Emprendimiento: Orígen

Emprendimiento: Orígen

En los últimos años las características que se le han atribuido a este fenómeno han ido desde la creatividad, la flexibilidad y el esfuerzo, pasando por la innovación, la capacidad de adaptación o la capacidad de aprender. Características que, ha consecuencia de la crisis económica, se están reclamando en la actualidad como socialmente necesarias y por ello fomentando en todas las esferas, tanto de la vida cotidiana como profesional. Al mismo tiempo que esta misma crisis es la que ha impulsado el fomento del emprendimiento desde las instituciones, entre ellas las universidades.

El término “emprendedor” proviene del francés “entrepreneur” (pionero), que fue acuñado por el economista Richard Cantillon en el año 1755, aunque se estima que fue utilizad por primera vez en 1723 por este mismo autor, que lo definió como «la persona que paga un cierto precio para revender un producto a un precio incierto, tomando decisiones acerca de la obtención y uso de recursos admitiendo el riesgo en el emprendimiento».

Desde entonces y hasta hoy han sido numerosas las definiciones que se han hecho del término “emprender”, “emprendedor” y “emprendimiento”, sin que ninguna de ellas se haya considerado como la definición definitiva.

ORÍGEN DEL TÉRMINO

El término emprendedor deriva de la voz castellana emprender, que proviene del latín coger o tomar. La RAE define el término de la siguiente manera:

(Del lat. in, en, y prendĕre, coger).

1. tr. Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro.

Esta definición no dista mucho de la primera, que se formuló en 1732 en el Diccionario de Autoridades como «la persona que emprende y se determina a hacer y ejecutar, con resolución y empeño, alguna operación considerable y ardua».

El significado original del término francés “entrepeneur” se generalizó, sobre todo por la influencia del economista Jean-Baptiste Say, y se incluyeron también a quienes admitían riesgos económicos.

UNA PEQUEÑA CRONOLOGÍA

Desde que este término se utilizará por primera vez su significado así como su uso ha ido evolucionando a lo largo de los años:

Una de las definiciones más aceptadas es que, en 1803 sugirió el economista Say, para quien “entrepeneur” es el que «dirige una empresa especialmente un contratista, actuando como intermediario entre el capital y el trabajo». Esta concepción perdurará hasta comienzos del S.XX.

En 1934 Schumpeter realiza una definición en la que destaca el papel de la innovación en el crecimiento económico, añadiendo que son los emprendedores quienes «implementan ese cambio de manera práctica» añadiendo además que «la clave de este concepto es la capacidad de transformar innovaciones desde un invento a un producto práctico, lo que implica un alto riesgo económico». De este modo, la definición y forma de comprender el emprendimiento se va aproximado a la percepción que prevalece en nuestros días.

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