Discurso sobre el conflicto árabe-israelí
Enviado por leonndjesus • 10 de Febrero de 2017 • Ensayo • 1.524 Palabras (7 Páginas) • 397 Visitas
Discurso sobre el conflicto árabe-israelí
Para cualquier persona preocupada por los problemas políticos en Oriente Medio, el encuentro con el conflicto histórico entre Israel y sus países vecinos es inevitable. Se debe al aumento masivo del militarismo israelí en los últimos años, que ha dado lugar a los ataques contra el Líbano en 2005, y las operaciones militares en la Franja de Gaza. La opinión dominante en los movimientos anti-imperialista es que el Estado de Israel comete atrocidades. Los argumentos del otro lado se basan en “la agresividad del Islam” y los “movimientos fundamentalistas islámicos anti-judíos que se dirigen a toda la población judía de la zona.” Teniendo en cuenta que ambas partes están en cierto modo justificadas, llegar a una conclusión razonable se ha convertido en una difícil tarea. Sin embargo, los informes de la prensa occidental sobre la cuestión del nacionalismo árabe, el fundamentalismo islámico y los conflictos etno-religiosos en Oriente Medio son completamente parciales- carecen de un análisis concreto de los eventos socio-históricos – y obligan al público a adoptar argumentos reaccionarios que llegan al roce de lo absurdo . Por lo tanto, con el fin de evitar conclusiones erróneas y parciales voy a tratar de investigar cómo se ejerce el poder político en esta parte del mundo, y explicar por qué se necesita un enfoque diferente sobre este tema tan delicado.
Poco después de los acontecimientos de 2008 Israel convocó elecciones. La creciente popularidad del candidato derechista Benjamín Netanyahu dio la oportunidad a los miembros de la coalición de gobierno anterior de preparar una muestra militarista de su poder. Tras el fiasco de la guerra en el sur de Líbano en 2005, Israel quería (y todavía quiere) reforzar su prestigio militar. Se intentó una operación brutal contra la Franja de Gaza, que resultó ser una masacre masiva con más de 1200 fallecidos y 5.000 heridos (la mayoría de ellos civiles). El objetivo oficialmente declarado por el gobierno de Israel era (y sigue siendo) la eliminación del grupo fundamentalista islámico, Hamas, que mantiene el control en la zona, y muchas veces ha intentado ataques con cohetes hacia el territorio israelí. Israel afirma que Hamas tiene la culpa de la violación de la tregua. Esta posición, sin embargo, oculta tres parámetros:
- Israel ha impuesto un bloqueo brutal en Gaza, convirtiendo esta zona altamente poblada y subdesarrollada en una verdadera prisión, cometiendo un crimen humanitario permanente, negándole el acceso a los palestinos al agua, medicinas y combustible.
- Hamas es el gobierno oficialmente elegido por el pueblo Palestino, que no es reconocido ni por Israel ni por la Comunidad Internacional, aunque ambos reconocen a su interlocutor, M. Abbas, ignorando así la aplastante victoria de Hamas en las elecciones parlamentarias Palestinas de 2006. Por otra parte, Fatah (un partido secular anti-sionista) está siendo eclipsado por Hamas y la naturaleza cambiante de la segunda Intifada (2000-2006) en comparación con la primera (1987-1993), que fue un movimiento popular genuino. Esto es en gran parte un producto del endurecimiento de la actitud palestina hacia las políticas israelíes que perpetúan la tensión y la opresión.
- El boicoteo occidental no se dirige sólo a Hamas, sino también, y principalmente, a la población palestina, que todavía no es reconocida como una comunidad política capaz de decidir por sí misma. No puede haber ninguna solución al problema palestino si no reconocemos el derecho de los palestinos a determinarse por sí mismos políticamente.
Dentro de los movimientos anti-imperialistas, son muchas las voces que piden la abolición total del ‘estado malvado’ israelí “. Esta posición es totalmente inaceptable: El Estado de Israel tiene que seguir existiendo, con el fin de proteger a las comunidades judías de las amenazas de Hamas, Hezbolá y otras fuerzas anti-judías fundamentalistas. Sin embargo, debe ser convertido en un Estado que ya no sea capaz de cometer tales crímenes humanitarios contra los civiles de sus países vecinos. Debe, en otras palabras, dejar de ser un Estado que persigue la expansión continuada a costa de las poblaciones árabes, y por lo tanto abandonar por completo su ideología militarista.
Al mismo tiempo, un Estado palestino con las fronteras de 1967 (antes de la Guerra de los Seis Días) es necesario, un Estado que permita a los palestinos vivir en condiciones normales. No obstante, hay que reconocer la dificultad fundamental para la implementación de esta solución, los asentamientos israelíes en la Ribera Occidental. En caso de que un Estado nacional palestino se estableciese, se verían obligados a convertirse en palestinos – lo cual es prácticamente imposible – o regresar a Israel. Por lo tanto, una solución pacífica no es fácil ya que esta cuestión es mucho más complicada de lo que parece.
Incluso a nivel internacional de los Estados, los palestinos serán los más negativamente afectados por cualquier decisión. Es cierto que los occidentales siempre han estado tratando de imponer sus propios intereses en Oriente Medio (sirviendo de ejemplo para el imperialismo israelí), pero, por otro lado, la solidaridad árabe no es más que un mito, la mayoría de los líderes árabes autoritarios / totalitarios no se preocupan por los palestinos. Su único objetivo es reducir la soberanía del Estado de Israel, a fin de lograr su propio reinado absoluto de la zona. Por todas las razones anteriores, una solución humanitaria supondría decisiones equilibradas basadas en hipótesis prudentes.
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