Ensayo sobre opinión del documental One Dollar a day

“El mundo como lo hemos creado es un proceso de

nuestro pensamiento. No puede ser cambiado

sin cambiar nuestro pensamiento.”

Albert Einstein.

“Living on one dollar”

“Viviendo con un dólar”, que sería el título traducido de este aclamado documental, realizado por cuatro jóvenes norteamericanos en las tierras de Guatemala, narra la experiencia de vivir con un aproximado de un dólar americano al día por un periodo de dos meses.

Aunque desde el título puedes imaginar gran parte del contenido y en la dirección que este documental pretende llevar al espectador, sinceramente yo no esperaba el resultado final que, al menos en mí, generó.

Estos jóvenes sin duda no escatimaron los sacrificios que tuvieran que hacer para poder cumplir con su objetivo que iba más allá de representar, como ya muchos documentales lo han hecho, el nivel de pobreza que vive la gente en el mundo. Ellos no solamente lo representaron, sino que lo quisieron vivir en carne propia.

El concepto de un dólar al día, en el peor de los casos, podría sonar como factible o viable para muchos optimistas bajo un control y estrategia meticulosos. Sin embargo, una de las primeras realidades que se muestran, es la de la inestabilidad en las zonas de pobreza extrema. La gente en esta situación vive al día sin un ciclo determinante ni estable; se depende de muchos factores que están fuera de cualquier control como el clima, la fertilidad de la tierra, la movilidad para ir a ofrecer sus productos a regiones más pobladas, etc. Esto, dejándolo al azar, los jóvenes lo establecieron con una dinámica en la que sumaron los dólares totales que tenían por cada día de estancia, después dividieron en papelitos cantidades que iban desde los cero hasta los nueve dólares; y finalmente, cada día un joven tomaba un papelito al azar que definiría la cantidad con la que contarían. Así, es como viven la realidad de despertar un día y no saber si terminará bien o mal, con o sin un pedazo de pan en la boca. Hubo días muy buenos donde tenían números verdes a su favor, que en el mejor de los casos les permitía el acceso a un plátano o un plato de frijoles como fuente de proteína; y días malos donde no contaban con un solo recurso básico a su alcance.

Poco a poco, es cuando se empieza a  ver implicada la salud, la higiene y otras condiciones que la mayoría de nuestros días, damos más que por hechas. Mismas condiciones que implican dólares más y ves cómo no es que la gente no quiera salir adelante, sino que están muy ocupados tratando de sobre vivir día con día.

Los jóvenes enfrentaron enfermedad, hambre, frío, incomodidad; una realidad que ningún ser humano debería vivir mientras hay otros tantos que tienen para dar y compartir.

Y justamente es en este punto, donde la lógica humana iría conforme a la ley física del tener, es impresionante ver cómo  hay algo más grande y más fuerte que ni todo el dinero del mundo puede comprar; algo gigante que nace de lo más pequeño donde puede parecer que no hay nada.

...