Ideología de género.

“EDUCACIÓN SÍ, ADOCTRINAMIENTO NO- IDEOLOGÍA DE GÉNERO. [pic 1][pic 2][pic 3][pic 4]

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Estamos hablando de algo que ha sido estructurado desde hace mucho tiempo y es lo que hoy todos estamos viviendo. Es importante que sepamos de dónde parten, cómo fue estructurado y quiénes estaban detrás y con qué objetivo lo hicieron. Aquí hay tres poderes fundamentales: un poder económico que es el que mueve absolutamente todo, un poder ideológico y político que tiene intereses (eugenésicos, nazis y de gobierno mundial) y una clara orientación hacia nuevos procesos culturales y sociales. Muchos dinero e intereses de por medio. Se trata de una propuesta que ha ido calando en nosotros de manera asombrosa.

1. EL FEMINISMO INICIAL. Para empezar a hablar sobre la ideología de género es importante saber dónde nace. Nace de una corriente feminista, en el momento en que los movimientos sufragistas del siglo XIX y XX empiezan a trabajar por algo fundamental, que era el derecho igualitario a la mujer al voto y su participación en la sociedad. En estos primeros movimientos feministas se exige la participación pública de la mujer, el derecho al voto de la mujer. Desde allí empieza a marcarse la búsqueda de un lineamiento político y filosófico que le dan el marco de referencia al feminismo liberal, que es angloamericano y tiene raíces protestantes hace énfasis en el individuo e ignora la importancia de la “familia comunidad”, subrayando únicamente la mujer, la mujer y la mujer quedando excluido todo el resto. Simplemente se buscaba introducir a la mujer en todo el contexto político y social de la época. Siendo muy fuerte la campaña y lucha por el voto.

2. FEMINISMO SOCIALISTA. El feminismo venía hablando exclusivamente de la participación social y ciudadana de la mujer, es decir, pasar de ser objeto a sujeto social, se vincula dentro de todo este proceso el socialismo. ¿Cómo entra? Lo hace desde el ámbito francés y alemán, busca reivindicar a la mujer desde lo social y utiliza a Engels, Marx y otros; y así pasamos de la lucha entre ricos y pobres, a la lucha entre el hombre y la mujer. Es aquí donde se rompe la “relación familiar”, la “relación de pareja” y se empieza a construir un enemigo al cual debemos vencer, es decir, la mujer y el hombre enfrentados, pensando que a partir de estos planteamientos se iban a solucionar los problemas. Es así como se llega a decir que las mujeres son la primera propiedad privada y la opresión de las mujeres por parte de los hombres es la primera opresión de la clase. Le da énfasis a un gobierno que solucionará los problemas de las mujeres. Tenían planteamientos explícitos de “liberación sexual”, llegando a decir: “yo soy tan igual al hombre que yo no tengo porque tener hijos.” Si él no tiene hijos yo tampoco y para eso tengo que utilizar anticonceptivos, abortar y empezar a tener una vida promiscua, como algunos hombres la tienen, yo también tengo ese derecho. La familia y el matrimonio son instituciones opresoras de las mujeres, por eso dentro de sus objetivos principales, estaba la abolición de la maternidad y paternidad, por lo tanto era imprescindible la anticoncepción y la despenalización del aborto. Ambos tienen en común el rechazo de la discriminación y es cuando aparecen los planteamientos Maltusianos.

Es importante ver cómo esta ideología que parte del siglo XIX y del siglo XX donde toma mayor fuerza, ya se ha convertido ideológicamente en parte de lo que nosotros somos. Si preguntamos hoy a nuestros padres de familia: ¿cuántos han usado anticonceptivos, cuántos la ligadura, DIU, pastillas, parches, geles, preservativos, etc.? Es decir, ya a nosotros en este momento de los que estamos de 40 años en adelante, somos hijos de esa ideología, en donde a los hijos hay que tenerles cuidado, en donde si ya tienes más de 4 hijos, lo primero que te dicen es no tienes TV, no eres una mujer moderna…tener tantos hijos es sinónimo de pobre e ignorancia, casi a decir: ¿cómo se te ocurre a ti, una mujer estudiada tener tantos hijos?

¿Qué te pasa? Aparece la maternidad como un fenómeno que hay que temer, ser mamá es lo más terrible, vergonzoso y humillante que le puede pasar a una mujer. Compartir a nivel de familia el nacimiento de un nuevo hijo es sinónimo de terror. Es decir ya vemos el matrimonio y la maternidad como algo incómodo. Del matrimonio somos nosotros mismos los que hablamos mal, nos burlamos, utilizamos expresiones como: “pobrecitos, no saben en lo que se meten”, alguien dice me voy a casa: ¡ah, mi sentido pésame! Si eso lo vemos y escuchamos, la idea que se vende es que es malo, entonces venga todos los anticonceptivos porque no quiero complicarme la vida. Hoy por eso se postergan tanto los matrimonios, 35 y más años.

Preferimos tener títulos, bienes y propiedades a “tener una familia”. Muchas feministas dedican su vida a estudiar, ganan sueldazos pero llegan a sus casas y no hay un perro que les ladre, y envejecen solas. La familia es la institución en la que más tenemos que invertir. Europa creció económica porque se desarrolló la empresa familiar, a nosotros hoy se nos vende tener títulos y no hay preocupación por lo familiar, fruto de ello las economías europeas están fuertemente destrozadas, y pasaron a estar en manos de Asia. En América Latina muchas de las empresas familiares están desapareciendo, porque ya los hijos no quieren ser parte de la empresa familiar. Le tenemos miedo a la familia como factor de crecimiento económico y social y este es un cambio ideológico que parte desde esos movimientos.

Hay un movimiento que cobró fuerza en los años 60 y es el que nos ha impulsado para llegar a donde estamos y está enmarcado en la obra de Simone de Bubar, “El segundo sexo” y por la ilusión femenina de Betty Fredan, Este movimiento tiene ideas Marxistas unida al liberalismo sexual, aquí se impulsó muchísimo el tema de la anticoncepción. Tales factores desencadenaron la “revolución intelectual” que se manifestó en el inconformismo de los jóvenes que se sentían oprimidos porque no tenían muchos espacios de participación. Surge el movimiento pacifista Hippie” con su lema: sexo-droga y alcohol, que promovía el amor libre, las relaciones sin compromiso, informadas pero puras, que es otro fenómeno: “hijita prueba a ver cómo te va, y dependiendo de ello te casas o no…Para comprar o vender cosas pedimos montón de revisiones y requisitos, para entregar nuestro cuerpo lo hacemos gratis y con cualquiera, nos tratamos como objetos. ¿Dónde está el respeto por nuestra propia dignidad? Pero como hay una ideología detrás y la hemos aceptado como si fuera algo maravilloso, revolucionario, encima las feministas nos dicen: progreso, estamos en siglo XXI, tenemos que ser modernos, ya Europa lo aprobó, ya en Estados Unidos es una ley, como diciéndome, no podemos quedarnos atrás. Y nos olvidamos de preguntarles cual ha sido el impacto de esto en lo que ellos están viviendo ahora.

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