¿Desde cuándo tienes miedo?

¿Desde cuándo tienes miedo?

Algo que me llama la atención es cómo desde pequeños podemos experimentar miedo. ¿Pero miedo a qué? Le tenemos miedo a la oscuridad, a los monstruos que viven debajo de la cama, nos daban miedo las arañas, serpientes y cucarachas.

A medida que vamos creciendo, nuestros miedos cambian, o simplemente se agregan más a la lista. Somos adolescentes y nos da miedo reprobar, nos da miedo que nos lastimen, nos da miedo ser quien en verdad somos.

Como adultos existen miedos un poco más raros, por ejemplo, nos da miedo que el recibo de la luz salga altísimo. Nos aterra que seamos despedidos de nuestro trabajo de Godínez. Tememos tener cáncer, diabetes o cualquier enfermedad autoinmune o peor aún, que alguien de nuestra familia lo tenga.

Cuando yo era pequeña, como desde los 3 hasta los 5 años, no hablaba. Era un pánico para mí que alguien que no fuera mi familia me escuchara hablar. Fui creciendo y ese miedo se fue transformando. Ya no me daba miedo que me escucharan hablar, me daba miedo equivocarme o decir algo tonto. Cualquier persona que no me conozca puede describirme como alguien muy seria, callada, sangrona, antisocial, etc. Y cuando me empiezan a conocer se dan cuenta que soy muy cagada, la verdad. Puedo reírme horas de una sola palabra, o decir cualquier estupidez sin tener ese miedo. No voy a mentir diciéndoles que ya no tengo miedo a hablar públicamente, es algo que llevo arrastrando desde que iba al kínder, pero he madurado al igual que mi miedo y estoy hoy, aquí, parada frente a ustedes para decirles, “no pasa nada”.

Creo que el miedo más grande que he enfrentado fue cuando tenía que escoger carrera y universidad. Iba en tercero de prepa y la verdad no sabía qué hacer con mi vida. Entré en un estrés impresionante, al grado que mi mamá me llevo con una psicóloga que se especializa en orientación vocacional. Tenía muchísimo miedo cuando hable con ella y me aplicó un examen de 800 preguntas, era como una entrevista con un robot, supuestamente este sofisticado programa debía decirme que estudiar. La verdad yo tenía miedo de lo que me diría. Mi sorpresa cuando recibí los resultados fue que me dijo todo lo que ya yo sabía.

Me dio una lista como de 10 carreras a las cuales era muy compatible, las mismas 10 carreras que yo quería estudiar.

Hablando con la psicóloga, me dijo algo que me dejó helada, ella dijo: El “problema” que tienes es que eres buena para muchas cosas, y todas estas cosas te gustan; eso es más difícil que cuando no saben que quieren. Debes meditarlo bien, porque cuando decidas sobre una, y ya estés estudiando, puede surgir la pregunta, ¿y si hubiera estudiado otra cosa?, ¿y si me equivoque?

Imaginen el miedo que tenía a tocar el tema, el tiempo se acababa y yo tenía que escoger. Cuando decidí finalmente estudiar imagen me sentí un tanto aliviada pero nunca segura. Ahora estoy en cuarto semestre de la carrera, y me encanta.

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