¿Existe algún tipo de diferencia en la orientación de los debates políticos entre las cadenas públicas y las cadenas privadas? ¿y entre cadenas con intereses claramente diferentes?

Diferentes preguntas pueden ser formuladas a partir de la teoría crítica en torno a los debates políticos televisados tanto por las cadenas públicas como privadas. Algunas de estas pudieran ser las siguientes:

• ¿Existe algún tipo de diferencia en la orientación de los debates políticos entre las cadenas públicas y las cadenas privadas? ¿y entre cadenas con intereses claramente diferentes? ¿Se observa parcialidad en el planteamiento de preguntas a determinados líderes políticos según la cadena en la que son entrevistados?
• ¿Puede verse una intención de manipulación por parte del sujeto neutral (el entrevistador o moderador, además del equipo de edición del programa) sobre determinados temas tratados, y/u omisión de datos o hechos con el fin de influenciar al público hacia el interés de un colectivo específico?
• ¿Existe algún medio de comunicación que no haya caído en la imparcialidad o la obstrucción de información con tal de representar en mejor o peor luz a algún colectivo político?
• Y finalmente, ¿podemos relacionar la imparcialidad con los intereses económicos o políticos de la dirección de dichas cadenas?

He decidido aplicar la teoría crítica al estado actual de los medios de comunicación, en especial al papel que han jugando las cadenas televisivas en los resultados.

Creo que existen claras tendencias de relación entre las cadenas televisivas que una persona frecuenta, y la decisión de voto de dicha persona. No puedo especular si es la cadena la que hace efecto claro sobre la persona en todo caso, o si el televidente busca una cadena afín a sus ideas previas que reafirmen sus creencias políticas. Lo que si puedo es afirmar, sin lugar a dudas, que existe un claro prejuicio hacia ciertos partidos o ideas políticas según la cadena en cuestión, y que probablemente esta acabe influenciando las ideas del televidente.

Es importante recordar que las cadenas, especialmente las privadas, son a fin de cuentas, negocios de lucro, y necesitan por ello un ingreso constante de capital, cuanto más alto, mejor. Debemos por ello, asumir siempre que la información que se nos proporciona, no se nos presenta por su valor informativo, sino por su valor económico. Esto puede verse claramente en la actualidad en relación a temas de gran importancia como lo es la posible independencia de Cataluña de España. Dando así muchas cadenas mayor protagonismo a cualquier noticia relacionada a dicho tema por encima de otras quizá más relevantes para el televidente, pero de menor valor económico para la cadena, resultando así relegada a un segundo plano, o en algunos casos, omitida por completo.

Esto nos lleva a que, aunque no puedo por falta de datos, especificar cuan importante ha sido una u otra cadena en los resultados electorales, si puedo decir que su influencia social es probablemente muy grande, y causan una constante deformación de la realidad para los grupos sociales que consumen dicha información, especialmente si esta información no es contrastada por el televidente mediante otros medios o mediante la experiencia personal.

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