El Grupo de Memoria Histórica y el Centro Nacional de Memoria Histórica documentan la violencia que han sufrido miles de víctimas

El Grupo de Memoria Histórica y el Centro Nacional de Memoria Histórica documentan la violencia que han sufrido miles de víctimas del conflicto armado interno en Colombia. De una guerra degradada que ha roto todas las reglas humanitarias, más allá de los objetivos políticos o sociales que los bandos victimarios, guerrillas, paramilitares y agentes del estado, pueden utilizar. De todas las víctimas que ha dejado el conflicto, muchas pasan desapercibidas no solo por la estrategia de ocultamiento que es utilizada sino también por la indiferencia social e institucional.

La guerra colombiana no ha sido una guerra de combatientes, sino que toda esa violencia se ha dirigido a personas desarmadas, civiles. Son muchas las formas en que se ha violentado al pueblo colombiano, la desaparición forzada, los asesinatos selectivos, masacres, secuestros, violencia sexual y reclutamiento ilícito son algunas de las formas en que se atenta contra la gente inocente.

Es muy difícil determinar los autores de estos crímenes, ya que aunque todos han sido terribles han sido realizados con lógicas distintas. La única forma de encontrar el camino para ponerle fin a esta guerra es entendiendo tanto los motivos y objetivos de aquellos actores como el contexto. Las guerrillas (FARC, ELN, M19) nacieron como respuesta a problemas agrarios no resueltos, del mismo modo, buscaban el colapso del estado y élites económicas; el estado, ha estado entre intentos pacifistas, salidas represivas y militares para tratar el conflicto; y los paramilitares, que aunque buscaban defender a propietarios de extorsiones y secuestros nacieron dentro del narcotráfico, con todo lo que conlleva.

El problema agrario, el miedo a la democracia, el narcotráfico, las influencias y presiones políticas internacionales y la fragmentación del estado son algunos de los problemas que han tenido continuidades y rupturas a lo largo del conflicto. Ya que la justicia durante los últimos años se ha caracterizado por su ausencia, su relación con la guerra ha sido algo central. Lo daños morales, socioculturales y políticos que han a toda la población colombiana son difíciles de medir, pero hacen parte del legado con el que la sociedad colombiana tiene que lidiar para poder mirar hacia el futuro.

Para las víctimas, comunicar su versión de los hechos y modos de afrontar el conflicto es una cuestión de dignidad, y sus memorias son algo fundamental para que la sociedad colombiana reconozca las atrocidades que se han cometido y se comprometa a no dejarlas en el olvido, para así tener la certeza de que no se repiten. El Grupo de Memoria Histórica ha identificado la memoria de las víctimas como reclamo, pedagogía social y dimensión reparadora, así mismo recomienda el derecho a la verdad, a la justicia, a la reparación y garantías de no repetición como factores para crear un entorno favorable para la reparación de las víctimas.

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