FYRE: La fiesta más exclusiva que nunca sucedió

Fyre: La fiesta más exclusiva que nunca sucedió

Con anterioridad ya había escuchado hablar acerca de este festival, pero esta es la primera vez que veo este documental y me gustó muchísimo, sobre todo porque a estas alturas en mi carrera ya hemos tocado temas similares a lo que sucedió en el festival Fyre y pude dar un análisis más amplio gracias a los conocimientos que he adquirido en clases de semestres anteriores.

Desde un principio sentía que era un proyecto demasiado ambicioso, aunque de haberse podido realizar el proyecto en el tiempo en el que se planteaba y con todas las especificaciones que habían prometido yo creo que hubiera marcado un antes y un después en la industria del entretenimiento y podría decir que formaría parte de la historia de esta industria. No puedo negar lo mucho que me impresionó la personalidad de Billy y el poder de convencimiento que este tenía con las personas. Quizá si él hubiera tenido más tiempo y se hubiera asesorado correctamente el festival se habría podido llevar a cabo.

Uno de los puntos a analizar es el poder y alcance que los influencers y celebridades tienen en las redes sociales y como esta herramienta se ha vuelto esencial en el área de publicidad de los eventos. En ese año Instagram estaba en su pleno auge y su popularidad seguía en aumento cada día más, celebridades, modelos e influencers como las Kardashian-Jenner realizando promoción a este evento, Fyre prometía ser un evento legendario, una alternativa diferente y más exclusiva que Coachella, cuyo festival era de los más populares en 2017.

A pesar de todas las irregularidades que existían en este proyecto y de todos los problemas legales que se avecinaban, Billy decidió continuar todo hasta el último día dejando agujero de 26 millones de dólares. Y es que lejos de los filtros de Instagram en el documental pudimos observar desde muchísimo antes que ya era notable que ese evento sería un fracaso. Justamente una escena a resaltar es cuando alguien del equipo de Billy menciona que en eventos a los que él había asistido cada que se hacía promoción o mención del festival se reían de él o hacían comentarios negativos al respecto haciendo énfasis en la clara falta de experiencia que tenían creando de cero festivales y que no es tan sencillo como lo pintan por lo que dudaban mucho de que pudieran realizarlo y es que la gente que ya tenía experiencia en esta área era totalmente consciente de la infinidad de trámites y procesos necesarios para llevar a cabo un proyecto de tal magnitud, recordemos que Billy jamás había trabajado en la industria del entretenimiento, su dinero veía de la creación de estampas bonitas para tarjetas de crédito y promociones, ni poquito se acerca a la realidad de quienes se dedican al mundo de los eventos masivos.

Y, ahora bien, hablando un poco de quienes compraron las entradas y siguieron depositando dinero, debo de decir que me impresiona ver como había personas que notaron las cosas extrañas que estaban sucediendo desde un principio y que a parte no había pruebas reales de que esto existiera o que se pudiera montar, la gente seguía depositando miles de dólares y Billy seguía encontrando formas de seguir recaudando fondos para continuar con lo poco que se había construido del proyecto. Billy y el festival Fyre es un claro ejemplo de que puedes construir en la mente grandes cosas y que puedes imaginar miles de proyectos fantásticos que a cualquiera le encantaría ser participe pero a veces olvidamos que estamos en el mundo real y que las cosas no son así de sencillas, estamos regulados por leyes y el realizar eventos así de grandes no se pueden construir de la noche a la mañana y no olvidemos de que los proyectos no los creamos solos, tenemos un equipo de trabajo al que hay que pagarle su trabajo.

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