LA CULTURA NACIONAL, UN EJEMPLO DE LA DOMESTICACIÓN DE LA ESCUELA
Enviado por Mónica Zárate • 26 de Febrero de 2016 • Ensayo • 2.114 Palabras (9 Páginas) • 488 Visitas
LA CULTURA NACIONAL, UN EJEMPLO DE LA
DOMESTICACIÓN DE LA ESCUELA
a) Introducción
Masschelein y Simons (2014) sostienen que la escuela es una invención histórica de la polis griega. Afirman que en ella se hace tiempo libre para todos los individuos, es decir, en ella se crea un momento de suspensión alrededor de un contenido y no se distingue a nadie ni por antecedentes ni por sus orígenes, sino al contrario, se les reconoce a todos por su capacidad de razonamiento. Esto es, la escuela no se ocupa de las carencias de cada sujeto, sino que por el contrario, se centra en aquello que los hace iguales, la razón.
Esta posibilidad de igualar las relaciones entre seres humanos y dejar de lado cualquier rasgo de diferencia que impida las relaciones horizontales entre personas es uno de los ejercicios democráticos más complejos, pues históricamente podríamos comprobar que cualquier relación interpersonal lleva implícito un ejercicio de poder y, por ende, un ejemplo de relación desigual. Tal vez sea esta una de las razones por las cuales, desde su gestación, la escuela ha sido campo de batalla de múltiples intentos y logros de domesticación, es decir, un lugar donde entran en acción un sinnúmero de tácticas y estrategias para desaparecer, limitar, imponer, paralizar o controlar la escuela (Masschelein y Simons, 2014) a partir de los ejercicios de poder.
En estas interacciones, la escuela moderna, en tanto institución del Estado, hace posible proyectar logros a futuro, es decir, encarna un ideal a alcanzar que se manifiesta en la vinculación de las materia de estudio con un determinado conocimiento, significado o valor en un orden social existente. Así, un primer ejercicio de poder es la definición de los contenidos que habrán de tomarse como materias de estudio al interior de las escuelas.
Aunque pueda afirmarse que uno de los propósitos implícitos de la escuela griega era instalar la igualdad, en la mayoría de los contextos modernos la igualdad se tradujo en dominación, tal es el ejemplo de la instauración de la Cultura Nacional en México, donde los binomios educación-cultura y escuela-comunidad fueron una combinación que se utilizó con el propósito de consolidar un proyecto de Nación, de formar a los ciudadanos que el México moderno requería.
Desde este lugar, se propone el presente ensayo, como breve ejercicio para poner en la mesa algunos elementos que permitan aseverar que, desde sus inicios, la escuela del México posrevolucionario ha sido un ejercicio permanente de domesticación, mismo que, desde el velo de la Unidad Nacional, ha restringido el carácter democrático, público y renovador que proponen estos autores.
Haremos un breve recorrido histórico por la década de los 20 y 30 a fin de mostrar la función de la escuela en la instauración del ideario nacional y lo cruzaremos con algunos elementos propuestos por Simons y Masschelein en la politización como ejercicio de domesticación de la escuela.
b) La politización, un ejercicio de domesticación de la escuela postrevolucionaria
Los responsables políticos a menudo sienten la tentación de mirar a la escuela en busca de soluciones a problemas sociales, culturales o económicos, mismos que se traducen en contenidos escolares. Esta primera táctica, tal como lo anuncian Simmons y Masschelein podría describirse como la domesticación de la escuela a través de su politización.
La politización de la escuela significa, entre otras cosas, hacer responsable a las nuevas generaciones de la existencia de problemas sociales desviando la mirada de las funciones sustantivas de la escuela con el pretexto de abordar ciertos desafíos urgentes y excepcionales en el camino hacia la nueva sociedad.
Por ejemplo, el inicio del siglo XX mexicano se caracteriza por una serie de luchas políticas y sociales que buscan consolidar el proyecto de Unidad Nacional, dentro de ellas encontramos el humanismo literario vasconcelista, las concepciones antropológico-sociales de Gamio, el integralismo populista de Sáenz, el paradigma productivista de Bassols y la educación socialista de Cárdenas que pretenden asegurar el anhelado nacionalismo. (De la Peña, 1998).
Tras el triunfo del movimiento armado que transformó la vida política, social, educativa y cultural del México Revolucionario se crearon instituciones cuyo objetivo principal fue fundar el nacionalismo mexicano, una de ellas fue la Secretaría de Educación Pública y bajo la dirección de José Vasconcelos, edificó aquello que parecía solo un anhelo: duplicó el número de escuelas, maestros y alumnos, continúo con la apertura de bibliotecas en la mayor parte del territorio, estableció la educación rural, la enseñanza técnica y la industrial, y, por supuesto, la producción editorial de los Clásicos fue constante.
Con las Misiones Culturales José Vasconcelos se propuso incorporar a los indígenas y a los campesinos al proyecto de nación civilizada y difundir en ellos un pensamiento racional y práctico para terminar, desde su perspectiva, con el fanatismo religioso (Vaughan, 1996). Desde este lugar, dotó a los jóvenes maestros con conocimientos académicos especializados y los capacitó en pequeños oficios que pudieran desarrollar con la comunidad (Lozada, 1998).
El Programa de Acción de los Misiones pedía a los maestros recopilar sistemáticamente información de la región donde trabajaban, desde las condiciones geográficas y la historia de los grupos indígenas locales hasta las condiciones económicas y sociales; instruía sobre la formación de juntas de educación, diagnóstico y planeación de edificios escolares, trabajos en el campo y talleres, y acción social y cultural; finalmente, hacia hincapié en la importancia del espíritu cívico y ciudadano, y de la conciencia de las raíces culturales propias (Vaughan, 1996:57).
La inclinación por los clásicos y la conformación del arte nacional a partir de recuperar las tradiciones propias del pueblo mexicano fue evidente; es por ello que, especialmente en este periodo de la historia, se impulsa el muralismo como ícono de las luchas, vivencias históricas, contrastes y raíces indígena de México.
Así, no es extraño que la actividad cultural al interior de las escuelas pugnara por conocimiento e incorporación de la Cultura, pues se procuró la difusión y enseñanza de la música, se promovieron los festivales musicales al aire libre, el aprecio por las artes visuales y se apoyó el surgimiento de grupos de danza popular.
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