Desarrollo socioeconómico en el municipio de la Union Sucre
Enviado por langelvp • 6 de Noviembre de 2023 • Ensayo • 2.035 Palabras (9 Páginas) • 63 Visitas
ESCUELA SUPERIOR DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA – ESAP
PROGRAMA: ADMINISTACIÓN PÚBLICA TERRITORIAL - APT
CETAP: LA UNIÓN
ASIGNATURA: CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO
SEMESTRE: I GRUPO No 1
TRABAJO: ENSAYO ARGUMENTATIVO
TEMA: DESARROLLO SOCIOECONOMICO EN EL MUNICIPIO DE LA UNION SUCRE
DOCENTE: JESÚS MARÍA ZAPA VELÁSQUEZ
ESTUDIANTE: LUIS ANGEL VERGARA POLO
AÑO: 2021
DESARROLLO SOCIOECONÓMICO EN EL MUNICIPIO DE LA UNIÓN SUCRE: UN COMPROMISO DE LA ADMINISTRACIÓN MUNICIPAL
En el presente escrito el Autor tiene como finalidad argumentar y reflexionar sobre la situación socioeconómica del municipio de La Unión y del papel que juega la Administración Municipal para la elaboración de las estrategias que al ser implementadas generen mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad y equidad social. Teniendo en cuenta el impacto que se está presentando actualmente en atención a la pandemia del COVID 19 y a la explotación de hidrocarburos que se ha llevado a cabo los últimos años en el territorio unionense.
El municipio de La Unión de Sucre, está localizado a 8º 51’ de latitud Norte y a 75º 17’ de longitud Oeste, al Sur oeste del Departamento de Sucre en la Subregión del San Jorge del Caribe Colombiano. Tiene una altura sobre el nivel del mar de 65 metros. Su cabecera municipal se encuentra a 82 Km de distancia de Sincelejo, capital del Departamento de Sucre. Tiene una extensión aproximada de 23.439 Hectáreas, la cual se divide de la siguiente manera: Área Urbana: 161,2 hectáreas Área rural: 23.277.9 hectáreas, limita al Norte y Occidente con el municipio de Sahagún (Departamento de Córdoba), al Oeste con el municipio de Caimito y al Sur con el Municipio de San Marcos. La Población reportada y proyectada según el DANE para el año 2020 es de 12.994 habitantes.
En el aspecto social, a través del NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas) se identifican los hogares rurales y urbanos con las características sobresalientes que demuestran la ausencia de consumos básicos o la baja capacidad de generación de ingresos. En este sentido, la pobreza en La Unión se ha mantenido en niveles muy altos, en valores aproximados al 35%. Los factores que más influyen en el NBI, en el municipio de La Unión son las características inadecuadas de vivienda, deficiencia en la prestación de servicios básicos como acueducto y alcantarillado.
Ahora bien, en el ámbito económico este municipio de Sucre, sustenta su estructura en la explotación de los sectores primarios, secundarios y terciarios.
En el sector primario se revisan las actividades que se realizan próximas a la base de recursos naturales: agricultura, ganadería y minería.
En el sector secundario se analizan las actividades que transforman los bienes o materias primas: agroindustria, confecciones, artículos de madera, ornamentaciones y artesanías.
En el sector terciario se analizan las actividades comerciales y de servicios. También se contempla la economía informal, la cual se clasifica en actividades informales callejeras (ambulantes, estacionarias y semiestacionarias) y actividades no callejeras (tiendas de barrio, mercados populares y microempresas).
En nuestro territorio se tiene una vocación agropecuaria, quedándose casi todo su desempeño en el sector primario, siendo las labores predominantes la agricultura y la ganadería extensiva considerando a esta última como la del primer puesto en mayor ocupación, sin embargo, es la agricultura la base de la economía de la población, aunque rechine y parezca contradictorio; ya que, a ella se dedica el 72.54% de la población urbana y el 86.7% de la rural. Las actividades productivas desarrolladas en verano, están marcadas en un 64% en la agricultura, un 12% en ganadería y un 24% en la caza (Según encuesta de CORPOMOJANA).[pic 1][pic 2]
A pesar de todo el potencial, la Economía en este municipio, se mueve con bajos niveles de desarrollo como consecuencia de la baja capacidad de generación de riqueza, bajo nivel tecnológico, escasa oportunidad laboral, concentración de la tierra en pocas manos, abandono del campo por parte de las administraciones de turno, poca generación de empleo y la inexistente organización de las comunidades a través de organizaciones no gubernamentales, cooperativas de productores y comercializadores, asociaciones de pequeños productores, para gestionar recursos y desarrollar actividades y empresas productivas.
Como ya se mencionó previamente, la base de la economía unionense es la actividad agrícola, destacándose esta con el establecimiento de cultivo de maíz, yuca dulce, arroz, ñame criollo, yuca para uso industrial y hortalizas en menor escala, actualmente esta actividad presenta una serie de dificultades que le impiden ser competitiva; entre estas, se puede destacar: la situación económica desfavorable de los pequeños agricultores que limitan el acceso a los servicios de mecanización de suelos, deficiente acceso a semillas certificadas y asistencia técnica. Esta situación, se ve reflejada en bajos niveles de producción agrícola, desaprovechamiento de las potencialidades de los suelos, y deficiente comercialización, trayendo los siguientes efectos negativos: reducción de la oferta agrícola, disminución de la participación del sector agrícola en el PIB departamental, pobreza, desmotivación y el abandono del campo.
Con base en lo anterior vemos que no hay necesidad de desplazarse hasta la zona rural del Municipio para darse cuenta de la crisis del sector agrícola. Se percibe en las tiendas, en el mercado público del pueblo y en cada hogar. Los problemas del agro vienen en un kilo arroz, un plátano, una libra de yuca o ñame y en casi todo lo que se comercializa del campo. Cualquier producto de la pequeña agricultura es un espejo de lo que le sucede con nuestro campesinado.
La crisis tiene un eje central. Cada vez que sale una cosecha, los precios caen y los ingresos de muchos cultivadores, especialmente de los más pequeños, no alcanzan para cubrir los costos de producción. Eso significa que la mayoría de nuestros campesinos trabajan a pérdida o apenas para sobrevivir. El labriego Unionense, quien cultivó, preparó el suelo, sembró la semilla, hizo las desyerbas, fertilizó y recolectó la cosecha, además de que asumió los riesgos de inundación, vendaval, sequía y enfermedades y plagas, entre otras labores, y esperó más de un año para producirlo y sacarlo al mercado, no está recibiendo las ganancias justas por su esfuerzo, dedicación y trabajo. Entre otras cosas por los altísimos costos que genera la preparación de la tierra para el cultivo, la mecanización del suelo constituye una de las fases más importantes del proceso del cultivo para garantizar buenos resultados en las cosechas.
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