En México, si reina el mayor libertinaje es porque las formalidades de la moral no parecen necesarias
Enviado por AlejandraGONZAM • 27 de Septiembre de 2015 • Apuntes • 476 Palabras (2 Páginas) • 136 Visitas
En México, si reina el mayor libertinaje es porque las formalidades de la moral no parecen necesarias. Las reglas morales no constituyen el acuerdo de la vida empírica con el principio de orden: estamos frente a una estructura intelectual que ignora los límites; esto es: unas ideas sin ningún escrúpulo. Y la causa de estos fenómenos es justamente la invasión de los criterios, no su ausencia. No existe un autor del bien y del mal: estos están sueltos en el aire y nadie es responsable de ellos. Es más, nadie tendría la capacidad de definirlos y designarlos; ¿ cuál sería la autoridad que le permitiría hacerlo ?, ¿ en nombre de qué ?, ¿ quién lo escucharía ?.
A menudo me he preguntado, dolorosamente, ¿ cuáles y cuántos eran los accidentes que habían pasado sobre esta tierra para lograr la corrupción de la virtud ?. Muchos pueblos – casi todos – han sido conquistados en algún momento de su historia. Muchos han sufrido en su carne y espíritu la injusticia foránea; muchos han sido humillados, dominados, robados: la historia, este pozo de resentimientos, habla de ello con elocuencia; pero pocos se han degradado en su autoestima y en su escencia a tal nivel. ¿ Acaso existen pueblos cuya decadencia haya llegado a tal punto que pudiera impedir su levantamiento ?. Éste, quizá, lo sea, y ruego al cielo que no me dé la razón. Cuando un pueblo se vuelve incapaz de distinguir el bien del mal; cuando sus pensadores se dan como tarea el teorizar esta incapacidad y transformarla en un particularismo justificable y defendible; cuando el retraerse del acuerdo ético universal se vuelve una razón de ser y un orgullo, entonces poco queda por salvar de la esencia de este pueblo.
Se dirá que las virtudes de la educación pero, en este caso, ¿ quiénes serán los educadores ?, y ¿ acaso podrían sustraerse de la atmósfera general de corrupción que reina en las calles, las casas y el espíritu de cada quien ?. ¿ De qué mundo extraño hablarán; a cuáles alumnos para implementar qué proyecto de vida que no correspondería a nada que hubiese vislumbrado en su pasado o en su presente ?. Cualquier orden que promueva la moral funcionaría de manera mucho menos eficiente que la corrupción que la precedió. Cualquier corrupto se reconocería más en el espejo de su país que el más puro de los hombres íntegros. Cualquier dirigencia que se parezca a su pueblo – esto es: un liderazgo amoral para un pueblo amoral – tendría más aceptación y podría trabajar mejor que el extraterrestre que viniese levantando la espada del bien sobre unos cuellos que, en otras partes, habrían sido cortados desde hace mucho tiempo, en el nombre de la justicia, hija de la moral, ambas hijas del orden que permite la sobrevivencia de la sociedad de los hombres “.
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