El sistema político en México

¿Consideras que México debe aspirar a tener un sistema político democrático, autoritario o de otro tipo? Justifica tu respuesta con, al menos, tres grandes argumentos que deben describir claramente qué se entiende por democracia, autoritarismo o cualquier otro régimen político.

Como hemos visto a lo largo del curso en línea, la formación del Estado mexicano ha sido bastante compleja, durante su historia innumerables acontecimientos propiciaron el desarrollo de nuestro país como hoy lo conocemos. Es importante hacer mención sobre este aspecto, ya que, a diferencia de otros países de América Latina, México parece ser una excepción, si bien su historia transitó por periodos muy violentos, su desarrollo no se ha visto alterado por golpes de estado, totalitarismos, o regímenes militares. Esto último me parece importante resaltar, ya que como señala Estrada Castañón (2004), la progresiva democratización del Estado mexicano, surge a través de una serie de reformas que abarcan un extenso periodo, y no, por una ruptura previa del Estado de derecho.^[1]

En este último punto me gustaría profundizar, ya que será el eje de la presente reflexión. Para ser honestos no sé qué tan beneficioso haya sido para nuestro país que la formación del Estado no haya pasado un punto total de quiebre; en su lugar, tenemos una serie de paliativos que buscan re direccionar la política y mitigar problemáticas importantes; frente a esto, no se ha generado un replanteamiento total de desarrollo social, económico y sobretodo político. Esto nos lleva a la interrogante principal del presente texto, ¿qué régimen político se ha construido en México?, el cual expondré a continuación.

Como se ha señalado a lo largo del curso en línea^[2] durante el siglo XX hay dos sistemas políticos. Por un lado, se tiene el sistema político democrático, cuya una de sus principales características es que se funda bajo una soberanía popular, un estado de derecho, libertades públicas derechos humanos, pluralismo, sufragio universal, y alternancia en el poder^[3]; básicamente sus ejes rectores están regidos por una relación estrecha entre Estado y sociedad civil; no puede existir uno sin el otro. Así bien, se puede entender que en la democracia hay un sinfín de actores que ayudan a coadyuvar la estabilidad social y económica y sobretodo política de un Estado.

Del otro extremo tenemos otro sistema político, el totalitarismo, donde sus principales características que lo distinguen son:

1. la presencia de un partido único;
2. una policía secreta bastante desarrollada;
3. el monopolio estatal de los medios de comunicación;
4. el control centralizado de todas las organizaciones políticas, sociales, culturales, hasta la creación de un sistema de planeación económica;
5. La subordinación total de las fuerzas armadas al poder político^[4]

En el caso mexicano, parece como que no se puede incrustar en ninguno de estos dos sistemas políticos; históricamente México se consolidó  bajo un sistema autoritario, el cual nació después de la república restaurada^[5]. Posteriormente, en el gradual desarrollo del país fueron surgiendo y desarrollándose instituciones públicas (incipientes), cuya base sería un sistema presidencialista a la mexicana. Entonces, ¿en qué sistema político se encuentra México hoy en día? En este punto coincido con el analista Lorenzo Meyer, cuando señala que nuestro sistema político es un híbrido, es decir, todavía nos encontramos bajo un sistema presidencial-autoritario, y un intento por establecer una democracia, aunque es importante señalar, que en este proceso por “democratizar” al país, se han visto grandes retrocesos^[6], tanto a nivel institucional, como en la sociedad civil, la cual hoy en día sufre los estragos de un desmedido “desencanto” político^[7].

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