“El Enemigo Invisible”

“El Enemigo Invisible”

Thiare Mardones Fuentealba

Un 26 de Abril de 1986, nadie en Chernobyl sabía que sería el inicio de una gran batalla contra el enemigo invisible que cobraría más de 200.000 damnificados en la zona, gracias a una de las explosiones nucleares más peligrosas de la historia.

En una tragedia es esencial actuar con rapidez y lo más certero posible, el problema en esta catástrofe fue que sucedió todo lo contrario, el retraso de información a las autoridades y por consiguiente a la población, fue la principal causa de las miles de personas que se vieron dañadas de una u otra manera, también llegando la nube radiactiva hasta 17 países de Europa. El actuar de esta manera tratando de ocultar lo sucedido y los errores de la central nuclear, no vale los daños provocados, la responsabilidad de esta organización fue nula ante las consecuencias ocasionadas.

Las primeras medidas de seguridad fueron tomadas 37 horas después de la explosión, donde evacuaron a la población y les facilitaron pastillas de yodo para contrarrestar la radiación, la evacuación fue rápida y la información dada a la gente era a medias y se les decía que pronto volverían a su hogar. En los periódicos también se minimizaba la información y nunca hubo información abierta y clara a la población. Inclusive el 1 de mayo de ese año se animaba a la gente celebrar en la calles el desfile del día del trabajador, tratando de dejar en el pasado la tragedia, vital error ya que aquel fue el llamado ”el desfile de la muerte”, donde la gente fue horriblemente expuesta a altos niveles de radiación .

Existía el rumor de que el segundo reactor podía explotar, por lo que varios pilotos fueron enviados a hacer una especie de “tapón” con sacos de arena, lamentablemente estos pilotos resultaron muy contaminados, lo que se sabía en medio del transcurso de los viajes de los pilotos, pero había que sacrificar a algunos para salvar a muchas personas, donde se aplicó el conocido utilitarismo.

Así ocurrieron inicialmente variadas situaciones en donde no se actuó para el beneficio del mayor número de personas, y luego se tuvo que actuar lo más eficientemente posible, aunque nadie se responsabilizó a tiempo del gravísimo error humano.

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