Capítulo 1 La Trama es La Vida

Capítulo 1
La Trama es La Vida

-¿Qué te trae por aquí? La señorita se acercó al mostrador levantando una ceja y mostrando un poco de rabia en sus ojos
-Estoy buscando algo, un recuerdo de aquí.
Un silencio marca un espacio de tiempo muy largo, tan largo, que me dio tiempo para ver toda la vitrina,
-Hasta luego. Me despedí con un poco de angustia al ver lo ceja levantada y los ojos de ira de la señora peli roja de ojos azules
-Ya te vas, as osado mirar mi vitrina y no vas a comprar nada, me has hecho ilusionar, es como si una mujer, se desnudara ante un hombre y el hombre no le diera lo que ella quiere.
Atónito frente a tal comparación, no tuve más remedio que…… Responder
-Pero en este caso, es solo una vitrina, cuyo vidrio transparente hace que todos la miren, que uno u otro se pare enfrente a ver algo que les interesa no significa que lo compraran.
-Claro que es así –Esta vez levanto la vos más de lo común, al parecer el que pasara una patrulla justo por allí en ese instante no fue la causa de tal cambio de vos- pero has el favor y compra, ya has estado más de 30 minutos parado y no has comprado nada, es más es un ROBO para mí.
La patrulla se para, salen los policías de las dos puertas de tal patrulla, la suerte no estaba de mi lado en ese momento
-¡¿Qué es lo que pasa?! El patrullero pregunto
-La señora piensa que por quedarme viendo, joyería de transporte interdimensional, piensa que yo la quiero comprar. Dije intentando defenderme
-Eso es mentira. Dijo la señora sarcásticamente. Todo el tiempo pasa y se queda viendo, ahuyenta a los clientes, eso debería ser un crimen.
Acontece que justo después de la última palabra que la señora ojo azul, algo, un objeto, una piedra a más de 1000 K/h choca en la tienda, una nube de humo se levanta, prácticamente es hora de correr antes de que los policías, con chips básicos de razonamiento y pensamiento, donde el sarcasmo humano no tiene cabida me lleven a la cárcel dos fuentes de esta ciudad.

Dando vuelta a la esquina y con todo el polvo, nadie me vio salir, por otro lado las luces se empezaron a prender, la oscura noche empezó a brillar, el camino era un clásico callejón, donde parejas de toda clase de casualidades podían pasar el rato, la ventanas de los edificios asían de ese callejón un lugar muy hermoso, pero el estar del otro lado, no lo hacía tan genial

Mi casa estaba en ese callejón, donde miles de parejas que por alguna razón pasan por allí a menudo, sonríen gozan y se alejan del mundo tan hostil que se ha vuelto, abro la puerta, la llave negra con puntos blancos que mi hermana hiso con tinta blanco me da la facilidad de poder encontrar la llave con rapidez, giro la llave dos vueltas a la izquierda, luego una a la derecha y luego la hundo, y otro giro a la derecha.

Escaleras, toca llegar al lugar donde mi cama, una nevera, cocina un baño, una sala, una gato, un perro y una biblioteca me esperan, llego hasta mi puerta, meto la llave roja, con un gato de lagrima que hiso que se quitara la tinta del lado donde la marca de la empresa 321 aparecía, fácil de reconocer, la llave entra, el mecanismo de  la cerradura la reconoce, la escanea y busca si es la original, ya dando la luz verde, se da vuelta a la derecha luego izquierda, se jala, luego se da vuelta a la derecha y luego se hunde, dando un último giro a la izquierda.

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