las muertes a causa de diabetes de medio millón durante los últimos 6 años (calculando un promedio de 80,000 fallecimientos al año a causa de esta enfermedad), la mayoría de estas muertes debido a la falta de tratamiento efectivo.

El incremento masivo de esta enfermedad se debe a tres razones principales:

• La falta de información efectiva para la prevención de esta enfermedad y de los daños que esta trae para la salud en general.

• Las campañas de consumo masivo de las empresas refresqueras (contando con el apoyo de los gobiernos).

• La falta de acción real por parte de las entidades regulativas debido a los conflictos de interés.

La población no está informada sobre los daños reales que los altos contenidos de azúcar en los alimentos y bebidas generan en el cuerpo y su repercusión en la salud, poco es en realidad lo que la población en general sabe de la diabetes ya que las cantidades reales de insumo de azúcar por producto no están explicadas de manera clara en el etiquetado de los productos de consumo masivo. Sumado a esto contamos como causa mayor el que gran mayoría de las campañas publicitarias están dirigidas a los sectores de población más vulnerables: adolescentes y niños, y personas de bajos recursos; campañas como las de los cereales azucarados, refrescos, alimentos de comida chatarra y cadenas de comida rápida y el sencillo acceso a estas gracias a los bajos costos de estos productos las hacen extremadamente peligrosas para estos sectores de la población.

En los últimos años ha habido un incremento tal que se calcula que (en México) el 7 de cada 10 adultos y 1 de cada 3 niños tienen sobrepeso y están en peligro de desarrollar (o ya la desarrollaron) diabetes tipo 2 (el 80% de las personas con diabetes tienen este tipo de diabetes). Pero, ¿Qué significa esto? Esto quiere decir que en las siguientes décadas tendremos el mayor numero de adultos con diabetes, sobrepeso y problemas vasculares en la historia del país, así como los mas altos índices de mortalidad a causa de esta enfermedad los cuales ya en el sexenio anterior llegaron a los 500,000 fallecimientos prematuros debido a esta enfermedad.

Es importante recalcar que aunque es responsabilidad de las compañías de bebidas y alimentos proveer la información de los valores nutrimentales de sus productos en cada uno de los empaques, es responsabilidad de los gobiernos y las autoridades reguladoras asegurarse que la información se explique de manera que la población la pueda entender y de reportar en campañas eficientes de salud los riesgos que conlleva el desarrollar diabetes: ceguera irreversible (la cual ya padece el 50% de los pacientes que acuden a tratamiento por primera vez), amputaciones de extremidades, problemas vasculares y la muerte en casos severos. Desafortunadamente, el sector salud le ha estado fallando a la población con su falta de campañas para la prevención y con su falta de seguimiento efectivo en el tratamiento de esta enfermedad.

Escondidos detrás de el pretexto de que los tratamientos son caros y de que los gobiernos no proporcionan los fondos necesarios, las instituciones medicas se lavan las manos en cuanto a lo referente al tratamiento y seguimiento de las personas con diabetes (especialmente en comunidades de bajos recursos), con cálculos y porcentajes (muchas veces de fuentes dudosas y con muchas discrepancias e irregularidades) se respaldan argumentando que el 80% de los fondos del Seguro Popular se va en tratamientos de hemodiálisis para pacientes con diabetes y que ya existe un gasto por encima del presupuesto de aproximadamente 3 billones de pesos para el tratamiento de la enfermedad y se quitan la responsabilidad del mal seguimiento de pacientes, causando que los pacientes (en su mayoría de escasos recursos) tengan que ingeniar la manera de pagar sus propios tratamientos; al mismo tiempo muestra el desinterés más básico para proporcionar aunque sea opciones saludables para los pacientes que acuden a sus instalaciones para tratamientos contra la diabetes al vender únicamente bebidas azucaradas y comida chatarra defendiéndose en un “es lo que más piden los pacientes”, sin darse cuenta de la incongruencia, es como querer enseñarle a un niño que no debe de comer postre antes de la comida pero aún así dárselo para que deje de llorar por él.

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