INTRODUCIÓN AL SUELDO ÉTICO

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1. Introducción del sueldo ético
2. Planteamiento de la investigación
3. Conclusión
4. Bibliografía

INTRODUCIÓN AL SUELDO ÉTICO

En Chile surge un debate público social acerca de la desigualdad y del aspecto ético de los sueldos de los trabajadores. La alimentación, vivienda, salud y educación son las necesidades primordiales básicas que todo ser humano necesita para garantizar su bienestar diario pero que no todos pueden sufragar.

La discusión sobre el sueldo ético surgió en el invierno del año 2007, en donde el obispo de Rancagua, un alto representante de la Iglesia Católica de Chile y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic hizo pública su opinión sobre el sueldo de los trabajadores indicando de que más allá de la noción del sueldo mínimo legal, debiera existir un “sueldo ético”, situándolo a no menos de $250.000^[1],así mismo señaló que “no se puede repartir pobreza, el país tiene que seguir creciendo y por eso hay que tener mucho cuidado, en el sentido de no desincentivar a los empresarios a que produzcan, pero también que las ganancias puedan ser de alguna manera compartidas”, este llamado sacudió a la sociedad chilena pudiendo  alcanzar esta cifra como sueldo mínimo a los casi 10 años después.

Considerando las alzas que hubo en el IPC durante esos años, esa cifra simbólica que según los expertos fue la que suscitó el debate, debido a que ya se encontraba por debajo del ingreso que necesita realmente una familia en Chile para poder vivir con dignidad.

Actualmente este debate acerca de la ética de los salarios continua, ¿podrán las empresas entregar un mejor salario? ¿pueden, pero no quieren?

PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN

Chile, es un país con una población de 19 millones de personas, de las cuales alrededor de 8,9 millones se considera como población activa, disminuyendo este valor en un 93,1% respecto al año 2019, en consecuencia, la tasa de desempleo alcanzó un 10,4% durante el primer trimestre de este año. Si bien el ingreso per cápita ha ido aumentando asiduamente durante los años, la distribución de los ingresos en Chile es bastante desigual comparándolo con otros países y el salario mínimo legal ha ido aumentando lentamente

Según algunos estudios sobre la movilidad de la pobreza extrema, muestran que el factor laboral es uno de los mayores determinantes para que las familias en este estado puedan dejar atrás esa condición, es decir, en promedio una familia en situación de pobreza cuenta con 0,48 ocupados por hogar, mientras que para una familia que no se encuentra en pobreza extrema es de 1,47 ocupados por hogar. La ocupación es tres veces mayor en hogares que no se encuentran en pobreza.^[2]

Tras el importante llamado que hizo a la sociedad el monseñor Alejandro Goic, se han generado reflexiones para encontrar la manera de obtener mayores niveles de equidad, particularmente sobre la efectividad de los distintos instrumentos para derrotar la pobreza extrema. Pero anterior a esto ya se habían realizado acciones para combatir este tema.

En el año 2002, el presidente Ricardo Lagos para combatir con la pobreza extrema en su mandato, creó el programa Chile Solidario, el cual consistía en llevar la oferta social del Estado a las familias más necesitadas del país. Lamentablemente esta acción no logró aumentar el nivel de ingreso y el acceso de trabajo a las familias atendidas, pero logró durante esos cuatro años una caída en la pobreza desde el 5,6% al 3,2%, siendo un dato bastante alentador.

En el año 2006, la presidenta Michelle Bachelet vuelve a situar como meta el término de la pobreza extrema canalizando recursos financieros a través de una política de bonos, pero considerando la combinación de escasa creación de empleos con un aumento significativo en el precio de los alimentos y un Chile Solidario con bajo impacto en los ingresos de las familias, generaron un retroceso en los niveles de pobreza en el país que sufrió un aumento de 516 mil a 620 mil chilenos.

En el año 2009 se comienza a operar el Subsidio al Empleo Joven (SEJ). La gestación de este programa surge luego de la reflexión realizada por el Consejo

Trabajo y Equidad, que entre sus diversas conclusiones logra un consenso importante. Plantea que la mejor forma de derrotar la pobreza es haciendo que la política social tenga su foco en el empleo. Pasar desde el asistencialismo al empoderamiento.^[3] 

Media década después de las declaraciones de Alejandro Goic el presidente Sebastián Piñera, encarga a la Comisión de Superación de la Pobreza de los Grupos Tantaucos elaborar un programa social denominado Ingreso Ético Familiar (IEF),

El desarrollo de este programa junto con la creación del Ministerio de Desarrollo Social buscaba terminar con la desgracia de la pobreza, dando un giro al componente laboral ayudando de esta forma a las familias más vulnerables a poder acceder a un trabajo o emprendimiento sustentable. Este proyecto IEF consiste en una serie de bonos relacionado con la Reforma al Chile Solidario (acompañamiento socio-laboral), Transferencias Condicionadas y Subsidio al Trabajo de la Mujer.

Este programa está dirigido a 170 mil familias de extrema pobreza en Chile, es decir, el 2,8% de la población, también destinado a aquellas personas en situación de calle o mayores de 65 años.

¿Se ajusta la iniciativa gubernamental con la propuesta del obispo Goic?

Se habla de un salario que paga un empleador, por el valor de la fuerza del trabajo, es decir, lo que vale que una persona realice su trabajo en un tiempo determinado, considerando a la vez lo que vale mantener a ese trabajador, tomando en cuenta los recursos y necesidades que necesita para poder seguir trabajando.

Inicialmente Alejandro Goic planteaba que el salario Ético y no Mínimo justamente, es un salario con el cual un simple trabajador pueda vivir dignamente junto a su familia en Chile.

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