El terrorismo: un fenómeno injustificable

El terrorismo: un fenómeno injustificable

A lo largo de las últimas décadas hemos sido testigos de cómo el terrorismo se ha insertado tajantemente en la escena nacional de muchos países del mundo, un acto que no distingue raza, sexo, edad, ni orientación sexual, sino que afecta a todos por igual y sin previo aviso. Causando pánico, miedo e inseguridad en la población, ya que destruye a su paso a miles de familias indefensas, lo que lo convierte en un fenómeno complejo a la hora de entender y combatir. 

Los grupos que siguen estas prácticas violentas, no solo respaldan su actuar en sus creencias extremistas, sino que buscan atemorizar, proyectar miedo y ejercer poder en los lugares que eligen para atacar, y así generar ruido y polémica rompiendo el orden constitucional.  Este es el caso de Al-Qaeda. Su fundador, Osama Bin Laden, fue el responsable de varios ataques en los Estados Unidos, incluyendo el de las torres gemelas el 11 de septiembre del 2001, que dejó cerca de tres mil fallecidos, que no eran solo americanos, sino que de muchas otras nacionalidades. Este famoso hecho marcó la historia de los estadounidenses, provocando una ola de terror que se esparció por todo el mundo, en especial por los países occidentales. Debido al carácter sorpresivo que tienen dichos ataques, originan un sentimiento de incertidumbre en los habitantes, pues nadie está exento de su violencia. Esto afectó enormemente las políticas de seguridad de distintas naciones, que a causa de las ramificaciones globales del suceso, aprobaron leyes antiterroristas o endurecieron las ya existentes. Sin embargo estas nuevas formas de enfrentar el terrorismo no han podido alejar lo inevitable, el legado de todos los yihadistas y grupos que difunden el terror, este es el caso del futuro legado de Al-Qaeda en donde aparece un niño rodeado de llamas. Esto provoca gran temor en la gente, pero llega a ser aún más a causa de la globalización, ya que al contrario de atacar a solo una nación nos ataca a todas y al mismo tiempo genera un impacto igual de desastroso (quizás no a nivel físico, pero si a un gran nivel psicológico).

        El objetivo de Al-Qaeda es claro, quieren formar una sociedad basada en las prédicas del Corán y su dios Alá, es decir, crear un califato y “limpiar” por decir de alguna manera su territorio de otras creencias contrarias a la de ellos. ¿Pero es esta una razón suficiente o válida para deliberadamente hacer uso de fuerza desmedida y asesinar a niños, mujeres, u obligar a jóvenes que no han cumplidos siquiera la mayoría de edad (algunos incluso menores de diez años) a enlistarse en sus filas?

El texto “Guerras Justas” de  Alex Bellamy, nos relata que a la hora de decidir si el terrorismo puede ser o no justificable, depende en gran medida de lo que se entienda a partir de esta palabra, es decir, de su definición. Pero luego de ahondar en cuatro posibles justificaciones, concluye en que es un acto completamente injustificable, digno de castigo y condena. Por ende esto nos hace pensar en lo complejo que es responder a él, ya que nos enfrentamos a grupos con completa convicción en sus acciones. Además ningún estudio logra poder hacer entender el porqué de un sentimiento tan extremista y violentista, solo se hacen casos y deducciones generales.

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