Formación humanística y ciudadana
Enviado por yilmarpolo • 31 de Agosto de 2015 • Apuntes • 2.315 Palabras (10 Páginas) • 141 Visitas
En este artículo se presentará una breve reflexión teórica que desde nuestro punto de vista vamos a exponer pero primero vamos a ver que dice Guillermo O´Donell sobre este articulo dice, es un régimen democrático que es un componente fundamentalmente en la democracia, pero es una reflexión democrática de varios conceptos tales como el estado, y los derechos humanos. Pero También se habla sobre tres vectores que son el estado moderno, derechos individuales, y autoproducción colectiva.
En el primer vector que dice “estado moderno” es un vector que nos favorece ya que aquí es donde actúan los políticos que son lo que proponen para mejorar al estado pero se habla de moderno es en donde todos lo político se va por lo tradicional yo digo que hay que cambiar ese vector como lo cambiaremos pienso que la gente siga botando en blanco ya que así lo políticos hagan realidad sus propuesta y no se vallan mucho por lo tradicional por lo mismo
El otro vector es “derechos individuales” eso ya no existe para nosotros porque el estado nos ha quitado ese derecho individual a que me refiero a hacer lo que nosotros queremos hacer claro que sea legal.
El ultimo vector importante que es “autoproducción colectiva” me refiero con eso a una producción educativa de formación superior para poder obtener esa buena educación superior hay que tener docente que se esmeren que los estudiantes aprendan como debe ser.
De esta forma podemos destacar que el régimen democrático se considera de carácter teorico-politico que sustenta un conjunto de pensamientos democráticos de la ciudadanía como agente cívico de su participación.
Para el mejoramiento de la vida democrática lo podemos llamar como un concepto ciudadano que nos permite hacer varios proyectos democráticos para dirigir unos ámbitos de sociedad civil que actúan sobre el poder político. En este caso el régimen democrático es necesario para pensar acerca de los complejos de espacios democráticos que exceden del ámbito.
Pero también desde nuestro punto de vista es preciso señalar que es necesario decir algo más sobre de qué tipo de ciudadanía es de la que estamos hablando pero si abordamos a la ciudadanía como una dimensión teórica y empírica para que sea más satisfactoria tendría que atender ambas realidades pero también somos conscientes de dicha elección en donde requiere de ser complementada con el derecho empírico los cuales serán abordados en otros trabajos a nuestra reflexión de aspectos teórico y relativos de la ciudadanía.
Lo primero para reconocer hay que dar una definición muy específica de capital
social. El concepto de capital social requiere de cierta clarificación, así como su interdependencia para con la democracia .el propio concepto como el tipo de relación que se da entre capital social y democracia En ambos casos los avances no han sido definitivos, sino más bien prudentes, aunque sí han marcado toda una serie de consideraciones que hacen más accesible y concreto dicho término. Un ejemplo de ello son los trabajos de Boix y Posner para quienes el capital social “no es más que la existencia de expectativas de cooperación, sostenidas por redes institucionales
HUMANISMO CÍVICO, RETÓRICA DEMOCRÁTICA Y CIUDADANÍA CÍVICA
Como ya se indicó, plural en su seno. Lo es en su denominación, pues no hay ni acuerdo sobre la palabra Pero también lo es en su conceptualización pudiéndose hablar de la existencia de diferentes corrientes dentro de sí Para él, este no es tanto una forma de definir la vida pública, la ciudadanía, la participación, la libertad..., como, más bien, el hecho histórico y empírico de la cantidad de asociaciones que hay en un territorio o comunidad.
Una conclusión que conlleva quedarse en la epidermis del humanismo cívico que se pretende evoca El humanismo cívico o grecolatino es una corriente de pensamiento que tiene su apogeo a lo largo del renacimiento latino, con un origen anterior, y que más tarde alumbrará de forma discontinua otras experiencias sociales y corrientes políticas
La ciudadanía democrática, además de conllevar derechos, es también una forma de identificación; un tipo de vínculo cívico que nos permite estar asociados en función del reconocimiento de principios democrático-liberales y humanistas. El humanismo cívico es una tradición intelectual que pretende dar un sentido humanista a la configuración de la vida social en la que la libertad y la participación ciudadana en los asuntos públicos ocupa un lugar destacado. Para Skinner, uno de sus representantes, es un enfoque que considera que “si los hombres son virtuosos, la salud de las instituciones será cuestión de importancia secundaria” (Skinner, 1993: 65). Esto no significa que la dimensión institucional no sea relevante, pero sí que la dimensión cívica ciudadana tiene un papel central a la hora de hablar de una “buena democracia”, o si se prefiere, una democracia de calidad. Entre sus autores clásicos más conocidos podemos destacar: Leonardo Bruni, Nicolás Maquiavelo, etc.; y entre los contemporáneos: Quentin Skinner, John Pocock.
Partiendo del concepto de legitimidad, es uno de los componentes fundamentales del elemento competencia, que hace duradero a cualquier gobierno, o sistema de gobierno.
Para mejor comprender la idea, también aquí, citaremos las opiniones de algunos ilustres escritores:
El filósofo alemán, sociólogo y economista MAX WEBER sobre la legitimidad democrática, se puede asegurar que su aporte al tema fue claro y de gran importancia, debido a que se tenían muchos interrogantes en cuanto a la democracia contemporánea y a la que hoy llamamos moderna; donde La legitimidad es entendida como la justificación de estar investido de poderes de mando.
MARTHA NUSSBAUM: ella forma parte de una tradición del pensamiento positivista liberal, que analiza las concepciones de la vida en términos de buenas o malas, justas o injustas, mejores o peores. Y partiendo de la historia de la ética entendida no como historia de las doctrinas sino "como la historia de las prácticas de argumentación e interacción psicológica con vistas al cambio personal y social.
MARCEL GAUTCHET: “Los derechos del hombre no son una política” al último texto del 2000, “Cuando los derechos del hombre se vuelven una política”. De un extremo al otro, se trata de una única y misma cosa: descifrar y comprender los desconcertantes rostros de la nueva democracia que se instala, triunfante y exclusivista, doctrinaria y auto destructora. Puesto que tal es el fenómeno, inesperado desde todo punto de vista, del que hemos sido testigos en el curso de estos veinte años. Hemos visto a la democracia triunfar sin pegar un tiro e incluso sin combatir sobre un enemigo contra el que se la suponía mal armada. La hemos visto integrar en su seno a los opositores más refractarios
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