“El señor de las moscas” desde la óptica negriana & eastoniana

Universidad Nacional de Colombia

Introducción a la Ciencia Política

Daniela Quiñonez Cardona

Prof. Edgar Alberto Novoa

Becario Asistente Docente: Diego Alejandro Ramírez

“El señor de las moscas” desde la óptica negriana & eastoniana.

La trama de la  película en cuestión presenta claramente la similitud con conceptos del inglés Hobbes en su obra El Leviatán. Es sencillo hallar la representación de nociones como: “La naturaleza del hombre consiste en buscar su subsistencia por  cualquier medio” o “El hombre es un lobo para sus semejantes” (Hobbes 1651). No obstante, en el presente escrito se llevará a cabo un balance entre conceptos de David  Easton (Categorías para el análisis sistémico de la política) y Toni  Negri (Contrapoder), asimilando cuáles serían sus posturas entorno a las situaciones expuestas en la película.

Al contrastar la manera de organización ideada por los niños en la historia, la cual concibieron como respuesta al escenario de completa intemperie en el que se encontraban, podemos   retomar la enunciación que  Easton hace respecto a los sistemas políticos. Para él, como marco en el que se desarrolla la organización política, es de gran relevancia el modo correcto de responder a las circunstancias que presente el entorno en el que se está.

Para ser más exactos, la necesidad que presentaron los niños de organizarse bajo un sistema, al que incluyeron reglas, métodos y la escogencia de un líder, se aplica al planteamiento eastoniano según el cual “una de las propiedades esenciales de la organización interna de un sistema político es su capacidad extraordinariamente variable para responder a las circunstancias en que funciona” (Easton, 1965)

El objetivo era mantener el equilibrio dentro de la organización ya estipulada,  el problema se presenta en que se supuso que el fin de todos los que hacían parte de dicho sistema, era sobrevivir en conjunto e idear la manera de hacer más factible su rescate. Easton dice claramente que las primeras fricciones que se presentan en una organización o sistema político, son producto del momento en que una “minoría” no comparte el objetivo conjunto que se tiene.

Lo anterior se evidencia cuando un grupo de niños, manifiesta su desinterés y credibilidad en la posibilidad de ser rescatados; lo que llevó a que el sistema se dividiera en dos posturas; aquello que Easton denomina la perturbación del sistema.

Si se analiza la realidad en la que se está en este punto de los acontecimientos, se puede caer en el error de asimilar la contraparte del sistema político presente como la resistencia, o en palabras más exactas, el contrapoder de la estructura instituida.

Negri aclara que aunque contrapoder está relacionado con el concepto de resistencia, no se debe confundir con la idea de que su objetivo es sustituir el poder existente; sino que por medio del contrapoder, lo que se quiere es desenvolver una nueva forma de alineación que sea a su vez más conveniente para todos en común.

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